Hoy me arrepiento
y quiero pedir perdón
por las muchas veces que me
he quejado
y por aquellas otras más
numerosas
que no se me ocurrió dar
gracias.
Tantos años comiendo a
diario,
apagando la sed con agua
fresca;
tanto tiempo disfrutando de
la vista,
palpando el calor de una
mano tendida
o pudiendo escuchar
la risa o el llanto de un
niño,
la melodía del tiempo
en su transcurrir entre
estaciones…
Son tantos los dones
recibidos día a día,
tantos los apuros
de los que he podido escapar
indemne,
que hoy me limito a dar
gracias
por las numerosas veces que
he callado.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto...
ResponderEliminarEn casi todo tienes razón, menos en el llanto de ese niño que vive encima y que se pasa el día berreando y ya casi tiene un año. Y sus padres tienen perro. Y ladra y no para. Y a veces hay coro: niño llorando, perro ladrando, madre diciendo cosas al nene en un tono chillón para que pare, padre cabreado gritando al chucho. Felicidad vecinal.
Un abrazo, Paco.
¡Oh, las tardes de siesta y las ventanas abiertas; el sol apretando y el vecindario gritando! Que tengas un feliz verano, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Hay mucho que ageadecer en la vida.
ResponderEliminarPara mi no cabe la menor duda, Paloma. te agradezco tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Dar gracias por lo que uno ha recibido no quita para denunciar lo que otros no reciben.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin duda alguna no somos solos, sino que estamos llamados a vivir en sociedad, lo que quiere decir que debemos ocuparnos de quienes nos rodean y en especial de aquellos que más nos necesitan.
EliminarUn abrazo.
Es de bien nacidos el ser agradecidos.
ResponderEliminarGracias a ti por estar.
No hay dudas, Tracy. Muchas gracias por tu presencia.
EliminarBesos.
bueno, nunca es tarde para agradecer y volver a iniciar...
ResponderEliminarAsí es, Carlos, cada día es un nuevo comenzar, pero arrastrando el saldo anterior, como dicen los contables.
EliminarUn abrazo.
Hoy nos das un lección de humildad con las palabras de este poema. Muchas veces nos quejamos de los problemas de la vida diaria y no tenemos en cuenta tantas cosas que tenemos a nuestro alrededor para poder disfrutar...y que hemos hecho nosotros para merecerlas?
ResponderEliminarBesos
En verdad soy de pocas lecciones. Cierto que todos aprendemos del otro, pero yo no me creo ejemplo de nada.
EliminarBesos.
Es la vida tanta bendición, que lo mínimo es agradecer cada vez que nos percatamos de ello.
ResponderEliminarDe que manera excelsa lo has hecho, Paco. Si me aceptas, me uno a tu agradecimiento.
Un abrazo grande.
Para mí es todo un honor hacerlo juntos, Sara. Muchas gracias por adherirse.
EliminarUn fuerte abrazo.