El abandono es la víspera
de un letargo letal
del que difícilmente se sale
con vida o dignidad;
así las personas en su otoño
que se dejan llevar por la
inercia
de la pasividad ociosa
o la certidumbre pretérita
que se esfumó mansamente
por una bajada de brazos
camino de ninguna parte,
como si la jubilación
no fuese júbilo y jubileo,
gozoso y alborozado.
No podemos luchar
contra el paso del tiempo,
pero sí contra la decrepitud
a la que lleva el abandono:
un desconchado del alma
que te arrodilla ante ti
mismo.
No, Francisco los desconchados del alma vienen a veces desde tempranas edades y también tú lo sabes hay oficios que sanan...
ResponderEliminarBesos muy calidos
tRamos
Y cuando no se sana, al menos sanear lo que está desvencijado.
EliminarUn beso.
Bellos, profundos y conmovedores tus poemas, como siempre. Cumplí años en éstos días y, unilateralmente, he decidido regalarme "Bosque en otoño". . . Desde Buenos Aires, va el habitual abrazo. Gracias Francisco!
ResponderEliminarFelicidades por esos años. Que estos te lleven a la madurez reflexiva, pero nunca a la decrepitud del abandono.
EliminarBesos.
Lo peor, amigo Francisco, es que la decrepitud, la decadencia, el abandono, cada vez mas llega a los jóvenes, se puede ver en las ciudades a jóvenes y hombre/mujeres de edades medias tirados en la calle, sin trabajo y si uno ha tenido la desgraciada oportunidad de verlos evolucionar hacia ese abandono produce tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Emilio por tus comentarios. Hoy quiero darte una noticia: me han invitado a participar en un Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora el próximo 22 de noviembre en Granada. Llegaremos el viernes noche y regresaremos el domingo a medio día. Si te apetece asistir, el recital será en el hotel Alixares el sábado desde las 10 de la mañana. Me ocuparía de que pudieras asistir.
EliminarUn abrazo.
Y se puede levantar el vuelo, dentro mismo encontraremos los motivos para llevar ese desgaste con alegría por haber alcanzado el poder contarlo. Un abrazo
ResponderEliminarNo es lo malo el inevitable desgaste físico, Ester, sino la apatía que corroe a muchos de nuestra edad.
EliminarUn beso.
Abandonarse es lo último. Si lo haces, estás acabado. Yo ahora que tengo tiempo libre, no me sobra porque sienpre ando haciendo cosas. Las que me apetece hacer.
ResponderEliminarUn saludo.
Así me pasa también. Antes tenía un horario; ahora todas las horas son del mismo calendario.
EliminarUn abrazo.
Quise decir "siempre".
EliminarSe te entendió perfectamente, ¡están tan juntas en el teclado n y m!
EliminarEsta vez no estoy de acuerdo.Hace mucho tiempo la jubilación dejó de ser júbilo .Siempre aclaro acá, que hablo desde mi realidad, desde mi tierra "el último rincón del mundo " dicho por nuestro adorado papa Francisco
ResponderEliminardesde los magros sueldos , percibidos después de una larga vida de trabajo y esfuerzo hasta el maltrato , ahora potenciado por los casos de inseguridad que parece haber elegido a los abuelos. Casos y casos de golpes y muertes. No sé de quién es la culpa, porque todos se "tiran la pelota" .Esta sociedad está enferma de gravedad . Y no veo nada que me indique que las cosas mejorarán.
no hace tanto , los abuelos tenían un lugar de privilegio en los hogares, eran amados y respetados. Ahora, la mayoría son apaleados y abusados.
El mundo está loco. No entiendo más nada.
Apapachos.
¡Ay del que cualquier momento de su vida no es júbilo! ¿Acaso no es júbilo disponer de todo el tiempo para aquello que te apetece y no para lo que te obliga? Otra cosa distinta es la consideración social o familiar, que de todo hay, pero en lo personal, no hay dudas.
EliminarApapachos.
Bien lo dices Francisco, abandonarse es dar paso a la muerte temprana a toda edad, pero más cuando han pasado los años, es importante levantarse y acostarse a la misma hora. Lucir afeitado, con el cabello corto, vestido correctamente, caminar diariamente, hacer estiramientos para mantener el cuerpo flexible. Mantenerse sociable con familiares, vecinos, amigos. Seguir planificando, soñando,con aquello que esté dentro de las posibilidades, eso nos mantendrá vitales. Como dice Maria del Carmen, el dinero que se cobra de jubilación es escaso aquí, el que depende solo de eso, no la pasa bien. Pero, hay que continuar con fe renovada, no hay mal que dure 100 años, solo que hay que estar para cuando termine el mal tiempo. A lo que hay que temerle es a la decrepitud, de allí mi sugerencia de mantenernos activos y con pensamientos positivos. ¡No al abandono!
