FRONTÓN

La primera vez que acudí a un frontón fue de la mano de José Antonio Ayerdi, “Ataun”. Era el año 1967 y hacía pocos día que estaba trabajando en el hotel Euromar de Zarautz (Guipúzcoa); la segunda, también con José Antonio, nos acompañaba Carlos Arguiñano, por entonces alumno de la escuela de hostelería y novio de su eterna Luisa. Me enamoró ese deporte y me pareció que no ofrecía dificultades extremas para mi juventud de aquel momento y mi estado físico en plena actividad. Pero probé, probé en la cancha y nadie puede imaginar el dolor tan intenso que significa golpear la pelota de 107 gramos, por cerca que te encuentres del frontis, mas cuando golpea sobre la palma de la mano con tantísimo rigor el pelotazo, uno tras otro, se te pone la mano como una bota.

No puedo decir que jugara un partido, pero sí que peloteé un buen rato metido casi en el mismo frontis, porque darle a la pelota des cuatro hacia atrás está reservado para gente muy bien preparada. Esa noche apenas pude dormir con las manos hinchadas, aunque sin agujetas en las piernas; hoy no sería capaz ni tan siquiera de bajar a la cancha. Pero me aficioné, me enganchó el deporte por encima de otros deportes rurales que también tuve la suerte de ver y admirar, como el levantamiento de piedras. En ese frontón de Zarautz vi una exhibición de José Manuel Ibar, “Urtain”, poco antes de que se pasara al deporte del boxeo, un mundo del que salió mal parado, no deportivamente, pero sí en su vida física y personal.

Pues volviendo al frontón, ahora en la distancia, no me pierdo el partido de pelota de los sábados a las seis de la tarde en NITRO Televisión, en esta ocasión desde Anglet, Francia. Sábado tarde se jugaba el campeonato de parejas a mano, y he podido disfrutar del partido Olaizola II – Zabala contra Xala – Barriola. Empezó perdiendo mi favorito, Olaizola con dos pelotas estrelladas en la línea de pasa lateral cuando resultaba indefendible para sus contrincantes, para ganar los dos tantos siguientes y empatar a dos. Un gancho extraordinario del campeón le pone por delante en el marcador, para pasar con una volea de Xala muy bien cruzada al ancho para un nuevo empate. Tras un leve descanso y una volea con la  izquierda de Olaizola se distancia 8-4. Zabala, su zaguero, estaba jugando también impecable y con un gancho extraordinario de Olaizola se pone el partido 11-4. Llegan a otro descanso con un tanteo de 12-5. Una dejada en el txoko pone el partido 14.5. Un error de Zabala, la primera pelota que pierde, pone el partido 16-8. Otra pelota cruzada de Olazabal pone el marcador en 19-9 con 15 pelotas ganadas. Después de una cruzada al ancho que salva Xala, una paradita errónea de Olaizola pone el partido 20-10. Al saque de Xala entra de sotamano Olaizola y el partido se pone a un punto de la victoria. Recupera Xala el saque, pero Barriola pone fuera del frontis la respuesta y el partido termina 22-12, lo que clasifica la pareja Olaizola – Zabala para clasificarse para semifinales.