Y amaneció con impaciencia cuando
todavía la luz era esquiva; quedaba tiempo como para desesperarse y poca faena
que no fuera atender al aseo personal. El lunes tendré que justificar cierta
ausencia para la que la excusa no admite réplica. Salimos pronto de casa. El
día se presentaba soleado pero todavía tenía corrida alguna cortina pálida que
jugaba al escondite con el sol, todavía timorato. Tuve que hacer un par de
recados de camino, pero llegábamos con tiempo. La puntualidad es un juez severo
que siempre me acelera y me dispara el ritmo. Vi una cabeza gris que se asomaba
por encima del seto; en un segundo intento, ya más próximos, centellearon unos
inconfundibles ojos azules que de
inmediato se pusieron en marcha como dos fogonazos de urgencia.
Cuántos abrazos prometidos,
carteados, aireados a la luz y a los ojos de todos los lectores: ahora eran su
marido y mi esposa los testigos. Lo sabían, lo esperaban y se hicieron cómplices.
Al instante nos fundimos los cuatro y cruzamos la consanguineidad que no nos
corresponde pero que hemos elegido. Es grande en su pequeñez, inmensa en su
apasionamiento, sagaz y veloz en el pensamiento hasta anticiparse sin
importarle entrecruzar temas, personas y sentimientos. Es amiga de sus amigos,
entregada, misteriosa en sus gestiones y hábil en sus gestos siempre francos,
siempre transparentes, como su sonrisa de azúcar y su mirada chispeante.
Después de inaugurar el abrazo físico, ocupamos una mesa
en una cafetería donde todavía estaba sin retirar el servicio anterior. Nada importaba;
se había parado el reloj, aunque éste galopaba sin freno hacia la una de la
tarde. “¿Qué tomarán los señores’?” Cuatro cafés. Cada uno fue distinto del
otro. Las similitudes y las cercanías marcan sus lindes cuando cuatro personas
piden café: para mí cortado, para mí con leche, para mí descafeinado de
máquina, para mí de sobre. Al momento habíamos vuelto a la uniformidad. Ya no
somos niños; en los ojos azules de Chelo
hay un trasfondo pícaro tan vivo y eficaz como el cálculo, tan preciso como la
aritmética y espacioso como la geometría.
Hemos hablado de lo humano y lo
divino, de los hijos, de los nietos; hemos hablado bien de casi todos y hemos
puesto a caer de un burro a los polichinelas del pimpampum. Así son las cosas y
así os la cuento. En la plaza de San Francisco, los palcos son ya estructuras
bien engarzadas y los naranjos quieren reventar de aroma contenida en la plaza
Nueva. Por entre nosotros corretearon muchos blogueros ausentes: “pues no te
pierdas a Majecarmu”. Es precisa
como las matemáticas, pero no me ha refrescado la ecuación de segundo grado tal
como esperaba. Es admirable y no le duelen prendas de hablar bien de sus amigos,
de promocionarlos, de dar consejos. Había pasado el tiempo y estábamos de nuevo
en el hall del hotel cuando al punto
se presentó su hermana al rescate. Me saludó con amabilidad, hasta me dio un
beso, pero la odio, sí, la odio: me la ha robado hasta una nueva ocasión.
Sabes que desde aquí no puedo comentar mucho solo, darte un beso en público.
ResponderEliminarTodo lo que dice es verdad .
Ya te lo he dicho en directo y con la presencia de nuestros respectivos.
EliminarBesos
Y yo desde aqui os envio dos besos, uno para ti Paco y otro para Chelo. No sabes cuanto me alegra que hayais tenido la oportunidad de abrazaros de nuevo. Ojalá y en Junio tenga yo la alegría de abrazaros a los dos otra vez.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
Tu sabes que has estado entre y con nosotros todo el tiempo pues ninguno podemos olvidar que nos conocimos gracias a ti . Un fuerte y cálido abrazo
EliminarLa amistad no sabe de envidia, Nerim, y tú eres una gran amiga.
EliminarBesos
Es verdad lo que dice que hemos hecho y hablado lo demás es fruto del cariño que me tiene.
ResponderEliminar¿No me dirás en público que falto a la verdad? ¡Qué pronto se pasa lo bueno!