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo, Migue, que no podemos refugiarnos en las circunstancias porque, a fin de cuentas, cada personas es responsable de sí mismos y puede y debe no abandonarse al margen de los medios económicos con los que cuenten, o las vicisitudes sociales. El yo nos pertenece a cada uno de nosotros y ese es el que no debemos dejar en abandono.
EliminarUn abrazo.
conozco a personas que son mayores y decrepitos de jovenes y otras que siendo mayores son jobiales y alegres, la edad no tiene nada que ver con el abandono, sino el espíritu y las ganas de vivir y disfrutar de cada uno.
ResponderEliminarSiempre sacas entradas que invitan a reflexionar.
Besos.
Eso es muy cierto, Demófila, pero es más frecuente en las personas mayores, según mi experiencia, por eso intento animar a todos a que no sea así, si bien las personas que por aquí aparecen necesitan pocos consejos porque son muy activas.
EliminarBesos.
El ser mayor o el jubilarse no debe convertir a nadie en " abandono" . Es cierto lo que dice Demofila , hay personas mayores muy activas , que se apuntan a todo , que quieren seguir aprendiendo, que colaboran en buenas causas , que siguen dando lo mejor de ellos mismos y hay jovenes que no hacen nada , que no tienen ganas de vivir ni disfrutar , . La vida es una actitud y si nuestra actitud sigue siendo buena ante la vida , por muchos achaques que tengamos ya , seguiremos actuando con ganas y entusiamo . La edad no tiene nada que ver con el abandono . Hay que mantenerse activo dentro de lo que podamos para no llegar nunca al abandono .
ResponderEliminarLa foto la conozco pero ... no se de qué . Gracias , Francisco . Un abrazo grande y sin ABANDONO
Bueno, Charo, lo que me interesa es saber si te ha gustado el uso que he hecho de tu foto, firma incluida.
EliminarBesos.
"la decrepitud
ResponderEliminara la que lleva el abandono:
un desconchado del alma
que te arrodilla ante ti mismo."
Me encanta esta imagen poética, además de original, muy profunda.
Estoy de acuerdo. La jubilación debía de ser una edad dorada, donde uno es más inteligente y sabio porque ha aprendido de su propia vida; donde además no soportas la carga de un trabajo rutinario, sino que estás libre para hacer lo que más te gusta. Sin embargo, muchas personas se ven fuera de una vida mantenida durante muchos años, en un trabajo donde se sentían formar parte de un sistema, de un grupo; útiles, necesarios. Algunos se vienen a bajo por eso: hicieron de su trabajo la única fuente de su felicidad, y sin él se ven perdidos. Si le sumamos los dolores y achaques físicos, es todavía más fácil sentirse inútil, como si tu vida ya hubiera dado sus frutos. La vejez debe de ser una edad muy difícil si tu vida no está lo bastante plena, o si no has conseguido el equilibrio que da la felicidad de una vida pasada hermosa.
Pero creo que en general, las personas inquietas, de rica vida interior y espíritu animoso, siempre encuentran modos de seguir haciendo de esta etapa un tránsito gozoso.
Me ha gustado mucho tu reflexión de hoy.
Un abrazo grande y mucha salud, porque riqueza de espíritu te sobra :)
Me apetece responderte desde el alma, Volarela. Gracias por destacar esa imagen que te ha parecido bella y gracias por desmenuzar lo mismo que yo he querido decir pero tal vez no de forma tan clara. Y sobre todo, gracias por la valoración que haces de mi persona.
EliminarLo verdaderamente importante es saber que mi YO no está en el trabajo ni en las cosas materiales: el trabajo se acaba y las cosas materiales se las suele llevar un cambio de fortuna o un banquero desaprensivo. El YO es el que tenemos que alimentar a lo largo de toda la vida y de manera especial a partir de la jubilación, lo único que no podremos dejar en testamento.
De nuevo muchas gracias, y un beso.
¿Estás triste?, no te me pongas triste, por lo menos para que no se pierda este comentario.
ResponderEliminarBesitos a puñaos, alegra esa cara y ese boli.
