¿Quién diría que es otoño mientras
late
ese verde esplendor en la
hierba?
¿Quién diría que los jóvenes
de la valla
son otoñales vidas en espera
primaveral
y no recogepelotas oteando
para mejor servir?
¿Quién diría...? ¡Vaya, vaya,
vaya!
¿Quién diría que en un mismo
plano
convive el oxímoron de la
riqueza y la miseria,
de la gran vida y la gran
muerte?
Como en la película de Elia
Kazan,
vidas separadas por la
altísima valla
de la disparidad social, tan
poco emulsiva
como el aceite y el vinagre
tras mucho batir;
de tan imposible
reconciliación armónica
como lo mío es mío y lo
nuestro ya veremos.
Al hándicap de la
acuchillada altura, la madera
para el saque, los hierros cortos
y el approach
para centrar en el camino lo
descarriado
y el wedge para la salida del banker;
los morenos, estén donde
estén,
siempre están fuera de los
límites del campo
y la reconducción no es otra
que
un backspin que acaba en corbata
relamiendo los gozos
frustrados del paraíso
en el envoltorio caliente de
la ilusión fallida.
Para los golfistas son mojones que adornan la valla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espero que tengan otra consideración, aunque para algunos pasen desapercibidos.
EliminarUn abrazo.
La verdad : qué futuro oscuro para nuestros nietos ¿Qué mundo les dejaremos ? porque de todo lo negativo , de todo el desastre también somos parte. Me hago cargo. Pero cómo no encuentro manera de hacer mejor las cosas que ya están mal , rezo. Pido la ayuda divina. que no significa lavarme las manos sino pedir ayuda en el único lugar que me la darán. Apapachos.
ResponderEliminarLas cosas son similares en todos los rincones de la tierra. Hay un "dios-dinero" que todo lo domina y no está dispuesto a compartir, sino a esclavizar para tener cada día más. En mi impotencia, también ido la intervención divina y hago lo que puedo por los que aquí llegan desde mi lugar en Cáritas.
EliminarNunca el paraíso y el infierno estuvieron tan cerca, a tiro de pelota.
ResponderEliminarUn saludo.
En mi opinión, Cayetano, paraíso e infierno son caras de una misma moneda; de igual modo, la riqueza necesita de un cierto número de esclavos para poder ser.
EliminarUn abrazo.
En esta vida tenemos de todo, abunda la riqueza pero mucho más la pobreza.
ResponderEliminarMe encantó tu poema, amigo Francisco, te felicito por el arte de tus versos, eres un gran poeta, una gran persona, y maravilloso amigo siempre con tan buen humor.
Un beso.
Se necesitan muchos pobres para alimentar a un rico, niña María. Gracias por tus amables palabras para mi forma de hacer.
EliminarUn beso.
Gracias, siempre a ti, amigo Francisco, por ser una maravillosa persona y gran poeta.
EliminarUn beso enorme.
Bravo por este poeta que denuncia con tan exquisito ejército de palabras.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana :)
A veces, Volarela, decimos que escribimos para nosotros mismos, pero al descubrir un comentario como este nos damos cuenta cuánto necesitamos del reconocimiento. ajeno. Gracias por tus palabras.
EliminarUn beso.
El sentir que expresa en tu poema es el mismo que tenemos todos....cada día nos sentimos más indignados.
ResponderEliminarBesos
Lo de las tarjetas negras y la redada de estos últimos días es la gota que colma el vaso; mientras, montones de familias que no pueden pagar la factura de la luz y todo un continente, y mucho más, que parecen no tener derecho a nada.
EliminarAcabo de regresar de Cáritas y no puedo ni debo contar pormenores, pero ese río desbordado de personas en la ruina no deja de crecer, a pesar de que los políticos nos venden que estamos en la recuperación. Ha llegado un momento en el que la palabra indignación no describe la profundidad de lo que sentimos.
Besos.
Hola Francisco, muy bueno tu poema para denunciar la deesigualdad . Es una provocación esa imagen. Esas criaturas intentando saltar la vaya para una mejor vida, y un césped verde esperanza con jugadores como haciendo burla a esas personas desafortunadas.
