EL CABLE

¿Quién diría que a esta estructura de hormigón dentro del mar se le conoce con el nombre de El Cable? ¿Quién diría que se trata de todo un símbolo de Marbella? Pues así es. En los años 50 del siglo pasado, seguía en explotación la mina de hierro de El Peñoncillo, situada entre los límites comarcales de Ojén y Marbella, poco después cerrada por agotamiento. Mucho tiempo atrás, el mineral era trasladado en un tren que cruzaba la ciudad de Marbella y hasta el Muelle de Piedras, sobre el que posteriormente se construyó el actual Puerto Deportivo. Pero como decía, a mediados del siglo XX se construyo un cable aéreo, del que colgaban vagonetas que descargaban con un automatismos en una explanada antes de cruzar la Nacional 340, paralela a la playa, donde se establecía un depósito de mineral de hierro desde el que volvía a ser cargado en otro tramo de vagonetas aéreas, cuando llegaba un barco a esta estructura de hormigón de la fotografía, que era un cargadero sobre el que volcaban las vagonetas sobre la bodega del barco.

EL CABLE, fotografía de José Antonio Tamayo.

Ni la mina ni el transporte de mineral eran automatizaciones perfectas, lo que significaba un buen número de puestos de trabajo con el que complementar a la agricultura y la pesca como fuentes de riqueza económica. Luego, para mejor fortuna de la comarca, comenzó a despertar la industria hotelera y Marbella, cuya situación fue siempre la misma y bien que lo supieron los romanos con su asentamiento y necrópolis, dio un giro copernicano y se entregó en cuerpo y alma al turismo y en consecuencia a la construcción.

A los largo de los aproximadamente 4 Km de recorrido de ese medio de transporte aéreo, abandonada la mina por agotamiento, según firmó el ingeniero de Ferarco, José Antonio Hernández Buj, desapareció todo el tendido metálico de postes, cables y vagonetas, pero nadie se ha molestado es derribar esta estructura de hormigón, a la que se conoce con el nombre de El Cable, y por extensión a la playa y a toda la zona.