Déjame buscar, quiero volver
a aquel momento eterno
donde tú y yo perdimos la
noción del tiempo.
Déjame buscar en tus
labios
o por la concavidad
celestial de tu boca
nuestro primer beso,
aquel fuego de dioses que
cauterizo
nuestras vidas para
siempre.
Déjame acercarme a ti con
aquel viejo temblor
de la inexperiencia,
donde un deseo timorato
nos condujo
por caminos inexplorados
que llevaban al otro,
y que por los labios y la succión
y por la mezcolanza inevitable
de fluidos
hizo de nosotros dos
batientes
unidos por los goznes de
tan dulce prisión.
Déjame, te ruego.
Procuraré no eternizarme,
si bien es esa eternidad,
ese dulce cautiverio la
inercia que me motiva.
Colabora. Déjame. No
tardaremos más
que esa indefinición
espacial,
sin medición de tiempo, donde
sucede lo mágico:
enraicémonos de nuevo en
aquel primer beso.
Imposible revivir ese primer beso. El momento fue único y mágico. Nos contentaremos con los rescoldos, que también confortan.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
¿Y lo que se disfruta intentándolo una y otra vez?
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Bonito y romántico poema amigo.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga Charo.
EliminarUn abrazo.
Me gustó muchísimo este poema de amor puro!! Gracias Francisco...
ResponderEliminarTe lo agradezco mucho, Patricia.
EliminarUn abrazo.
Francisco, bello, tierno poema y sensualidad como lo tiene el beso de amor en los labios o boca. El primer beso es único, y ninguno vuelve a tener ese sabor y coswuilleo.
ResponderEliminarAbrazos
A mis años son muchos los recuerdos, mucha la ternura acumulada, Isa.
EliminarUn abrazo.
Ese primer beso, nunca se olvida.
ResponderEliminarBesos
Como ves, tampoco a mí.
EliminarBesos.
Como dice el anterior comentario, el primer beso nunca se olvida. Se puede olvidar a quien se lo dimos, pero no como lo dimos.
ResponderEliminarPues más importante todavía es hacerlo nuevo cada vez, sellarlo con el corazón.
EliminarUn abrazo.
Por favor... ¡qué belleza!
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Francisco, tus letras nos dicen que la vida es un presente continuo, que todo está presente y aunque hayamos sufrido muchos cambios y evoluciones, los sentimientos perviven en el corazón...Ese beso se renueva una y otra vez...Aquel viejo temblor de la inexperiencia aún palpita en tu poema.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por la constancia en el amor y en las letras.
También creo como tú que ese beso se renueva una y otra vez, María Jesús. Gracias, muchísimas gracias por tu apoyo a mis letras.
EliminarUn fuerte abrazo.
Buenos días, llegué aquí por el blog de Sandra. Me apreció un hermoso blog con poesía de alta calidad poética con grandes contenidos que me aportan mucho. Felicidades! Nos estaremos viendo.
ResponderEliminarUn abrazo, soy Paty Carvajal, de Chile.