“Quien
a vosotros recibe, a mí me recibe.
(Mt 10, 40)
Tiende tu mano; echa el copo
de tu garra,
fájate en la orilla sin
hacer prejuicios
y dando lo mejor que sale de
ti mismo.
Observa, examina los gestos
de espanto,
contempla cómo esa masa de
miedo
sabe distinguir el Amor de
la guerra.
Vienen del otro lado de la
vida,
del filo de la navaja y la
espoleta,
de unos intereses oscuros,
sembrados;
de allá donde las casas
saltan por los aires
y voltean miembros humanos
con la onda expansiva
esparciendo muerte.
No. No tienen enemigos. Son
ellos;
son ellos mismos que han
sido inoculados
con la división en la que
encaramarse
en el odio por intereses de
terceros.
Eran parientes; vivían en
paz,
─entendiendo por tal,
equilibrio inestable─
pero es muy osado un
asentamiento
sobre un manantial de oro
negro
que provoca babeo en las
fauces de los lobos.
Son más morenos, más cetrinos,
pero sus ojos claman
compasión
y como todas las aves
heridas
buscan el consuelo del
bálsamo:
arráncales las espinas de la piel y cobíjalos.
Hazlo por ti mismo, para que
la muerte
sea absorbida en la victoria:
“fraternidad, antídoto ante la indiferencia”.
Hay muchos que desgraciadamente no llegan a la orillas, y lo triste es que muchos de ellos son niños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desconocemos el número de los que no llegan, pero son muchos efectivamente. Es una pena la clase de sociedad que estamos construyendo.
EliminarUn abrazo.
Desesperados que intentan llegar a tierras extranjeras por causa de intereses y de guerras propiciadas también por naciones extranjeras.
ResponderEliminarUn saludo.
Tú lo dices más explícitamente, pero también hablo de eso, de que son otros los que han venido a echar la gasolina y a vender las cerillas.
EliminarUn abrazo.
¿Dónde está la fraternidad? Buen fin de semana. Un abrazo
ResponderEliminarUna pregunta incontestable. Se necesitaría una voz contundente y muy numerosa para que se dejara oír.
EliminarUn abrazo.
Desgarrador poema Francisco.
ResponderEliminarEl tema de los refugiados es muy doloroso . Las guerras siguen .¡TERRIBLE !
Apapachos.
Sí, es desgarrador, pero no es una historia novelada, es el lamento de los sin voz que clama, muchos de ellos desde los fondos del Mediterráneo.
EliminarBesos.
"...Vienen del otro lado de la vida... Son aves heridas, buscan el consuelo y el bálsamo..."
ResponderEliminarEs el mismo Creador, disfrazado de refugiado que se nos acerca...Y nuestro corazón debe reconocer su reflejo y su misterio...que también está en nosotros mismos...
Un poema que es homenaje, súplica, reconocimiento, esperanza y amor incondicional...Todo ello asciende al universo, Francisco...
Mi abrazo de luz y mi ánimo siempre.
M.Jesús
Así es, María Jesús: homenaje, súplica, reconocimiento y esperanza. No tengo una voz significativa, pero no puedo callar este genocidio que a quienes pueden repararlo no les inmuta. Gracias por tu visión lúcida, por leerme y comentarme.
EliminarBesos.
Lo más terrible es que los causantes parecen no darse cuenta del dolor, de las desgracias y de las injusticias que producen sus terribles acciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
No es que no se den cuenta, Rafael, sino que se tapan la nariz y miran para otro lado.
EliminarUn abrazo
Largo caminar hasta llegar al mar donde muchos perecen, sólo quieren vivir en paz y encontrar un mundo mejor en donde sus hijos puedan crecer y vivir lejos de una guerra injusta y cruenta......pero que les espera después de solventar tantos peligros?...
ResponderEliminarBesos
Los sirios que están saliendo en tan dificultosas maneras, son los que tienen medios económicos para pagar a las mafias que hacen leña del árbol caído; los pobres se quedan allí esperando su suerte. El largo caminar me recuerda la charla con una senegalesa que me contaba que tardó tres años y medio en llegar en patera a España: dos años hasta llegar a Ceuta y uno y medio más hasta lograr embarcar en la patera. Tuvo suerte: traía a un niño pequeño y estaba embarazada. Después de muchas vicisitudes, sus hijos están escolarizados y ella trabaja en la cocina de un bar-restaurante.
