Yo vengo de un tiempo
del jarrillo de lata,
del bote reciclado por la mano artesana;
entonces no habían normas
para depurar los desechos,
no se sabía cómo hacerlo y no se desechaba.
Yo vengo de un tiempo
de lavar cubiertos y manteles,
de lavar los pañuelos,
de cargar con el cesto de la ropa sucia
hasta el río o la acequia;
entonces no habían máquinas
y se usaba azulete
en vez de suavizantes con aroma a lavanda.
Yo vengo de un tiempo
de una vida muy simple,
de una vida apacible,
de una vida muy calma,
donde cualquier objeto
tenía vida en sí mismo y le era renovada.
Yo vengo de un tiempo
de no tirar nada,
de revivir la vida a las cosas usadas.
Yo vengo de un tiempo como el de esta muchacha.
¡Qué lindo Francisco ! es muy tierno. Bueno ... muchas de estas cosas las ví ... no todas. He visto a mi abuela ponerle azul a las ropas, por ejemplo
ResponderEliminaryo tengo mi jarrito que amo...pero claro ... es de acero inoxidable. ¡Me encantó !
Besos.
El jarrito (jarrillo) al que me refiero era la reutilización de una lata de leche condensada al que el habilidoso hojalatero (oficio desaparecido) le ponía un asa.
EliminarYo tengo un jarrillo de aluminio que perteneció a mi madre que uso para beber agua en casa. Es, de alguna forma, como beber de su mano.
Besos
Yo viví parte de ese tiempo. Las cosas se cuidaban más, se arreglaban si se rompían, se les reconocía el valor que tenían.
ResponderEliminarRecuerdo haber lavado los pañales de mis hermanos, los pañuelos... todo eso que ahora es de usar y tirar.
Mi suavizante del pelo era un enjuague con agua y vinagre...
Eran buenos tiempos porque se compraba lo que se necesitaba y no se tenían las casas llenas de objetos innecesarios.
Que tengas un buen día.Besos
Todo parte de la foto, de eda joven que coquetea con lo que tiene a mano. Para ser coherente con el contexto de humilde sencillez, he usado esa especie de coplilla imperfecta con una rima asonante sin ritmo como artedana, sin perfección, pero hondamente sentida. Mi tributo a todas las personas modestas.
EliminarPara ti M Carmen, un modesto beso.
Seguro que en el tiempo del que vienes no había el consumismo tan atroz que hay hoy, y donde la solidaridad y el compartir era más sagrado, seguro... Excelente descripción de ese tiempo vivido y sentido por tí. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarTengo la suerte de tu sintonía, de tu complicidad. No juzgas el arte, sino el sentimiento que me trae hasta aquí y te lo agradezco. Contar contigo me complace hondamente.
EliminarUn abrazo
Que bonito Francisco, yo también vengo de ese tiempo...Como bien dices.Tiempo de no tirar. De sacarle vida a lo ya usado.
ResponderEliminarAquello se nos olvidó y así nos va...
Un abrazo.
Gracias, Rafaela. No podemos volver totalmente a ese tiempo de nuestra infancia cuando a veces acompañaba a mi madre al río y jugaba con el agua mientras ella lavaba; pero sí que es necesario volver a la moderación.
EliminarUn abrazo
Cuando se habla como tú lo haces,
ResponderEliminarla nostalgia asoma por los labios
y se dibuja en la cara.
Bonito e imaginativo poema.
Un abrazo, a mí me pasa lo mismo
no comprendo este afán consumista
y la facilidad con la que nos
desprendemos de todo, cuando
antes no teníamos nada.
Gracias, Paco, por tu comentario. El consumismo es como un fuego devorador que arrasa y sólo deja detrás cenizas y muerte; eso es lo que nos ha traído hasta el hoy.
EliminarUn abazo
En ese tiempo que vivimos no era necesario reciclar. La cosas se compraban, las estrictamente necesarias, a granel y se ponían en los recipientes que se llevaban, como la leche, el aceite, el vino... y los que venían envasados se reutilizaban de nuevo, como gaseosas o cervezas. No se utilizaba el plástico sino el papel que luego servía para encender los fogones. Se remendaban los zapatos, se ponían petachos a pantalones y camisas, coderas a chaquetas y prendas de punto, se zurcían los calcetines y las medias, las señoras utilizaban "paños higiénicos" y los bebés pañales de tela que se lavaban con jabones hechos en casa con grasas sobrantes de las comidas. ¿Para qué seguir? Todas estas cosas tan prosaicas que llevábamos a cabo las has plasmado en un magnífico poema con tu habitual maestría. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarYa veo, Felipe, que he despertado en ti tus vivencias que son las mías, que son las nuestras, las de todas las gentes de nuestra generación y que es tan importante que oigan las siguientes generaciones.
