Hace unos días se murió un buen
amigo mío y hace una semana he visto una presentación en la que dos gemelos,
todavía fetos, venían a poner en duda lo que abría al otro lado, lo que les
esperaría después de la gestación que para ellos era la vida. Cuando acabe de
escribir estas líneas —espero poder hacerlo a tiempo— acompañaré a una amiga a
la misa de difunto de su ser querido. Ayer mismo, seguramente llevado por los
acontecimientos últimos, hablaba con otro amigo lo poco que somos dentro del
universo conocido y eso mismo me hace recordar el Salmo 89: “Aunque uno viva setenta años, y el más
robusto hasta ochenta, la mayor parte son fatiga inútil, porque pasan aprisa y
vuelan.” Los científicos confiesan conocer una pequeña parte del universo y
desde ese universo conocido, no ya la vida humana, sino el planeta tierra es
algo inapreciable.
No pretendo adoctrinar ni hacer
creer nada a nadie, sino simplemente reflexionar yo mismo en voz alta en qué es
la vida y qué es la muerte, algo que por otra parte ha sido y sigue siendo una
constante en el pensamiento humano desde los tiempos más remotos.
¿Verdaderamente todo se acaba con la muerte o todo es vida? Ya sé que el
diálogo de esos dos fetos que lo hacían en el seno de su madre es pura ficción,
pero también es cierto que hasta que no están plenamente integrados en la vida
tampoco son conscientes de que el trauma del nacimiento les conduzca a lo que
nosotros consideramos la vida. Para muchas personas todo acaba con la muerte;
con lo que para esos fetos era la muerte empezaba la nueva vida. Para los
creyentes, la Vida empieza con la muerte y para aquellos que carecen de fe en
la muerte se acaba todo. ¿En qué momento es vida o es muerte la metamorfosis de
una crisálida?
Yo me pregunto, ¿Cómo es posible
que el Creador del universo, de lo que han llegado a conocer los científicos y
de esa mayor parte que de momento no han alcanzado a vislumbrar, haya puesto en
lo creado unos seres tan efímeros? De una patata e incluso de un trozo de ella,
sale una mata que vendrá a dar un buen número de tubérculos; de la muerte de un
grano de maíz nacerá una mazorca, de uno de trigo una espiga, de un esqueje un
rosal... ¿No será que de lo que nosotros
conocemos como la muerte nazca otra vida? ¿No sería, tal vez, un fracaso que para
contemplar las constelaciones de lo infinito se nos conceda tan miserable
tiempo? Respecto a la existencia del universo, la vida del hombre es apenas un
visto y no visto. ¿No será que nosotros sólo seamos conscientes de una de las
partes o periodos de la vida, de esa que lleva desde el nacimiento hasta la
muerte, pero que hay toda una dilatada existencia en un antes y un después, una
permanencia en el siempre?
No trato de convencer a nadie y
ni siquiera puedo afirmar lo que aquí explico, sino que me limito a exponer e
invitaros a reflexionar sobre este asunto que tanto afecta a creyentes como
incrédulos. No se trata de entrar en polémicas, sino que lo esbozo para el sano
ejercicio de pensar y hacer pensar a mis lectores. Os dejo con esta reflexión y
os deseo, lectores, que contempléis cada una de las consideraciones sin
descalificar a nadie sea cual sea su pensamiento. A fin de cuentas, somos nada
en medio del Todo.
Realmente.. nadie sabe que hay después de morir el cuerpo.. Yo al menos lo desconozco .. Se hablan mil cosas .. que si un plano distinto.. que si rencarnación en algo diferente.. No tengo ni idea.. Hasta que no llegue allí no puedo contestar ..
ResponderEliminarSupongo que puede ser todo o que sencillamente.. acaba todo ahí...
Un enorme abrazo
Pues esa es la cuestión que nada sabemos, pero que este pensamiento, esta pregunta persigue al hombre desde su existencia y es normal que también nosotros nos la formulemos.
EliminarUn abrazo
Hola Paco, muy peliagudo es este tema.
ResponderEliminarYo muchas veces pienso y pienso que por ejemplo las rocas duran mucho ¿Porqué?
Las estrellas viven mucho ¿Por qué?
Todo lo que es regado por sangre que corre por las venas, dura menos ¿Por qué?
Tal vez los seres vivos tal como las plantas, animales y seres humanos tenemos un limite de vida.
Las rocas, los mares, las estrellas, el viento, el agua,... lo que no piensa, ni razona, ni obedece a otros tienen más prolongada su vida porque no tienen tanto desgaste como los humanos, animales, o plantas. Si el hombre destruye una roca muere antes del tiempo que tenía destinado para estar puesta donde estaba. Si tala un árbol lo mismo. Creo que la vida en sí es una cadena de supervivencia. Unas cosas se destruyen por enfermedades y por la vejez. Otras porque las destruye del hombre.