A veces estoy dolorido físicamente, bueno, con demasiada frecuencia, pero triste nunca.
EliminarBesos
Casi estoy segura que las personas que permanecemos en contacto por este medio, tenemos una especie de telepatía que nos hace pensar en las mismas cosas y al mismo tiempo...Hasta hace un momento preparaba la introducción para un proyecto de bienestar social que será dedicado a un Hogar de ancianitos del San Vicente de Paúl, con quienes estoy ligada desde mis años de bachillerato. Sucede que uno de los puntos es ese..el abandono y la dejadez...muchas veces ese abandono proviene de parte de la misma familia, pero otras, por causa propia...por eso, y para que se mantengan en ejercicio y con eso, no tengan problemas musculares que los lleven al final a estar postrados en una silla de ruedas o en una cama, es que estoy inspirada en realizar ese tipo de aparato y con materiales que se puedan conseguir de reciclaje...y bueno..que todos vamos hacia esa edad...nosotros estamos ya al doblar la esquina y nadie detiene el paso del tiempo, por mas que tratemos de cuidarnos y vernos bien, por dentro la maquina ya tiene fecha de caducidad...solo espero no tener que sufrir el abandono que sufren esas ancianitas...un beso y que tengas un lindo comienzo de semana
ResponderEliminarCreo que más que telepatía, Mirella, es que los temas son siempre recurrentes y todos damos vueltas a poco más de una docena de cosas, las cuales revestimos con vestiduras nuevas. Te felicito por la bella labor que haces.
EliminarHe visitado residencias de mayores y he visto esas miradas perdidas, ausentes, abandonadas, que no estaban en el presente de ellas mismas sino en el confuso infinito. Esas son las cosas que debemos evitar.
Un beso.
Las frustraciones llevan a veces a recluirnos en un pozo sin fondo del que no podemos salir sin voluntad de hacerlo, por mucho apoyo familiar que tengamos. El remedio está en nosotros mismos.
ResponderEliminarUn saludo
Por supuesto que sí, sin la voluntad del interesado es imposible salir de la situación en la que uno se encuentra. Lamentablemente conozco muchos casos muy de cerca que no se dejan contagiar de optimismo y voluntad.
EliminarUn beso
Francisco la imagen de tu poema simboliza esa casa, que somos todos con necesidad de renovación constante...A veces nos abandonamos física y espiritualmente y el deterioro avanza destruyendo las paredes y la esencia de su interior...Tus letras son una llamada de atención para que mantengamos la dignidad de esa casa,que somos nosotros mismos y que merece nuestro respeto,atención y cariño...Mi felicitación y mi abrazo por tu profundidad y variedad de temas, poeta y amigo.
ResponderEliminarM.Jesús
Me alegro que hayas atinado en la médula de mi propósito y lo hayas desmenuzado perfectamente. Muchas gracias, Mª Jesús.
EliminarBesos.
No podemos luchar contra el paso del tiempo...
ResponderEliminarSimplemente pasa. Y de nosotros depende como afrontarlo. Pero creo que eso debe empezar muchos años atrás. Pensar que nunca llegará es un grave error. Llegará y llega queramos o no. Bello simbolismo. El mantenimiento es importante si no queremos convertirnos en ruinas.
Bss
Gracias, Katy, ese ha sido el juego un simbolismo entre la vida mía o nuestra, y/o el mantenimiento o abandono de una casa que acabará por caerse a pedazos.
EliminarBesos
Todo esto que escribes es precioso Francisco.
ResponderEliminarA mí me parece que tú, Azzul, eres preciosa cuando me dices estas cosas.
EliminarBesos.
Hola Francisco, deseo que no haya abandonos y los abuelos/as pasen un buen invierno. Que la apatía no les venza y saquen fuerzas para continuar en este mundo.
ResponderEliminarA nuuestros mayores muchas veces los vence el miedo a la soledad y a sentirse un estorbo. Mi padre muchas veces nos dice que quiere morirse, que ya no pinta nada aquí. Yo le digo que aun no le hemos dado permiso para que parta, porque aun lo necesitamos con nosotros. Se ríe y queda más tranquilo al sentirse útil ya que aun es necesario.
Deseo que nunca te sientas como el abandono y deterioro de esa casa.
Saludos y un abrazo grande
Todas las personas deberían mantener ilusión y esperanza hasta el último día de sus vidas, pero cuando las dificultades físicas son muchas, no es fácil conseguir ese estado mental.
EliminarBesos.