Cuando amanece,
el mar es un murmullo
agitado de barcos
que regresan silenciosos
buscando la lonja,
una procesión marítima
con el cortejo de centenares
de gaviotas
que buscan los descartes
y también los descuidos:
es más fácil hurtar que
pescar.
En el rebalaje, tres cañas
enhiestas
fondean sus carnadas con
paciente esperanza,
mientras un deportista
insólito
corre por la arena con sus
deportivas de marca
y la urgencia humedecida de
sudor.
A lo lejos, tractores que tamizan
las arenas
como quien se acicala
para vestir de punta en
blanco.
Cuando amanece en Marbella,
despierta el letargo del
pretérito,
de los bostezos lúdicos de
la noche anterior
y se emperifolla para
estrenar el nuevo día,
como novia que se engalana y
enjoya.
Es como si todo se renovara cada día, con cada amanecida. Como empezar de nuevo.
ResponderEliminarDisfruta de tu Marbella.
Un abrazo, Paco.
El nuevo día sigue a nuestros ojos siendo un milagro como debió serlo para el hombre primitivo. Muchas gracias, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Marbella como cualquier playa o puerto en verano. Buen poema y bella fotografía.
ResponderEliminarMuchas gracias, Angalu, por regalarme el oído.
EliminarUn abrazo.
Ver amanecer desde una playa de Marbella debe de ser hermoso, para los que no viven allí, ver amanecer es estar vivo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para todos, Emilio, junto a la belleza del amanecer, tanto en la sierra como en la playa, esa renovación que significa para cada uno.
EliminarUn abrazo.
Como en un espejo he visto este amanecer cotidiano, rutinario pero bellamente descrita por ti. Hasta las gaviotas revoloteando han venido a saludarme. Buenos días querido Francisco. Bss
ResponderEliminarEse fue mi sentimiento al escribirlo: lo rutinario, lo que no solemos ver, lo que se nos escapa, nada especial, Katy.
EliminarBesos.
Hermoso tu amanecer.
ResponderEliminarY pienso en los que no tienen un amanecer en el que descansar sus sueños para el nuevo día...
Gracias por el remanso de paz de la fotografía y de tus palabras.
Un abrazo apretadito.
Dibuja de todos tus amaneceres.
;)
¡Qué rico tu apretadito, Edurne! Esta es la paz a la que aspiro, más a la contemplación que a la vieja agitación.
EliminarBesos.
Nunca había capturado fotos del amanecer, en los lugares de playa que había estado siempre eran de atradeceres, hasta que este año en mi estancia en Aguadulce, todos los días pude contemplar desde mi terraza como iba saliendo el sol cada mañana.
ResponderEliminarBesos
Regálame una de esas fotos tuyas, la que te parezca, para que yo le ponga letras, ya que no sé poner música.
EliminarBesos.
Te conoce bien el trasiego mañanero del mar y sus aledaños, no?
ResponderEliminarMuchas experiencia traen los años, no sólo quejumbres óseas, querida Tracy.
EliminarBesos.
Bellos amaneceres ves, y los disfrutas en Marbella adornandolo con versos y poemas. Que sigas disfrutando y regalando con tus letras esa paz que muchas personas anhelan.
ResponderEliminarAbrazossssssss
Muchas gracias, Isabelita, que tú también puedas disfrutar de esa misma paz, pues la paz se lleva en el corazón y el paisaje sólo predispone.
EliminarAbrazos.
El amanecer, es la gran oportunidad. Agradezcamos esa continuidad.
ResponderEliminarBesos de anís.
De alguna forma, Sara, la noche parece acabar con todo y el amanecer todo lo renueva.
EliminarBesos anisados.