EliminarUn abrazo
Habrá que volver a los tiempos del zapatero remendón y del lañador. Nos lo están poniendo difícil.
ResponderEliminarUn saludo.
Al parecer es el camino que ahora nos toca andar, aunque espero que encuentren alguna trocha que acorte los tiempos hasta los 50.
EliminarUn abrazo
Como bien dices, esa muchacha y son millones, viven en unas condiciones que ya desearían vivir en la piel de cualquiera de las persona que está padeciendo la crisis en estos países.Basta ver como la emigración, las pateras y las muertes por llegar a países del sur de Europa, los que peor lo están pasando, no cesan, venir aquí supone no morir allí.
ResponderEliminarSaludos.
¡Malos tiempos para la lírica, Emilio!
EliminarLo que para nosotros es miseria, para la mayor parte de la población mundial es abundancia y riqueza. Sólo contar con agua potable... Cerca de nosotros hay personas que le han cortado en agua de su casa por falta de pago, pero tienen un grifo en la plaza; mientras que ellos tienen que buscarla a veces a kilómetros de distancia.
Un abrazo
Yo vengo de ese mismo tiempo y si, es verdad que las cosas han cambiado, quizá a peor, pero afortunadamente no todas. Por ejemplo, apostaria a que no encuentras ninguna mujer que quisiera volver a usar los "paños higienicos".Y no me vas a negar que hacer uso de las nuevas tecnologias, como tener un blog, escribir y publicar, conocer, compartir y empatizar con tantisimas personas aunque sea virtualmente, tiene sus compensaciones. Yo, desde luego, y aún con todos sus inconvenientes, no cambio esta época por ninguna otra.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
Mi intención no es renunciar a nada ni hacer renunciar a nadie de las cosas a las que sientan apego, pero sí que es conveniente hacer una reflexión sobre lo presente y el pasado como una llamada a la moderación. ¡Qué sería de nuestro conocimiento sin esta herramienta! Pero, ¿sabes que hay mucha gente que usa el ordenador en la versión ludópata?
EliminarUn abrazo y un beso
Aunque en algunas cosas hemos avanzado, en otras hemos retrocedido. Lo has contado muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Hemos retrocedido en lo social, el lo humano; hemos avanzado en las tecnologías. Por cierto, mi madre solía decir: "yo le daba el Nobel al que inventó la fregona". Ella, y todas las mujeres de su época, fregaba arrodillada en el suelo. Gracias, Antorelo.
EliminarUn abrazo
Mas o menos como yo y tal vez aún menos. Pero no reniego de la tecnología ni de la ciencia. No añoro nada del pasado. Creo que vivo en el mejor de los mundos, lo que ocurre es que el problema radica en "USO y ABUSO" de las cosas. Ahora tenemos muchas cosas a nuestro favor pero el corazón amigo sigue anidando envidia y egoísmo. Mientras no cambie nada cambiará.
ResponderEliminarBss
De acuerdo contigo, Katy, por eso mismo no hablo de erradicación, sino de moderación.
EliminarBesos
Pues fíjese que a mí el look de esa muchacha me parece un tanto futurista, con esas chapas cerveceras componiendo un rocambolesco tocado. Aunque por otra parte casi recuerda un poco el dadaismo de Marcel Duchamp, por ejemplo.
ResponderEliminarFeliz día, monsieur
Bisous
Vos tenéis una mirada espléndida, Madame. Algo que no se le puede negar a la joven de la imagen es la humildad de los recursos utilizados, pero obviamente no hay nada de moderación sino de abirragamiento. Su apunte, como de costumbre, siempre es una aportación.
EliminarYo vengo de tu mundo que devino en éste. Y me gustó el avance de las máquinas, me hace la vida más fácil, pero nunca pensé que a la vez acarrearía el retroceso de la moral.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Muchos dicen que hemos perdido los valores. Yo creo que lo que hemos perdido son las virtudes que nos hacían convivir de manera más humana que en la actualidad. Tenemos mejores medios, pero vivimos más aislados, más solos, más egoístas, y lo peor es que hemos perdido la costumbre de apañarnos con lo que había, y a la marcha atrás no es fácil adaptarse.
ResponderEliminarUn abrazo
Por desgracia amigo Francisco, la mayoría nos subimos al carro de usar y tirar y no guardar, pero los tiempos cambian y aunque la tecnología domina el presente, algo si que estamos copiando ya de esa época, ya sea por necesidad unos u otros por añoranza...
ResponderEliminarBonito poema.... Un Saludo.
Dicen que a fuerza ahorcan. Cuando superemos esta situación presente, quienes sobrevivan, deben entender y practicar que, sin volver atrás, no puede ser nunca más el derroche.