De un trozo de patata salen varias matas de patatas porque la tierra tiene las sustancias necesarias para que nazcan e influyen varios factores ambientales. De un cuerpo muerto y en putrefacción salen gusanos. Yo creo que somos energía. Si nos entierran daremos de comer a pequeños insectos y seguirán su cadena de supervivencia. Si somos quemados, las cenizas harán lo mismo, servirán de alimento a insectos y de abono a la tierra. Creo y no quiero ofender a nadie, que la vida nunca termina porque siempre se transforma en alguna otra cosa.
Lo más importante de los humanos es ser buenas personas, ayudar a otras personas, y pensar que el cielo y la tierra están aquí. Si se hacen buenas acciones, estas se multiplican, si se hacen malas acciones, lo mismo.
Cuando morimos, nada termina aquí, nos convertimos en energía y la energía como tal, no piensa ni padece.
¿Quien conoce a alguna persona que se haya muerto y haya dicho que allí donde está está muy bien?
Por favor, no quiero disgustar a nadie con esto. Sólo es lo que yo pienso, que tal vez tampoco sea así. Respeto a las personas que piensan que hay algo más allá de la muerte. Lo importante en esta vida, es hacer el bien sin pensar en que así obtendremos el cielo.
Saludos y besos
Esto es precisamente lo que he hecho y lo que he pretendido, Isa: pensar y hacer pensar. Por descontado que ninguno vamos a dar en la diana, ya que La Vida es algo que no cabe en nuestro entendimiento, pero es bueno este ejercicio.
EliminarBesos
Pensar, ¡¡casi nada!! y sobre todo pensar sobre la vida y la muerte, sobre el principio y el fin, digamos que nos pones un trabajo de reflexión que abarca: filosofía, historia, biología, religión, etc, etc...es demasiado.
ResponderEliminarMe quedo con una frase de Confucio que dice: "Aprende a vivir y sabrás morir bien".
Un abrazo.
Pues para empezar no está nada mal: hacer bien lo que toca ahora es el camino de la perfección.
EliminarUn abrazo
Somo un mero accidente, una casualidad entre millones de posibilidades. Lo malo es que somos seres pensantes y buscamos la trascendencia.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero pensar no es malo, Cayetano: el pensamiento es el único arma de la que disponemos para ser libres.
EliminarUn abrazo
¡Uf! Si te digo la verdad, Paco, prefiero no pensar mucho en el más allá. Me inclino por vivir el presente, tratando de ser y hacer felices a los que me rodean, evitando hacer ningún mal a nadie y poniendo mi granito de arena para combatir las injusticias de la vida que puedo combatir. El resto se me escapa. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarSólo se puede vivir el presente, Felipe. Lo que he propuesto no es traspasar ninguna frontera, sino meditar esa gran interrogante eterno que a todos se nos escapa de las manos.
EliminarUn abrazo
Confieso que no sé qué creer, a veces creo que todo acaba aquí y a veces que con la muerte todo empieza, no sé; tampoco encuentro fructíferas estas reflexiones existenciales que tenían sentido a mis dieciséis años, ahora intento vivir lo que me toca, aprovechar el tiempo y procurar que alguna vez, alguien, se acuerde de mí cuando mis días hayan acabado.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
De la duda nace la reflexión y de ésta la luz o tal vez vuelta atrás y volver a empezar. Yo también me limito a hacer las cosas lo mejor que puedo y que sean mis obras las que hablen por mí.
EliminarUn abrazo
Yo creo que es mejor cerrar los ojos y que la fantasía nos lo cuente, porque si nos ponemos a pensar sobre qué es la vida y la muerte, corremos el riesgo de hacernos un lio y enredarnos en nuestras propias redes. Hoy, en trazando caminos, nuestro amigo El secretario nos habla precisamente de eso, de la muerte, de como golpea sin piedad cinco veces en una misma familia en un plazo de año, año y medio. Algo muy dificil de superar perder a tantos familiares en tan corto plazo.
ResponderEliminarQué nos importará saber y conocer si de la muerte surge la vida, o si acaba con ella. Pues haya o exista vida después de la muerte, la verdad es que estaremos en el mismo plano que esos dos fetos. No lo sabremos nunca, pues si la hay y vivimos, no nos está permitido recordar la anterior.
Vida y muerto son un milagro que no logramos entender, que la experiencia nos dice que son una realidad, pero que escapa a nuestra capacidad de asimilarlas. Precisamente es la fantasía es la que puede que de en el clavo sin que por ello lleguemos a ninguna certeza. A todos nos gustaría saber que pasará mañana, lo que sucede es que no nos resulta posible saberlo. ¿Sabes la cantidad de gente que gastan sumas importantes de dinero en que le adivinen su mañana?
