Me puse a buscar palabras,
─como se buscan formas
concretas
entre cantos rodados─
que vengan a definir
esta llama que me carcome
y se asemeja
a lo adormecido de la
inacción.
Busco entre las páginas de
los libros
─nuevos y antiguos─
y descarto un montón de
papeles
emborronados
como bocetos de un
fracaso.
He palpado lo denso, lo
acre,
también lo huidizo y
volátil,
pero nada me pareció
rozarte
y mucho menos
dar vida al retrato que
anhelo
en fidelidad a ti.
Una nueva derrota,
una búsqueda infructuosa
que me hunde en el abismo
de la frustración.
Y, de repente,
eras presencia viva,
─toda iluminada─
mi indecisión y mi torpeza,
sin saber cómo,
al ir a tu encuentro y
tenderte mi mano.
Quise apartar tu melena
de tu hombro derecho
y se deslizó
tratando de ascender hacia
tu cuello;
entonces encontré la
respuesta que se me resistía
en la humedad de tus
labios
y supe
que es vano buscar lo
indefinible.
Las palabras son como llaves: abren puertas. Las palabras como mucho despiertan la imaginación que llevamos dentro. Por sí solas poco valen. Necesitamos la complicidad del lector.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Lo intento de nuevo, Cayetano: el sistema parece que quiere apartarme de ti. Siempre necesitamos al lector.
EliminarUn abrazo.
Lo que se busca, al final se encuentra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con frecuencia sí, pero no siempre, Emilio.
EliminarDicen que una imagen vale más que mil palabras y de ahí mi afición por las fotografía....normalmente permanezco mudas y son ellas las que hablan por mí.
ResponderEliminarCon eso no quiere decir que eso sea tu caso, lo tuyo son la palabras y el buen uso y manejo de ellas.
Besos
Me salva que usamos herramientas distintas, pues de lo contrario me nublarías.
EliminarBesos.
Hay situaciones cumbre, que superan a las palabras y solo hay que sentirlas con el diccionario cerrado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto, Sara. Hay emociones de difícil o imposible transcripción.
EliminarUn abrazo.
A veces las palabras no sirven y caen en saco roto pero el detalle o gesto que describes al final puede hacer milagros y encontrar aquello que las palabras no encontraron.Saludos
ResponderEliminarGracias Charo, por convertirte en mi cómplice.
EliminarUn abrazo.
Bonitos versos. Una imagen vale más que mil palabras y como bien dices hay cosas indefinibles que solo se pueden sentir.
ResponderEliminarAbrazos
Ese es el fondo de la cuestión, Isa: los sentimientos están por encima de toda forma de expresión.
EliminarUn abrazo.
Pues si al poeta le resulta "indefinible", imagina a quien no lo es.
ResponderEliminar¡Qué mala eres conmigo! ¡Me has destrozado el argumento! Ja, ja, ja...
EliminarUn abrazo.
Buscar lo que a veces es inencontrable. Aspirar a definir lo que te carcome por dentro y no tiene cura. O sé, pero no sabes ni siquiera cómo se llama. Quizá la solución esté cerca, quizá al otro lado de la esquina.
ResponderEliminarUn saludo
A veces es una ofuscación, Carmen. Te confieso que a pesar de ejercitarme cada día tengo muchas lagunas de memoria. ¿Quizás sea por eso? Tan solo un recurso poético. Gracias por venir y opinar.
EliminarUn abrazo.