Pronto aparecerán los nuevos
brotes,
la clorofila incipiente
que despierta del sueño
invernal
y se abre lentamente en
abanico
hasta hacerse follaje.
Le sentó bien la poda al
viejo naranjo
y de sus nudosas
articulaciones
brotarán nuevas ramas
y de ellas mantos de azahar
germinados de promesas
que dibujarán la primavera.
Pronto aparecerán nuevos
gérmenes,
mas en los vástagos de mis
extremidades
se acentúa el gélido
invierno
con el semblante de bosque
talado
que transita
con agónica visión de
futuro.
Y las alergias con sus estornudos acompañarán al buen tiempo. Casi, casi me quedo con el otoño. En realidad y en metáfora. El invierno no, que es triste. En todos los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
No me gusta el invierno, ese invierno que se nos aproxima a los de mi generación, pero el tiempo transcurre sin pausa, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
A nosotros ya no nos salen brotes verdes.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí sólo me salen brotes de artrosis, Emilio. Pero tenemos que tratar de vivir en plenitud hasta nuestro momento.
EliminarUn abrazo.
Bueno estamos en esa edad en la que los achaques están a la orden del día pero todavía conservamos la ilusión de ver cómo salen esos brotes verdes.Saludos
ResponderEliminarSin dudas, Charo, no nos queda otra vivir hasta el final con ilusión y apreciar cómo cada día, al despertar, nos encontramos un nuevo regalo.
EliminarUn abrazo.
Esperemos que esos brotes nuevos aparezcan y no en nosotros sino en la naturaleza.
ResponderEliminarEso está garantizado, Tracy. Estamos poniendo en riesgo a la Naturaleza, pero seguro que sobrevive a nuestra generación.
EliminarVolverán a surtir los brotes verdes,
la clorofila volverá a germinar,
pero aquellos que ya fueron podados,
esos no volverán.
Un abrazo.