EliminarUn fuerte abrazo
Si lo pensásemos desde el punto de vista de la Naturaleza, somos un elemento más de la cadena biológica, como una árbol o un animal, uno más de todos. Ahora bien, el Ser Humano tiene la posibilidad de trascender un poco más gracias a su capacidad simbólica, lo que le permite estar presente en la ausencia.
ResponderEliminarEn lo personal, mi concepto de vida y muerte fue cambiando con los años, cuando era pequeño le tenía un miedo atroz, hoy que ando por los 50, me parece que es algo que tiene que pasar y lo acepto, pero no dudes que quiero unos 30 añitos más, jeje.
Soy de los que creen que todo se acaba definitivamente y que sólo quedará de nosotros aquello que dejemos como herencia, desde un hijo hasta estos pequeños milagros que son los relatos o poesías.
En fin, un tema que da para hablar horas.
Te dejo un fuerte abrazo y renuevo siempre mi afecto por ti.
HD
Por edad se supone que estoy más cerca del límite y no me pido tantos, pero sí una buena prórroga, ¡como no!
EliminarEn general rechazamos entrar en estos temas y sé que es un ejercicio vacío del que no podemos sacar consecuencia, pero pensé que podría haber interesado entrar en controversia a mayor número de personas.
Un abrazo
Esta es una reflexión de todos los tiempos. Todo ser pensante se ha preguntado alguna vez ¿Que pinto yo aquí? ¿De dónde vengo? etc. La ciencia, la filosofía, las religiones han tratado y trata de dar respuesta al fin último. Lo cierto es que nos resistimos a pensar que todo se acaba con la muerte. Aquí entran las creencias personales de cada uno. Como vive y como afronta su final.
ResponderEliminarUn amigo me decía "Cada uno es libre de cavar su fosa como mejor le apetezca" Yo la mía la tengo a punto
Bss
Me parece muy acertada la opinión de tu amigo. Tampoco yo, en modo alguno, trato de imponer a nadie mis criterior, pero que como dices es una pregunta que siempre está en el aire y siempre por responder.
EliminarBesos
Ufff, planteamientos universales los que haces hoy, Francisco. ¿Qué es vida? ¿Es la muerte una etapa más de la vida? Difícil contestar, uno se lo pregunta miles de veces, habla con cantidad de personas y nunca se tiene una respuesta que te de certeza alguna. Al final, hagamos caso a Horacio: "Carpe diem", aprovechemos el momento, porque no se sabe que vendrá después... Saludos cordiales.
ResponderEliminarCalderón la definió como un frenesí, una ilusión... pero se refería sólo al presente y a esa mezcla extraña que se da entre lo vivido y lo soñado. Yo interpreto a Horacio como una invitación a vivir el ahora, el presente ante la incertidumbre del mañana, aunque en ningún caso lo que otros traducen como un desenfreno, vámonos que nos vamos que esto se acaba.
EliminarUn abrazo
Hola, Francisco:
ResponderEliminarTal vez la muerte sea el principio de la verdadera vida, la eterna, la del amor en Dios y plena felicidad.
Por lo pronto disfrutemos del momento que nos ha sido concedido en este mundo.
Un abrazo.
Esa es también la vida en la que creo, Rafael, pero a la que llego por la fe, no por mi propia deducción intelectual. Hay muchas personas que no cuentan con la fe y es imposible para ellos llegar a ese mismo convencimiento, lo mismo que la fe también tiene sus noches de duda.
EliminarUn abrazo
La verdad es que yo quiero creer en la legitimidad de otra vida tras esta y me parece apasionante y reflexivo ese momento crucial en el que nacemos tras ir desarrollándonos en el vientre materno.
ResponderEliminarNacemos cuando pudiéramos pensar que morimos, que es nuestro final ese terrible momento, entonces,¿por qué no puede ser algo así la muerte?
Quiero, repito,creer que es así, porque de lo contrario, aún me parecería más terrible este mundo que de por sí solo ya lo es bastante, cada vez más, por desgracia.
Es un tema que me impresiona siempre, no puedo evitarlo.
Besos.
Como he explicado en la introducción, me he visto en esa imagen de que todo fuera un continuo con naturalezas distintas e irreconocibles. Sólo he querido dejar un motivo para la reflexión y sabía que no podía haber consenso, porque esta es la pregunta capital del hombre.
EliminarBesos
Saludos Francisco, hoy has tocado un tema que me fascina…muchos evaden el tema, pero yo soy persistente y aunque difícil tomar un camino, pero ahí vamos en la intentona.
