A VECES

A veces te cruzas con alguien que te cede el paso y te sorprendes.

A veces un adiós es una separación odiosa y otras un alivio inmenso.

A veces me incendio de dicha y en ocasiones de desesperanza.

A veces la brisa ondea las banderas de los edificios oficiales y a mí me despeina.

A veces una ráfaga de viento agita las faldas y se encrespa el pensamiento.

A veces la madre alimenta al déspota que crece en el niño de la pelota.

A veces te sobresalta el camión de bomberos y te alivia cuando se aleja.

A veces piensas en alguien y en breve recibes una llamada.

A veces el vuelo de un pájaro anuncia carroña y otras la primavera.

A veces suena una canción y la melodía enjuga tus lágrimas.

A veces el miedo es una alarma eficaz que te pone a salvo.

A veces suena el reloj y descubres que no sabes en la hora que vives.

A veces la ausencia es el certificado del amor que sientes y la añoranza.

A veces pasas sin ver al mendigo, pero él sigue aguardando y te ve alejarte.

A veces mirando un álbum me reconozco y no así en el espejo.

A veces oyes tu nombre y se vuelven a mirar media docena de cabezas.

A veces oyes tantas contradicciones que terminas por no creer a nadie.

A veces en las lágrimas de un niño se esconde un cocodrilo.

A veces te enteras que un amigo ha sido hospitalizado y siente opresión en el pecho.

A veces el que bebe para olvidar no deja de recordar la herida que le sangra.

A veces doblan las campanas y recuerdas que la vida es finita.

A ves el silencio es una música dulce y en ocasiones todo un estruendo.

A veces,

              muy pocas veces, pienso en los que sufren; pero en mí, constantemente.