Dibujo
de Shamsia Hassani
Pintora
afgana
Su figura se proyecta
sobre el caserío
como símbolo que emerge
y se repite incontables
veces
entre las ciudadanas de
Afganistán.
Sobre su cabeza, la
ocultación,
la necesidad impuesta de
desaparecer
en el anonimato de su
género;
un “vetovelo” que las
uniforma,
al tiempo que las segrega
como seres inferiores.
Y así, Aaqila, Bashira o
la misma Khujesta,
dejan de ser en la
sociedad,
para diluirse en el seno
de la familia
con menor vistosidad que
un florero
o el dintel de la ventana.
Najam tiene su corazón
traspasado
por las pautas de un
pentagrama
donde brota la música con
toda naturalidad
y dulzura. Acostumbrada a
no ser vista,
deja caer las persianas de
sus pestañas
y sueña. Sueña en una
noche
estrellada de corcheas y
semifusas,
y el Carnegie Hall rendido a sus pies.
Al menos al florero lo dejan tranquilo en su lucimiento.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Cuando se cosifica a una persona se le asigna un grado onferior al de las cosas.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Un mundo hostil, en el que la mujer es denigrada, como nunca se ha hecho a través de la historia. Es menos que una esclava y no puede disfrutas de nada que le puede ofrecer la vida...¿Quién podría vivir en un mundo así? y seguir viviendo como si nada.
ResponderEliminarBesos
Serán innumerables las que no puedan superarlo, a menos que se instalen en una ensoñación que les transporte fuera, muy lejos de su estrecha y triste realidad.
EliminarBesos.
Cómo es posible vivir en esas condiciones? Hay que ser muy fuerte para poder soportar esa carga de ser tan menospreciada.Triste y bello poema Francisco.Saludos
ResponderEliminarLa generación que nos precede, aquella que vivió la guerra, sabía mucho de restricciones, escasez y sufrimientos. Es más fácil acomodarse a lo buena, por eso lo vemos como un imposible, y sí, no deja de ser una monstruosidad.
EliminarUn abrazo, Charo.
Un simbólico dibujo, que tu das sentido y consistencia, Franciscco. La mujer afgana tiene su corazón en silencio y cierra los ojos para olvidarse de un presente que que le borra la vida. Gracias por acercarnos a sus sentimientos. Ojalá les llegue nuestro apoyo y nuestro cariño.
ResponderEliminarMi abrazo por tu solidaridad y buen hacer, amigo.
Ojalá así fuera, María Jesús, y ellas pudieran sentir el alivio de sentirse comprendidas y acompañadas.
EliminarUn fuerte abrazo, María Jesús.
Muchas de ellas ya están acostumbradas o se resignaron y así pasan la vida, pero otras vivirán tristes bajo esos velos.... Triste y bello poema amigo. Saludos.
ResponderEliminarCreo que tristes todas ellas, Sandra, aunque sí es verdad que, por supervivencia, algunas estarán más adaptadas que otras.
EliminarUn abrazo
Realidad y también imaginación al describir la pintura. Bello todo. Beso
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