EliminarBesos
¡Que suerte!¡Que bien saben los reencuentros y los abrazos!¡Que estupendo la comunicación directa entre amigos, y que fuerte es esta amistad que nace en los blogs, donde contamos tantas cosas nuestras, donde volcamos nuestros pensamientos, nos sinceramos y abrimos el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo mio para los dos.
Un día (soñar no cuesta), me tomaré contigo un albariño mirando ponerse el sol por el Atlántico. Sigo prendado de esas balconadas de tu ciudad sobre el mar, de esas en la que te imagino con la mirada perdida en la lectura, en la labor o comentando.
EliminarUn beso
Chela , te esperamos en junio.
EliminarMe alegra tanto verlos tan contentos, es la parte positiva que queda de los blogs cuando se encuentra gente buena: una amistad duradera.
ResponderEliminarUn abrazo y todo mi cariño.
Lo de buena lo dices por Chelo y no te equivocas. En tus palabras no hay rastro de celos, lo cual te dignifica y enaltece.
EliminarUn beso
A.K.E. Ya sabes que espero volver a verte en junio. Un abrazo
Eliminar¿Què decir?, más que decir, emocionarse, alegrarse, esperanzarse, acercarse desde este remoto lugar y decirles que estoy y soy con ustedes navegando en este fèrtil territorio de la blogósfera. Me la imagino como a una tierra infinita que se prodiga ante las buenas manos que deseen cultivarla y preservarla.
ResponderEliminarMis respetos, siempre!
No sé cómo dirigirme a ti, seguramente más ficción que realidad. Has logrado crear un texto bellísimo como comentario. ¿Qué decir? Que te agradezco esa timbre de voz distinto, aunque distante.
EliminarUn abrazo
Sin conocerla como tu, se que es tal como dices, no acabare de agradecerle todo lo que me ayudo, privilegiado tu que puedes abrazarla fisicamente. Saludos.
ResponderEliminarSé que no tengo la exclusiva, por eso me esmero para no perderla. Muchas gracias, Marta.
EliminarUn abrazo
Que cosa linda ese encuentro entre amigos, ese abrazo esperado, si, verdaderamente hermoso como para comenzar un dia de sábado.
ResponderEliminarSaludos Francisco y por vuestro encuentro, abrazos a los dos.
Muchas gracias, Alborada. La pena es que el tiempo e efímero y ha sido un visto y no visto o esa es la sensación agridulce que me ha quedado.
EliminarUn abrazo
Felicidades, me alegro de vuestro reencuentro.
ResponderEliminarSe os ve felices. La amistad es cosa seria,y cuando se comparten intereses, confidencias y puntos de vista es aún más enriquecedor.
Y ya sabes cuando un amigo se va.... se va solo por un espacio de tiempo limitado.
Bss
Tú lo sabes todo, Katy, todo. Quiero aprovechar la ocasión para decir en público que tú eres mi amiga.
EliminarBesos
Espero que no olvidaras, como ayer te dije, que le dieras un abrazo de mi parte.
ResponderEliminarSaludos
Emilio no se olvido , muchas gracias .
EliminarPor qué no te vienes en j io y me lo das directamente ? Un abrazo
Te prometo que no me he quedado con nada. Quienes intuyeron que se iba a producir el encuentro me mandaron encomiendas para ella y también quedó algo para mí, cosa que agradezco.
EliminarUn abrazo
Siempre es un momento hermosos y único el reencontrase con amigos que hace tiempo que no puedes ver, pero que sin embargo siempre están presentes en cada cosa que uno realiza y expresa a su vez. Que por muchos años podáis disfrutar de estos encuentros. Un saludo.
ResponderEliminar¡Bien dicho! Y si es posible, que tú no andes lejos, que te enredes en nuestros vocablos y te encadenes a nuestra amistad.
EliminarUn abrazo
Además de alegrarme por vuestro encuentro, os voy a piropear.... estáis bien guapetones los dos y lo digo de verdad, es una foto preciosa aunque entiendo que mejor fue vuestro cálido abrazo.Un beso para los dos desde Cáceres.
ResponderEliminar¿Sabes cuánto tiempo te ando esperando? ¿Sabes cuánto te sueño, prima? Gracias por haberme regalado la familiaridad impostada que nos hemos fabricado.
