Fotografía de Escolástico Martín, "Tico" |
Desde aquí a la bajamar,
se derrama mi mirada;
nadie la puede parar.
¿Quién sabe dónde desagua
la tapada Barbacana
si se duerme tunelada
y se despierta en la mar?
Así me voy a trasladar
desde casa al rebalaje,
con la toalla y las chanclas
ligerito de equipaje.
Bajamar de estas mis ganas,
hacia ti va mi apetencia
desde el ocaso hasta el
alba.
Muy marinera la canción, sabe a espuma y sabe a sal. Muy de la tierra y de los esteros rezumando azul del mar.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Muchas gracias, Cayetano, siempre tan cordial.
EliminarUn abrazo.
Le falta la música, pero ¡BIEN!
ResponderEliminarOtro día le aviso a la charanga y hacemos una orquestina, Angalu.
EliminarMuchas gracias.
Abrazos.
¡Qué preciosidad!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy.
EliminarBesos.
Se antoja mucho estar en la imagen creada por tus palabras, con chancletas y despreocupación, dispuestos a embellecernos el espíritu con serenidad y naturaleza.
ResponderEliminarUn anisado abrazo.
Este tiempo veraniego lo es de canción ligera, de vestido informal y espíritu serenos y calmo.
EliminarUn abrazo anisado.
Poco se necesita cuando estás delante del mar, tan sólo su presencia te da la serenidad que tano se necesita y la paz y la tranquilidad de espíritu....se ve que acabas de regresar de él.
ResponderEliminarBesos
Lo que más me admira es cómo descansa la vista dejando que ésta pierda la noción del tiempo contemplando el movimiento de sus aguas.
EliminarBesos.
Un placer pasar por tu blog, excelentes blog Saludos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, José Ramón. No son muchas mis aspiraciones, pero sé degustar y agradecer tus palabras.
EliminarUn abrazo.
En cambio por acá, Paco, con frío rayando el 0º, lluvias y ropa de lana, añoramos el mar, la arena, las chancletas y toallas. Nada es perfecto.
ResponderEliminarAbrazos.
Pues sí, Vicente, habitar en distintos hemisferios tiene estas cosas aparentemente contradictorias que sólo son complementarias.
EliminarUn fuerte abrazo.
Bien por esa canción que hace honor a tu buena relación con el mar...Ese elemento grandioso, que nos recuerda el misterio divino de la creación.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Como figura en el Salmo 77, 16: "Te vio el mar, oh Dios, te vio el mar y tembló, las olas se estremecieron." Mi apego al mar viene de la niñez, pero le tengo un respeto tremendo, como a ti devoción.
EliminarUn abrazo.