EliminarUn abrazo
Francisco,hemos perdido los valores,que a la vez son virtudes,como dices...La materia ha ocupado el lugar del espíritu y estamos confundidos entre ruidos y objetos...Nos falta silencio y calma para sentir el latido propio y ajeno.Hemos de limpiar la casa y colgar en las paredes el alma...
ResponderEliminarGracias por tu presencia y mi gratitud por tu genuino poema,que nos hace reflexionar a todos.
Mi abrazo inmenso y feliz martes,compañero.
M.Jesús
"Compañero del alma, compañero". En tus comentarios se trasluce la poesía. Como expliqué más arriba, es una coplilla imperfecta con rima asonante, sin ritmo cadencioso, sin perfección, pero hondamente sentida. Procuro usar las palabras y el molde adecuado para cada sentimiento a expresar; otra cosas son los hados, las limitaciones y hasta los actos fallidos. En el fondo de todo buscaba la reflexión más que la lírica y parece que está lograda. Gracias, María Jesús, por tu estimada presencia.
EliminarUn abrazo
Pienso que esos tiempos no eran tan malos.... y creo que deberíamos adoptar actitudes antañas para conseguir ser mejores. Besos de mucha lluvia primo.
ResponderEliminarEran tiempos modestos, nada más; de menores medios técnicos a los que ahora no queremos renunciar, pero tiempos en los que las personas estaban más físicamente unidas y comprometidas unos con otros.
EliminarBesos, prima.
Hola Francisco, bonito escrito. Bella imagen.
ResponderEliminarCreo que hemos derrochado mucho, y ahora vienen las vacas flacas y donde todo por viejo que esté, tiene otra utilidad.
Nosotros somos de guardar y guardar por si acaso. De si unos zapatos no nos valen van al lugar donde se recogen zapatos para que otras personas puedan utilizarlos. Igualmente con la ropa. De guardar el aceite para hacer jabón,... De no tirar los periódicos porque sirven para recoger la grasa y el agua que salpica en la cocina, así se gastan menos productos de limpieza, y menos trabajo. Creo que la gran mayoría ha querido, hemos querido vivir por encima nuestras posibilidades para aparentar. Y la apariencia está en el corazón, donde nadie la ve, sólo uno mismo y las personas que mejor te conocen.
Debemos de vivir con los avances que hay, pero aprovechándolos al máximo.
Saludos y besos
Todo un ejemplo lo que cuentas, Isa, todo un ejemplo.
EliminarBesos
YO HE GUARDADO SIEMPRE, TE DARÁS CUENTA EN MI BLOG LO QUE PRESENTO... LIBROS ANTIGUOS, TAZAS, MUEBLES... SON NOSTÁLGICA Y PARA MI LOS OBJETOS TIENEN VIDA PROPIA.
ResponderEliminarUN BESITO
PD YO TAMBIÉN SOY CAFETERA.
Eso último me da serias posibilidades de parecerme algo a ti, lo cual me ilusiona mucho. Gracias, Luján.
EliminarBesos
GRANDIOSISISISISSIMO POEMA....!!!!!! CONVERJO TOTALMENTE CON SUS SENTIMIENTOS, PORQUE YO TAMBIÉN VENGO DE ESE ENTONCES. MUCHAS GRACIAS POR CONMOVERME.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Mi objetivo no era tan ambicioso como para conmover, pero sí llevara mis lectores a la reflexión. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Maravilloso , tierno, magnifico ... tu Poema me ha encantado y me ha llegado a dónde las cosas con alma suelen llegar : a mi alma . Me ha conmovido e incluso se escapó alguna que otra lagrimilla de nostalgia . Yo también vengo de ese entonces . A mi también me encanta atesorar cosas y tengo muchas de cuando era pequeña ( y desde entonces ya ha llovido) . Gracias por tu sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo
No exageres, Charo, sólo humilde, sencillo, emotivo, evocador de un tiempo pasado en el que debemos mirarnos. Reconozco que como creación literaria no es de calidad, pero alcanza el objetivo; por otra parte no todo puede ser sublime.
EliminarUn abrazo
Hay que revivir esos tiempos.
ResponderEliminarNo creo que haya exactamente que revivirlos, pero sí tomar ejemplo y ver cómo se puede ser feliz de manera más modesta. Muchas gracias por comentar.
ResponderEliminarSaludos
Yo debí haber nacido en ese tiempo, porque tampoco tiro nada jajajaja. Un besazo.
ResponderEliminarYo creo que tú eres atemporal, o sea, de todos los tiempos. Jajaja.
EliminarBesos
Bellas palabras, Francisco, evocando de donde venimos...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Meme.
ResponderEliminarUn abrazo
Ah... Tiempos aquellos, Francisco, todo era más apacible y sencillo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque es cierto que todas las generaciones llegan a mirar hacia atrás con nostalgia, "no todo tiempo pasado fue mejor". pero sí más apacible y sencillo como sabiamente lo has calificado.
EliminarUn abrazo