EliminarBesos.
"Hazlo por ti mismo, para que la muerte
ResponderEliminarsea absorbida en la victoria".
Aquí hay frases divinas...
Estremecedor poema. Tras casda verso tuyo late el corazón de una flor llamada Piedad.
Escribes con el alma.
Un fuerte abrazo
Me ha emocionado que destaques unos versos. Gracias infinitas por catalogar de flor esos latidos de sentimientos.
EliminarBesos.
Es horrible como la poesía, tu poesía, hace que estos temas se vuelven aún más duros y hacen que te escueza el alma de dolor.
ResponderEliminarOye , ¿no habrá forma de hacer llegar esta entrada a esos lobos?, déjalo, sería como echarle perlas a los marranos.
Beso fuerte.
Creo que es mucho más dura la realidad que lo que yo evoco, pero no te falta razón que el asunto es bien duro. En cuanto a los lobos, pues eso, tú misma has dado la respuesta.
EliminarBesos.
Bravo. Inmenso poema. Aun estoy conmocionada después de ver a esos bebés muertos. Esto es intolerable.
ResponderEliminarEstamos siendo despiadados contribuyendo con nuestros silencios a la muerte de tanto inocente. Gracias, Amparo, por tu comentario.
EliminarBesos.
Hola Francisco. No sabría añadir nada a los comentarios anteriores.
ResponderEliminarCon tu permiso publico este poema tuyo, inmenso, en mi muro de facebook.
Ángel
Te agradezco, Ángel, tu comentario y la publicación.
EliminarUn abrazo.
Somos nosotros los que iremos del mar a la orilla y ellos nos dirán en su gozo y con paz "pasad y comamos".
ResponderEliminarMil gracias, Enrique, por este comentario.
EliminarUn abrazo.
Tus poemas son aldabonazos en la conciencia. Un abrazo amigo
ResponderEliminarMuchas gracias, Chelo, por no olvidarme, como yo trato de no olvidarme de los que más sufren.
EliminarBesos.
El principal problema de nuestro tiempo y las autoridaders dormitan sin saber qué hacer, aplazando una solución que muchos no podrán ver en su tumba dentro del Mediterráneo.
ResponderEliminarUn saludo
Este es un forúnculo grave que le ha salido a la sociedad europea y que no sabe qué tratamiento le ha de aplicar. De momento están con emplastes que valen para nada. El idílico mundo de la Unión Europea tiene los pies de barro.
EliminarGracias y un beso, Carmen.
Son seres humanos necesitados de humanidad, que se aprecia en muchos, pero no en los que más poder tienen para acabar con esta lacra que tanto duele...
ResponderEliminarBesos.
Tristemente no interesa la humanidad. La prueba es que los capitales circulan con toda impunidad y las personas encuentran fronteras y alambradas, además de las barreras naturales de la naturaleza como el mar.
EliminarBesos.
Admiro que hayas podido plasmar también esta trágica situación,pues creo que no hay nada que pueda explicar tanta falta de compasión por aquellos que debieran por obligación proteger a los que lo necesitan. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy firmemente convencido de que esto es sólo la compasión de alguien que se estremece por lo que está pasando, pero también que si fuéramos millones las voces que se compadecen, si llenáramos todo de compasión, los políticos darían respuestas que ahora no dan. Ellos se mueven por la agitación de las masas y nosotros por los impulsos del corazón. Nos toca poner nuestro granito de arena. Mil gracias, Katiuska.
EliminarBesos.
¿Cuándo podremos estar conscientes de que todos somos hermanos, Paco? ¡Cuánto lo anhelo!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo anisado.
Estoy seguro que hacia esa hermandad caminamos, hacia la perfección de los sentimientos, pero visto lo visto nos queda mucho camino por andar, Sara.
EliminarBesos anisados.