EliminarBesos
Hala, hala y halaaaa! Pero qué suerte tienen algun@s!
ResponderEliminarPues aprovechen, aprovechen ustedes...!
Sendos besos y abrazos para la compañía también!
;)
Edurne mía, Edurne mía, calla y no llores más...
Eliminar¡Qué pena que no pueda ponerle música en el comentario!
Yo también te quiero.
Besos
Francisco,llego desde mi pueblo manchego,los fines de semana estoy alli. Llego y veo tu encuentro con Chelo,una mujer prudente,inteligente e intuitiva,que nos hace pensar siempre y admirar su capacidad creadora.Me alegro mucho de vuestro encuentro y le agradezco que te recomendara visitarme.Me ha sorprendido tu cara de niño grande y tu espontaneidad arrolladora y vivaz.No merezco tus palabras,soy una más entre todos vosotros y estoy contenta de encontraros en este mundo de palabras y sentimientos,que tanto me ayuda como persona...Voy a leerte y a vivirte como hago con todos.Gracias por tu visita y te dejo a ti y a Chelo mi abrazo inmenso.
ResponderEliminarFeliz fin de semana,compañeros.
M.Jesús
Admirada Majecarmu: el segundo mejor regalo de esta visita de Chelo ha sido tu descubrimiento. Todo cuanto dices de ella con tanto tino se cumple en mí en cuanto a niño grande; no por joven, sí por jovial, por mi empeño en mirar la vida con esperanza.
EliminarQue nos sigamos visitando y conociendo. Esa planicie manchega en fuente de grandes genios y a quien no te conozca le invito a pasar por tu casa y deleitarse con las palabras bien engarzadas.
Un saludo afectuoso
Me alegra veros en esa foto. Hacéis bien aprovechando cualquier oportunidad para compartir.
ResponderEliminarUn beso para los dos.
Te digo como a Chela: tengo mucho deseo de llegar a tu callejón, de degustar de tu presencia.
EliminarUn beso
¡Me encantó ! Un dulce encuentro. Dos almas afines de fiesta. ¡Qué lindo ! Me alegra el disfrute y la alegría.Que se les repita el encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo gigante para cada uno.
Besos de luz.
Si acaso, María del Carmen, decides ir a visitar a tu paisano, S.S. Francisco, a Roma, programa una escala en Sevilla: te prometo hacerte una estancia inolvidable.
EliminarBesos, paz y luz.
Cómo me alegra veros a los dos juntos en esta fotografía.
ResponderEliminarFaltaba Nerim, pero ha prometido, según leo, provocar otro reencuentro de charla amigable, buenos abrazos y cariños en el aire.
Es curioso que os conocí de forma independiente y luego os he descubierto muy unidos. ¡¡Un abrazo para los dos!! y un besote.
Laura el encuentro ya esta planeado, tiene dia y hora y ademas estas invitada , sera el 19 de junio en Madrid don Nerim presentara su libro. Un abrazo
EliminarAlgo me llegó por el aire, Laura, y te lo agradezco mucho. Esto nuestro es un círculo abierto, así que te invitamos a integrarte. Ya cuentas con mi admiración por tu capacidad narrativa y por tu ingente trabajo.
EliminarAbrazos y besos
Usted ha inmortalizado realmente ese encuentro con tan maravillosa descripción, diría que insuperable.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Bisous
Madame,¡cómo sois de generosa! Insuperable sólo es la Historia, a la que sólo supera las reiteraciones de los mismos tropiezos. Sabéis, Madame, que os admiro.
EliminarOtra recomendación: quien quiera conocer la historia que entre en el blog de "La Dame Masquée.
Bisous
Ayssssssssssss!! cuánto me habría gustado estar con vosotros!!!
ResponderEliminarY si. Puedo confirmar y de hecho confirmo: CHELO ES TAL CUAL LA HA DESCRITO PACO!!!
Se la quiere hasta sin conocerla. Pero cuando se la tiene enfrente es imposible no perderse en su mirada y quedarse atrapada en su noble corazón.
Pronto, muy prontito, espero que nos veamos y podamos abrazarnos juntos.
Estáis guapísssssssssssssimos!!
