Dibujo
de Shamsia Hassani
Pintora
afgana
Veinte años y volvemos al
barbecho:
aquel timorato rayo de
luz,
aquella esperanza
que manaba de los
pensamientos de Zahra,
─común a tantas otras─
y cobijaba en su alma como
castillo de naipes,
es hoy dificultad
respiratoria que asfixia
y se ve forzada a buscar
aire
por encima de la
estratosfera de sus circunstancias.
Sobre su cabeza,
el lodo ancestral que todo
lo embadurna,
la retirada a las
trincheras medievales
de la intimidad de sus
aposentos,
la despersonalización, la
nada.
Las ilusiones se han
evadido
en medio de una algarabía
tétrica,
donde no ha quedado un
resquicio a la esperanza.
Por el aire los últimos
pájaros metálicos,
por las cloacas las quiméricas
ilusiones
de unos silos que se
soñaban repletos de grano.
Dudo que alguna vez hayan dejado de verdad el barbecho. Siempre tutelados por unos o por otros.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
No te falta razón, Cayetano, pero les ayudamos a soñar, a tener esperanza, esa que se ha deshelado con el abandono.
EliminarUn abrazo.
He comenzado a leer, como así lo indico en mi blog, "Las Sirenas de Bagdad" de Yasmina Khadra, ahí podemos ver porqué los árabes nos tienen tanto cariño y como solo hay un paso para convertirse en terroristas. Si no has leído nada de él lo recomiendo, tiene historias maravillosas.
ResponderEliminarSaludos
Tomo nota, Emilio, y muchas gracias por la recomendación que sin dudas voy a aprovechar.
EliminarUn abrazo.
Me está gustando mucho esta serie de poemas inspiradas en los dibujos de Shamsia Hassani aunque sean tristes por esa realidad tan amarga por la están pasando.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo, por así manifestarlo. Mi pretensión ha sido hacerme solidario con las únicas armas que poseo.
EliminarUn abrazo.
No olvidemos que occidente tampoco tiene las manos limpias.
ResponderEliminarTriste situación.
Salud, Francisco
Anna Babra
El que esté limpio tire la primera piedra. Muy triste, Anna.
EliminarUn abrazo.
Esa cruda realidad , es peor que una mala pesadilla...al menos la pesadilla se acaba al despertar.
ResponderEliminarBesos
No te falta razón, querida amiga Antonia.
EliminarBesos.
Mientras más oscuro está el entorno, con mayor facilidad vemos la lucecita a lo lejos y respiramos y respiramos y cada vez, esa luz se va expandiendo hasta circundarnos y cubrirnos. Le abrimos una portezuela y vamos incluyendo a todos los que quieren ingresar, hasta quedar todos cubiertos por esa luz de humanidad que luego se fusiona con la divina y es cuando Dios sonríe muy esperanzado en su creación, que ya lo tenía muy desazonado.
ResponderEliminarMil besitos de anís estrella. Feliz fin de semana, querido poeta.
Me siento premiado con tus anisados.
EliminarBesos.
Realidad cruel. Triste poema amigo. Saludos.
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