11 noviembre 2025

AGUAS MANSAS

 




Aguas cristalinas en movimiento,

gorjeos y ecos musicales;

mi inocente mirada se pierde

persiguiendo a una hoja amarillenta

que navega la aventura final de su vida,

o tal vez, se despeñe al cruzar bajo el puente.


Canta mi corazón infantil

rememorando las aventuras en el río,

tiempo dormido, agitado y exaltado,

brincando de piedra en piedra

y escabulléndose entre el cañaveral

como frontera de lo prohibido y refugio.


En mis horas ancianas reviven inquietas

la agitación y también las mojaduras del ayer,

la diversión sorteando los peligros

y también el regocijo de los prohibido.


Aguas mansas de mi domesticada infancia.

3 comentarios:

  1. Heráclito no tenía razón: el río es el mismo. Hemos cambiado nosotros, no el agua.

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    1. Ha sido el ejercicio de volver a la infancia, Cayetano.
      Un abrazo.

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  2. En esas aguas de la vida se encuentran el hombre y el niño que fue...Ahí está la inocencia y la sabiduría hermanadas en la experiencia y sabiduría.
    Mi abrazo siempre.

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