¡Pero si tú estuviste con nosotros, Mascab! ¿No es verdad, Chelo? Bueno, es cierto que no físicamente, pero conozco los perfiles tuyos que se me habían escapado. Yo también estoy deseando conocerte.
EliminarBesos
Hola Francisco, que linda esta entrada! Aquí se siente amistad…amor…camaradería. Esto hace el espacio virtual de los blogs. Me ha encantado tu narración sobre ese encuentro con Chelo…no la conocía pero la visitaré…y esa rabieta tuya, al final….me hizo reír... todo un niño grande cuando le quitan su juguete preferido. Sabes…? se ven lindos los dos.
ResponderEliminarUn feliz fin de semana
Abrazos
En voz baja para ti, Ceciely: esa rabieta es ficticia, es la guinda o el picante de ese pastel salido del horno del PC.
EliminarUn fuerte abrazo
Abrazos cercanos apretujados dados en persona a amigos virtuales, me parece algo mágico y maravilloso, poder hacer realidad sueños con estos encuentros de amig@ virtuales que hemos ido echando raíces desde nuestros comienzos en nuestros blogs para después, un día, poder abrazarlos en persona, es algo que solo de pensarlo me llena de tanta emoción, que se me sale el corazón del sitio, Francisco.
ResponderEliminarMe alegra muchísimo este nuevo encuentro que has tenido con Chelo, a quién conozco algo menos que a María Jesús, pero que me encantan sus poemas, y me alegra muchísimo que después hayas conocido a mi querida amiga María Jesús a la que tanto cariño la tengo, porque la conozco de los blogs desde mis comienzos, aunque no en persona, pero que me transmite tanta paz y luz con sus poemas, y así la veo a ella, delicada, perfumada y encantadora.
Un beso.
Eres un volcán, María, un volcán en erupción tanto en tus creaciones como en el comentario. Gracias por todo lo pronunciado, por el fuego de tu expresión.
EliminarUn beso
andaaaaa, que lindo reencuentro y como me gustan... los abrazos son la mejor medicina. Un besazo.
ResponderEliminarEs la tercera vez que que Chelo ha venido a mi encuentro y en la despedida ya pido la próxima vez. Es físicamente "mínima", mentalmente "máxima" y como amiga es poco "común" y se "multiplica".
EliminarBesos
* Los entrecomillados son un guiño matemático.
Querido Francisco, cuanto me alegra saber de este feliz encuentro, donde estos abrazos virtuales se han convertido en abrazos físicos,y gratas conversaciones alrededor de una mesa.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Un abrazo :)
Los que me leen desde hace tiempo saben que soy trasparente, que alterno realidad fingida con ficción, pero que estoy detrás de cada vocablo, de cada frase, de cada verso. Chelo no es sólo mi amiga hecha en la red, sino que es mi vigilanta y me dicta a distancia lo que debo y no debo. Muchas gracias, Ángeles.
EliminarUn abrazo
Ay,,,,, !!! Cuanto me gustaria conocerla personalmente.
ResponderEliminarPor favor Paco, háblale de nosotros y de mi admiración a los dos.
Un beso.
Tú tendrías que haber estado aquí si no te hubiera arrastrado el Turia. Confío que la veas este año en Marbella.
EliminarBesos a los cuatro.
¡Joder! Y yo sin enterarme hasta ahora. Se me ha pasado. Espero conocerla pronto en algún viaje que haga a Madrid, y a ti también. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarBuscaremos otro momento, Felipe.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Cuando se abraza en directo a alguien a quien ya se ha abrazado, como tú a Chelo y Chelo a ti, el abrazo es inmenso, como el mar de los ojos de Chelo. Me alegro mucho por los dos.
ResponderEliminarLo has definido muy bien; sólo hay un ligero desajuste en la apreciación de los ojos de Chelo: no son como el mar, sino como el océano.
EliminarUn abrazo
Enhorabuena Francisco por ese encuentro.
ResponderEliminarSe os ve contentos y felices. Esa gran sonrisa lo dice todo.
Que la vida te siga dando mucha felicidad con tus amigos/as como ha sido en esta ocasión.
Felicidades a los cuatros por hacer posible ese reencuentro. Gracias por compartirlo.
Saludos y besos
¿A que somos guapos, Isa? ¡Jajaja! Muchas gracias por tu comentario, Isa.
EliminarBesos