Febrero,
un mes tan corto como frío,
la anomalía del ritmo
binario
que se entrecorta;
ese golpe de vinagre
que se hace excesivo en la
ensalada del cada día,
cuyo acento se prolonga
mucho más allá de la
sobremesa.
Siento el frío de tu
ausencia, madre,
la escapada por el camino
del calvario
que me dejó helado
y huérfano.
Si supieras cómo echo de
menos tu regazo,
tu mano sobre la mía
al rescoldo de la mesa
camilla…
Tu presencia, madre, tu
sonrisa,
tu silencio…
La ternura de tu mirada
y la aprobación de tu gesto.
Aquel deshielo fue un para
siempre
que el gélido febrero me
recuerda,
como coda de esta
destemplanza
que me agita rememorándote.
Un abrazo, Paco.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Cayetano.
EliminarSí, un abrazo, Francisco.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Merche.
EliminarNo podia ser mas hermosa esta poesia a una madre. Gracias Francisco!
ResponderEliminarTodo escrito es superable, pero no así mis sentimientos hacia mi madre, a quien amo como siempre y sin fin.
EliminarUn abrazo.
Muy dulces tus palabras de añoranza a tu madre, tan dulce como la mirada de ella en su juventud ,que habrá seguiido siempre dulce,porque la mirada refleja lo que hay dentro del corazón.
ResponderEliminarMi madre era ternura, amor, desvelos... Mil gracias, Cristina.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy emotivo tu poema......yo también recuerdo siempre a mi madre que precisamente el día 17 de este mes hará 6 años que partió.Saludos
ResponderEliminarMe conduelo contigo, Charo. La mía hará 12 años ese mismo día.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡CÓMO TE PARECES A ELLA...!
ResponderEliminarEl mejor piropo. Creo que es cierto, Tracy, pero más en condiciones que en lo físico, que también.
EliminarUn fuerte abrazo.
El vacío que deja una madre, jamás se puede volver a llenar.
ResponderEliminarAllá donde esté, llorará de emoción con tu poema.
Un abrazo
Mil gracias, Julia. Creo firmemente que mi madre está en el cielo y sin duda se emocionaría, pero tampoco le causaría extrañeza, pues nadie nos conoce como la madre.
EliminarUn fuerte abrazo.
Guapísima y unos ojos como la miel.
ResponderEliminarSAludos.
Muchísimas gracias, Manuela. Gracias por esas palabras tuyas para ella.
EliminarUn abrazo de miel.
Tu madre está presente en tus letras, en tu vida y en tu corazón, Francisco...Febrero se la llevó y te la trae de nuevo, toda orgullosa y agradecida de tu grandeza interior.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz semana,amigo.