ResponderEliminarEs lamentable y provocativo ponerles los dientes largos de lo que pueden alcanzar si son capaces de saltar al otro lado. Es inhumano. No sé a que cerebro se le habrá ocurrido tal atrocidad pero desde luego clama al cielo o ese infierno de los que saltan la vaya y dejan su vida por el camino.
Francisco, nos das una lección de lo deshumanizados que nos estamos volviendo.
Saludos besos
Pues sí, Isa, el poema ha surgido a partir de la fotografía, ese contraste lindero entre la pobreza extrema y atrincherada y la opulencia implícita de un campo de golf. Algún día, (sueño) todas las personas seremos más iguales.
EliminarBesos.
Como en el poema de Wordsworth, no debemos perder la esperanza de un mundo mejor.
ResponderEliminarAunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos
porqué la belleza subsiste siempre en el recuerdo.
Sin duda alguna, la esperanza es la llama que nos mantiene, alumbra el camino y nos orienta.
EliminarUn abrazo.
Un buen poema muy sentido.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Antorelo, me satisface tu valoración.
EliminarUn abrazo
Esplendor en la hierba,¿qué esplendor?, como dices en tu poesía no existe porque no hay justicia no hay igualdad, unos tiene mucho, otros nada, el mundo está mal repartido, y los gobernantes a trincar, las noticias solo hablan de eso.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario, sí es verdad el primer amor además de ser el más bonito, al menos para mi, es el que abre la puerta para los que puedan venir detrás.
Besos.
Recuerdo haber visto esa película en el cine de verano Rodeo, ¿te acuerdas? ¡Cuántas sequías y cuánta lluvia desde entonces!
EliminarEs cierto, estamos viviendo una confrontación social bien seria, con mayor divergencia cada vez entre ricos y pobres. Decía hoy el noticiario que 20 ricos españoles acumulaban lo mismo que 14 millones de personas. Esto es simplemente inhumano.
Besos.
La foto es impactante porque refleja a las claras la injusticia en la que vivimos, sobre todo ellos, carne de cañón de las hambrunas, de las epidemias y de las guerras sin cuartel.
ResponderEliminarUn beso
Esa es la triste realidad. Aquí también hay pobres, pero la diferencia es que aquí hay comedores sociales y muchas organizaciones que ayudan a los últimos; en África no hay nada de eso y simplemente se mueren.
EliminarUn beso
La imagen daba y da escalofríos...no me extraña que algunos golfistas tuvieran que marcharse por no poder soportar semejante visión...era como una bofetada en pleno rostro, aunque bien pensado, debiera ser un puñetazo en el estómago de muchos...
ResponderEliminarBesos.
Había visto la imagen en televisión y me resultó repugnante; luego me la envión mi amigo Isidoro, sospecho que para que le pusiera un texto y eso he hecho.
EliminarBesos.
Perdón esa valla es con dos eles
ResponderEliminarEsa foto es escalofriante, ya podían haber puesto ahí un cementerio, por ejemplo.
ResponderEliminarMe cabreo, pero te mando un beso.
No me extraña, es esa misma indignación la que me ha empujado a escribirlo.
EliminarUn beso.
El poema como siempre describe con claridad la cruel realidad.No es indignación solo, lo que yo siento es dolor. El hombre se ha olvidado de Dios y ha hecho del poder y el dinero su único dios. Pero un día Dios si les juzgará y no valdrán ni las excusas ni los poderes humanos. Un abrazo
ResponderEliminarNo es lo peor el juicio divino, Katiuska, sino que el dios Dinero es una divinización que nunca deja satisfecho porque su voracidad es infinita. Quien pone su felicidad en las cosas materiales se equivoca radicalmente, y lo malo es que es un materialismo que arrastra, que invita a imitar esa actitud. En mi humilde opinión, la solución del mundo no está en acaparar, quienes puedan en contra de las mayorías, (en España 20 personas tienen la misma riqueza que 14 millones de personas), tampoco en reducir la población mundial de forma drástica como ya lo han intentado dictadores que nos precedieron, sino en compartir; que los que estamos medio bien estemos peor para que toda la población mundial pueda disfrutar la vida.
EliminarUn beso.