28 febrero 2019

EVARISTO GUERRA ZAMORA
























En su mente, un abanico de colores
que se derrama por la Axarquía,
donde la higuera, el almendro y la vid
son caprichos anillados a su paleta juguetona
y una suerte pastel de matices que reinventan lo bello
y lo enriquece de nueva existencia.

En su puntillosa pulcritud,
un manejo escrupuloso de sus pinceles
sembrando los cerros de vegetación soñada:
ahora olivares de la tarde como olas cromáticas,
después almendros en flor que juegan a los destellos
con las sombras pardas
y los celestes desparramados por las pendientes;
luego amapolas irreverentes sobre azur,
que aúpan el caserío en el otero.

En los recuerdos de juventud,
una palmera que se asoma como enseña
por entre los muros enjalbegados
al final del camino,
al tiempo que serpea entre vides
y se encaraman detrás de cada revuelta ascendente.

Sábanas tendidas en el almendro,
paleta de azules esparcidos por las lomas
y vertidos con ingenuidad infantil;
rosáceos cielos que culminan la sencillez
de lo cotidiano
como endulzando el esfuerzo
de arrancar a la tierra el mejor de sus frutos
en las escardaduras.

Brumas, sombras grises,
nieve coronando las cimas lejanas,
y en lo inmediato,
un festín de colores sacados uno a uno
de la varita mágica de los ensueños.

6 comentarios:

  1. Como muy naif, en su candidez y en esa vocación de retorno a recuperar paisajes de la infancia.
    Un abrazo, Paco.

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  2. Prefiero esta pintura a la perfección hiperrealista, o a esas modernidades que se ven en Arco.

    Un abrazo.

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  3. Una pintura que parece fácil pero que no lo es, siempre que estén bien hechas, como estas.
    Y tus letras el acompañamiento idóneo para ellas.Un abrazo.

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  4. Me han fascinado estas pinturas pues el estilo Naif me encanta desde siempre.Tus letras enrioquecen todavía más las pinturas.Saludos

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  5. Muy buen pintor, sus cuadros son como muy especiales, muy personales. Yo tengo la suerte de haber conocido a Evaristo en persona, sencillo y natural como su pintura.

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  6. Me gustan esas pinturas, sí señor.

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