Parar. Escuchar el
silencio del aire
recorriendo los alveolos
y el reflujo que sale
sacando a la luz
lo viciado y escondido.
Tomar conciencia
de la base donde se apoya
la vida,
mirar hacia adentro muy-len-ta-men-te,
con extrema quietud, al
punto
que nos permita la
comunicación
con el interior de uno
mismo:
exterioridad e
interioridad.
Escucharse para aprender a
escuchar,
a ser espejo donde el otro
se refleje
y pueda vislumbrar la
acogida.
Solo podemos dar de lo que
tenemos,
comunión que nos ha de
llevar
a la realidad que somos,
asumiendo que cada fracaso
es un eslabón
y por la perseverancia
hacia el éxito.
Y en ese excelso deseo,
en esa férrea voluntad de
aprender,
iremos recorriendo el
camino
hacia la integra totalidad.
No hay rutina, cada
instante es nuevo
y abierto a su
descubrimiento.
No pienses en el destino:
hasta la muerte, como
hasta Ítaca,
todo es novedad y aventura
que ha de llevarnos a la
plenitud.
En la situación actual, personal y colectiva, viene bien una dosis de meditación y relajación.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Siempre es el momento oportuno de valorar la situación para poder tomar las decisiones adecuadas.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Francisco, pides demasiado: parar, escuchar, tomar conciencia..., ¿quien hace eso hoy?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Emilio, ¿quién no necesita parar, tomar distancia, respirar, valorar... No se puede hablar de mayorías, pero sí, tampoco son tan escasos.
EliminarUn abrazo.
De vez en cuando hay que sacar tiempo y dedicarse a meditar. Una buena forma de hacerlo es practicar yoga; otra es salir al campo y escuchar el silencio de los árboles y el trinar de los pájaros, o, el rumor de las aguas del mar.
ResponderEliminarUn saludo
Lo más difícil es lograr hacer el silencio. A partir de ahí todo rodado. Gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
En un silencio absoluto, se consigue la meditación, también con una música apropiada, tambien se puede conseguir.
ResponderEliminarSería de muy buen provecho dedicar un tiempo para eso, cada día.
Besos
Cada persona que hace por practicarlo logra su mecanismo ideal. Muchas gracias, Antonia.
EliminarBesos.
Llevo ya un tiempo que no me paro a meditar y profundizar en mi interior, recuerdo cuando la hacía la paz interior que sentía.Nunca hay que dejar las buenas costumbres pero llevo un tiempo con tantas cosas en mi cabeza y en mi vida que hasta que no las resuelva son un gran obstáculo para sentir ese silencio tan necesario para meditar.Saludos
ResponderEliminarLa recompensa es ciertamente alta, Charo. Gracias por dejar tu testimonio y ánimo para reaudar la práctica.
EliminarUn abrazo.
Escucharse a si mismo y hablarse es el ejercicio que mejor construye.
ResponderEliminarSalud, Francisco
Anna Babra
Me alegra saber que lo practicas. Es el mejor camino para conocerse uno mismo.
EliminarUna abraçada.
Poema deslumbrante que muito gostei de ler.
ResponderEliminar.
Um domingo feliz … Cumprimentos
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Muchas gracias, Rykardo.
EliminarAbraço.
Gracias por tu poema que nos lleva a ese estado de armonía que has alcanzado.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Gracias a ti, preciosura.
EliminarUn gran abrazo.
Mucha paz emerge de estas letras Francisco que son en verdad tan ciertas!!!
ResponderEliminarY me llevo en el bolsillo estos versos.."Escucharse para aprender a escuchar,
a ser espejo donde el otro se refleje
y pueda vislumbrar la acogida..." Cuanta falta hace detenerse, escuchar, observar, mirar hacia adentro!!! Un abrazo grande de domingo!!!
Gracias a ti, Eli, porque ya sabes escuchar, observar y mirar hacia adentro.
EliminarUn sólido abrazo.
Es bueno meditar, y tu poema hermoso, saludos amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarUn abrazo.
No hay duda de que la meditación nos pone en paz con nosotros mismos y además nos enseña a perseverar y ser constantes en nuestros proyectos para conseguir poco a poco lo que queremos, Francisco. Nos viene de maravilla que nos lo recuerdes y cada día nos paremos un ratito a sentirnos en paz y lograr el equilibrio necesario.
ResponderEliminarMi abrazo admirado, amigo.
Antes que nada pedirte perdón por no haberte respondido antes. Y mi agradecimiento por tan atinado comentario. Es verdad, todos necesitamos parar, respirar hondo, mirar hacia adentro y evaluar. Luego, ya repostados, reemprender la marcha.
EliminarUn fuerte abrazo.