ResponderEliminarEs que rehuso a pensar que nos hayan creado para ser simples títeres, (antes lo creía) habiendo nacido tan perfectos cómo es que nos desviamos de nuestra esencia primigenia y terminamos siendo polvo…???
Después de tantos descubrimientos científicos creo que nos comenzamos a acercar a una verdad…creo que somos prolongaciones de algo y que nunca morimos…al menos el alma pernocta…y quien quita si detrás de la vidriera encontraremos nuestra verdadera razón.
Nunca terminaremos de razonar y a mi me encanta esto…
Te felicito por tu entrada, me gustó muchísimo.
Abrazos y buena semana.
Me alegro haber encontrado en ti tanto acercamiento al impulso que me llevó a escribir sobre esto. El problema es que para explicarlo sólo puedo hacer uso de lo que me dice la fe. Pero comprendo que para cualquiera que no acepte que somos hechos a imagen y semejanza de Dios, o sea de la Eternidad, ya sobran las palabras. No es mi intención crear división entre unos y otros, pues sé que él no hace acepción de personas, sino que todos somos iguales.
EliminarGracias por tu felicitación y un abrazo.
YO NO SÉ QUE EXISTE DESPUÉS, NADIE PUEDE ASEGURAR NI NEGAR NADA... NO LO SABEMOS. NADIE!!!
ResponderEliminarCREER ES CUESTION DE FE PARA MI.
YO A LA MUERTE NO LA ACEPTO, ES ALGO QUE MERECE PSICÓLOGO. PARA MI ES LA NEGACIÓN DE LA VIDA.
UN BESITO.
PD PERDÓN, ES MI OPINIÓN.
Está claro que no sabemos nada de lo que existe después y que sólo la fe da el apoyo para la esperanza; pero según te vayas haciendo mayor, Luján, es conveniente que vayas aceptando la muerte, porque seguro que viene.
EliminarNo tienes por qué pedir perdón, amiga mía, cada uno es libre de pensar lo que crea oportuno. Ni siquiera somos responsables de tener o no tener fe; eso es un don, una gracia que se recibe o no y que llega por la predicación, sin que por ello todo el que la haya recibido acabe creyendo.
Te mando un saludo y un abrazo cariñoso.
Me ha encantado tu entrada Francisco.
ResponderEliminarCreo que nuestra vida en la tierra llega a su fín con la muerte, pero ese no es el fin, después quedamos en el recuerdo de todos los que nos han conocido y comienza una nueva Vida que pienso será la VIDA ETERNA.
Nadie la conoce pero existe, lo presiento.
Un abrazo.
Estamos en la misma corriente, Rosario. Te agradezco tu presencia en mi blog y tus palabras.
EliminarUn abrazo
Yo soy cristiana, y creo que ya sabes como pensamos jejejeje, creo que el día que muera encontraré la felicidad absoluta, porque eso es el cielo, la completa felicidad, y si ahí empieza mi vida o no, no importa, porque estaré en paz y feliz. Un besazo.
ResponderEliminarEs una suerte, Tamara, tener fe, una gracia que llega, según San Pablo, por la tontería de la predicación. En esa misma circunstancia me encuentro y confío, como he dicho en mi escrito, que la vida sea todo un continuo, aunque sin apariencia física.
EliminarLos discípulos que iban camino de Emaús no reconocieron al Resucitado hasta que partió el pan, luego la apariencia había dejado de ser física. En fin, Tamara, por respeto a los que no creen, pienso que es suficiente.
Besos
No estoy complentamente seguro de casi nada sobre este asunto, pero pienso que conforme ganamos edad y vemos acercarse el final, vamos según los casos, y tras el temor, aceptándolo como irremediable, unos con estoicismo, otros con esperanza. Un saludo.
ResponderEliminarPara gustos, colores. No pretendía alcanzar unanimidad, sino pulsar el pensamiento, forzar la reflexión. Ahora que acaba el día me siento satisfecho del resultado: cada quien, en su libertad, ha dicho lo que ha creído oportuno.
EliminarBuenas noches.
Pienso que formamos parte de algo, llámese naturaleza, universo y que además tenemos conciencia. También creo que nuestra mente permite entrever verdades parciales que no dejan de ser eso nuestras verdades que permiten mostrar pero también esconder. Para mi la vida es mutabilidad y cambio y creo que la vida tal como nosotros la entendemos y todos nuestros símbolos y todo lo que representamos llega un día en que deja de ser.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco, que trascendentes nos hemos puesto hoy!!!!.
Tengo la sensación, Jaal, que ninguno de los que hemos llegado a este encuentro nos ponemos así cada día, pero también creo que es saludable hacerlo de vez en cuando, tentarnos las ropas y preguntarnos. Muchas gracias por tu reflexión.
EliminarUn abrazo