Jornadas de lunas acortadas
y días alargados por el alba
y por el ocaso. Sol que
hiere
e invita a la displicencia.
El veraneo del jubilado
se asemeja al del escolar,
aunque con serias
divergentes
energías.
Hace tiempo yo era niño,
puedo ratificarlo en las
piruetas de mis nietos,
en la somnolencia de la
sobremesa
y en los hábitos que he
vuelto a retomar;
también en el paisaje
y en lo apacible de las
sombras,
en el sabor acidulado del
gazpacho
y en el humo de las moragas;
en lo mayores que están
los compañeros del Instituto
con los que me veo
y en la merma de sus
capacidades.
Hay hoy un verano tan
palpitante
como lo fue ayer,
si bien me parece un
derroche de energías.
Por fortuna me siento muy
bien
─sin entrar en detalles─
Pero ya no me apetecen las
mismas cosas
y hasta las considero
locuras.
Ayer y hoy el mismo verano
y unas apetencias en
menguante.
Cada día tiene su propio afán, y aplicado a la vida cada momento sus propias apetencias. Haya que disfrutar lo que se tiene, sin añoranzas, solo como haces "constatando". Bss
ResponderEliminarY así, los afanes de hoy son mucho más modestos que los del ayer, pero no menos el gozo de vivir el presente.
EliminarBesos.
Amigo Francisco, pongo un pequeño reparo a tu segunda estrofa, las diferencias entre las vacaciones del escolar y del jubilado no son serías, son radicales y no solo en la energías, que quieres que te diga que no sepamos los dos, para ellos las vacaciones tienen como fin, descansar para tomar energías y enfrentarse a un futuro, nuestro descanso, nos lo hemos ganado, es indefinido y nuestro futuro ya sabes cual es, pasarlo lo mejor posible, con lo que se puede, mientras se pueda. En lo que si creo que ganamos a los jóvenes es en saber paladear lo que tenemos, le damos su importancia, no es lo mismo tomarse unos espetos en la playa siendo un joven al que le quedan muchas experiencias por vivir, que a los que las hemos vivido, hemos aprendido a sacarle el sabor a las cosas y dejar al margen lo superfluo, y pobre jubilado que no haya aprendido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como comprenderás no difiero de lo que dices. Yo he apuntado y tú le sacas punta al lápiz, pero hablamos de los mismo, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Los recuerdos vienen a visitarnos para traernos al presente veranos de aquellos tiempos en que teníamos toda la vida por delante, muchos sueños y demasiados pájaros en la cabeza. Tú, Marbella: yo, Mazagón y La Antilla. Esas pandillas de amigos, las chicas, la playa, la sangría y los guateques llenos de sevillanos y choqueros. Qué tiempos. Nunca me reí tanto ni me lo pasé mejor.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Quiero imaginar que los jóvenes de hoy viven su presente con el mismo entusiasmo que nosotros lo vivimos en nuestra juventud. Nos ha pasado el tiempo como una ola por encima de nuestras cabezas, pero no dejamos de vivir nuestro presente adaptados a las circunstancias del hoy y también sigue siendo hermoso, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Vive tu presente, seguro que siempre hay bellos momentos, ilusiones que pueden llenar la vida, pienso que no tienes que pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. No será un verano palpitante como cuándo eras joven pero seguro que sabrás sacar lo mejor que la vida te ofrece…
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Por supuesto que es así, no es un verano tan agitado, pero sí vivido en plenitud. Gracias, Sneyder, por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Querido MAESTRO, hay que hacer locuras siempre, aunque a cada edad las que corresponden.
ResponderEliminarEl adjetivo es siempre el mismo, pero las locuras han cambiado de fechorías, querida Tracy.
EliminarBesos.
Hola Francisco. Es lógico que cada año apetezca hacer menos locuras físicas porque el tiempo va mermando nuestras capacidades de movimiento.
ResponderEliminarAfortunadamente el movimiento de la mano y el de la cabeza, creo que lo tienes más aumentado. Que sigas haciendo poemas y regalando metáforas y sueños.
Abrazossssssss
¡Olé para ti, Isa, por ese piropo tan bonito y que tanto te agradezco!
EliminarBesos.
Adoro que estés muy bien y más, saberlo.
ResponderEliminarUn feliz abrazo anisado.
Muchísimas gracias, Sara, por tus palabras aromáticas.
EliminarBesos anisados.