Combinación de heptasílabos y
endecasílabos
Hoy regreso a las calles
de mis primeros pasos.
las primeras caídas
y los juegos primeros.
Calles que eran de piedras,
mas las paredes siguen
siendo blancas
como de albos ensueños;
se apagó la cal en un sueño
eterno
y resucitó en plástico,
todo ello es más moderno.
No están en ellas sus
antiguos dueños,
pues quedaron dormidos
en apacible eterno.
Bien poco está cambiado
en este Ojén, mi pueblo,
aunque ya no residen
aquellos que dormitan,
aquellos que quise y
aquellos que quiero.
Pese a esos recuerdos de amigos que ya no están, si tu niñez y juventud, allí vivida, fue alegre, es hermoso evocarla.
ResponderEliminarUn abrazo
Sin duda alguna que es hermoso, Emilio; pero cuando vuelvo siempre recuerdo a las personas que fueron y que ahora echo de menos, empezando por mis padres.
EliminarUn abrazo.
Pensaba que eras de Sevilla, ahora tu poema me ha sacado de mi error, no he estado en Ojén pero si he visitado una población bastante cercana.
ResponderEliminarBesos
Nací en Ojén y luego estudié el bachillerato en Marbella, donde trabajé hasta los 22; de allí pasé por el País Vasco y luego Madrid. A Sevilla llegué en 1991. Por cierto, durante unos meses compaginé mi trabajo en Sevilla con otro de la misma empresa en Córdoba.
EliminarBesos.
Tú has vuelto a las calles de tus recuerdos y yo he vuelto a visitar a los amigos tras regresar de Mérida. Gran versión de La Orestiada de Luis García Montero.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Guardo un recuerdo muy especial de Mérida donde también tuve la fortuna de ver una tragedia griega en el teatro romano: lo bueno se destaca por sí solo.
EliminarBienvenido y un abrazo.
Siempre me ha enamorado tu pueblo, basta ver las fotos que nos regalas de él, pero ahora me siento si cabe más atraída por él ya que uno de sus insignes poetas, es mi amigo y lo quiero.
ResponderEliminar¡Oh, qué cosas tan bonitas me dices, Tracy! ¿Cómo haré para recompensarte?
EliminarBesos.
Calles cuya belleza queda para la eternidad a través de tus versos, capaces de despertar a todos esos queridos que duermen.
ResponderEliminarUn beso.
Muchísimas gracias, Sara. Por encima de la belleza, la emoción que me produce andas por sus calles y reencontrarme con quienes están y quienes ya se fueron.
EliminarBesos.