06 marzo 2019

QUINTETO




El río es una orquestina
cuyas notas brincan de risco en risco
y se remansa en los meandros
de apacibles adagios.

En el espejo del agua,
la turbulencia de su mirada
buscando complacencia.

El concertino convoca voces armónicas,
la melodía única, el eco uniforme
sin las impurezas de las disidencias.

El oboe toma protagonismo
y con paladar de réquiem,
introduce una lastimera salmodia
que contagia al conjunto de melancolía.

En el sensible arco del chelo,
un afilado dardo apunta bien alto
soñando pleno en la idílica diana.

Cuando el río se hace torrentera,
un quinteto sueña entre peñas, juncos y adelfas,
con el pentagrama de la Naturaleza.

03 marzo 2019

A VECES





Pero una herida
es también un lugar donde vivir
JOAN MARGARIT



A veces soy niebla, nieve que se derrite
en la vereda, nebulosa indecisa, perdida
hacia el discurrir incierto que lleva al mañana.

A veces soy luz que mira a su oriente
y percibe cada uno de los pasos dados
hasta llegar aquí y contemplar el perfil
quebradizo  o firme de mi ser. Otras…
Otras soy duda; temeroso titubeo
que va de tropiezo en tropiezo por los escaques
de esta vereda de jaque mate temido e inevitable.

A veces, este proceso de maduración
que me desencuaderna,
esta evolución siempre en declive limitativo
que infecta mi herida,
no es otro que la puerta del embarcadero
al que temo y donde aguarda Caronte.

A veces, robusta fortaleza;
otras, ventisca  de desalientos:
una herida abierta por la que destila mi ansiedad.

28 febrero 2019

EVARISTO GUERRA ZAMORA
























En su mente, un abanico de colores
que se derrama por la Axarquía,
donde la higuera, el almendro y la vid
son caprichos anillados a su paleta juguetona
y una suerte pastel de matices que reinventan lo bello
y lo enriquece de nueva existencia.

En su puntillosa pulcritud,
un manejo escrupuloso de sus pinceles
sembrando los cerros de vegetación soñada:
ahora olivares de la tarde como olas cromáticas,
después almendros en flor que juegan a los destellos
con las sombras pardas
y los celestes desparramados por las pendientes;
luego amapolas irreverentes sobre azur,
que aúpan el caserío en el otero.

En los recuerdos de juventud,
una palmera que se asoma como enseña
por entre los muros enjalbegados
al final del camino,
al tiempo que serpea entre vides
y se encaraman detrás de cada revuelta ascendente.

Sábanas tendidas en el almendro,
paleta de azules esparcidos por las lomas
y vertidos con ingenuidad infantil;
rosáceos cielos que culminan la sencillez
de lo cotidiano
como endulzando el esfuerzo
de arrancar a la tierra el mejor de sus frutos
en las escardaduras.

Brumas, sombras grises,
nieve coronando las cimas lejanas,
y en lo inmediato,
un festín de colores sacados uno a uno
de la varita mágica de los ensueños.

27 febrero 2019

FUE EN OTOÑO




Fue en otoño, cuando la uva es un manjar
de dulzor y abundancia;
como tarjeta de presentación,
una sonrisa anchurosa como hoja de pámpano
con manchas ocres que ganan terrero
a un verde que tuvo su esplendor y ya declina.
Te miré a los ojos
y desde allí caía una cortina de cielo
que te iluminaba el rostro.
Eras toda radiante, hermosa como un sueño,
una niña sonriente que se azoraba por el pretil
de los pocos años
como quien juega a las princesas
y teme que se deshaga el hechizo.
Había oro en tus ojos y destellos de luz
con crisoles de aurora.
Toda tú eras inauguración para nuestras torpezas.
Nos habíamos saludado con la mirada
y un diálogo de balbuceos indescifrables
cuyas coordenadas nos eran ajenas.
De repente un incendio, un fuego frío
que todo lo aturde
y lo embriaga de color y de aromas desconocidos…

Fue en otoño, cuando la primera mirada.

21 febrero 2019

EN LA ESPESURA




En la espesura de una calle peatonal,
entre cientos de rostros,
la singular mirada
de una diosa desde su aurea;
camina a pasos firmes,
deslizándose con la altivez de la estrella polar.

De repente se frena
en un tenderete callejero
y se prueba un sombrero
que al mismo sol nubla;
busca un espejo en el que mirarse
y aprueba sacando del bolso el billetero.

Para entonces, ya he perdido el rumbo
de mi destino
y me limito a seguir la secuencia
de un largo traveling
que a mí me ha sacado del plano.

20 febrero 2019

RITMOS Y TIEMPOS

Fotografía de Isidoro Jara.



En la chopera,
bajo los pasos mullidos,
un pleamar de acordes
que me transporta a la orilla del Mediterráneo
con sus flujos y reflujos,
con su tempo como resaca a los adentros,
en días rígidos,
y sus misterios calados y encallados en las profundidades.
Por entre las alineaciones arbóreas,
un rayo de luz discontinuo
sorteando el follaje
y a los pies un pequeño arroyo
que se vadea con facilidad, apenas con un brinco;
entre las ramas,
una música alegre y jovial como optimista es una aventura.
En el pensamiento,
aquella tarde de soleada soledad
que tomabas el sol semidesnuda
y las olas eran disciplina de la orquesta marina.
En la naturaleza, en toda ella,
el ritmo pautado de la música
como germen de gobierno del Todo;
a veces sostenuto, otras molto vivace
y la mágica batuta invisible marcando
ritmos y tiempos.

19 febrero 2019

APARICIÓN




Envuelta en las sombras de la noche,
con la cadencia de la brisa,
se hacía presente entre el denso manto
de la madrugada,
hasta que los primeros bostezos de luz
fueron dando formas a su presencia
armoniosa y delicadísima.
Detrás de una peña, entre abrojos,
un fuste enhiesto profetizando promesas
que se harían rotundas y fragantes
cuando las primera luces de la aurora
corrieron los definitivos
visillos de la noche;
como una aparición de talle enjuto y femenino,
una inmaculada vara de nardo.