Arsen Kurbanov |
Me eché a descansar.
Cuando la verticalidad se
hace cansina
y comienza a arrugar sus
maneras,
lo mejor es darle un golpe
seco
en la mediana y
horizontalizarla.
No pretendía dormir, pero
hay cosas
que vienen ensartadas al
azar
como las cerezas salen de un
cesto.
Perdí la noción, pero el
tiempo
seguía enganchado
dando volteretas en las
manecillas del reloj
y no paraba de avanzar.
Supe que me había elevado
sobre
los tejados y las nubes
y hasta me habría salido
algún quejido
inoportuno y lastimero,
cuando sobresaltado advertí
su presencia:
“¡shiiit, abuelo, sigue durmiendo,
yo te daré masajito!”
Hola Francisco. Cuando dormimos o nos recostamos sobre la cama, el tiempo se acorta o por el contrario es infinito. Menos mal que esos masajes de tu nieto seguro aunque fueran en sueños te supieron a gloria.
ResponderEliminarSoñamos dormidos y despiertos con estar lo mejor que nos permita nuestra salud, y que nuestro cuerpo tengan los menos dolores posibles.
Saludos y besos
Gracias, Isa, por tu fino olfato para detectar al ángel. No siempre somos conscientes de qué soñamos o qué ensoñamos.
EliminarBesos
Y no era un sueño, afortunadamente.
ResponderEliminarUn saludo.
Aún tengo dudas, pero es cierto que Alejandro andaba por allí enredando maravillosamente.
EliminarUn abrazo.
Estarías traspuesto, como nos sucede a veces, en estado de nirvana, supongo que la caricia de tu nieto te despertaría con suma alegría, nos nietos llenan la vida, ¿no te parece?.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario, dices en él que es un problema lo de las compras compulsivas, dímelo a mi que me paso tres pueblos cuando salgo a comprar, aunque soy una compradora impulsiva, cuando veo algo y me gusta, entro en la tienda, me lo pruebo y si me gusta me lo compro.
Es cierto que la publicidad nos incita a comprar, pero somos mayores de edad y sabemos lo que hacemos, no nos debemos dejar arratrar por ella.
Un abrazo, hasta pronto.
Mil gracias, Demófila, por tu comentario. Y ya sabes, prohibido ir a La Cañada. Jajaja.
EliminarUn fuerte abrazo.
Es como cuando mi nieto llega a casa todas las mañanas antes de ir al cole y me abraza, es un segundo que vale horas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nos hacemos como niños, Emilio, nos derretimos con sus ternuras.
EliminarUn abrazo.
Esos son los mejores angelitos, los nietos...!
ResponderEliminarQué bien que tengas dos a tu vera!
Besos, amigo!
;)
Pues sí, Edurne, es una alegría inmensa. Hacen un poco de barullo, pero es una delicia ser lo permisivo que no pueden ser los padres.
EliminarBesos.
A este angelito hay que comerlo a besos y mimarlo hasta el infinito.
ResponderEliminarHay algo más dulce ?...Nooooooo !
Muero de amor por los niños. Mis nietos ya están grandes pero siguen colmándome de amor y de ternuras.Y algunas veces de dolores de cabeza. Ya lo verás.
Apapachos.
Es verdad, son deliciosos y le colman a uno de satisfacciones. Cuando crezcan, habrá que amoldarse a los cambios que ellos vayan experimentando. Así es la vida, un continuo.
EliminarApapachos.
Así son los niños. Nos hacen volver a creer en el cielo.
ResponderEliminarAbrazos, Francisco.
Gracias
Dice el Maestro que para entrar en el reino de los cielos hay que ser como niños, así que no está nada descabellado que ellos nos eleven o nos hagan creer que nos elevan al cielo.
EliminarAbrazos.
Un poema delicioso, Francisco, con ese final que pinta la sonrisa en el lector.
ResponderEliminarEste par de versos son una maravilla:
«Cuando la verticalidad se hace cansina
y comienza a arrugar sus maneras».
Acabo de descargarme tu libro de poemas «Memoria del Mar». Será un placer leerlo.
Un abrazo.
Gracias, Isabel. Suena bonito eso que me dices y también que te hayas bajado "Memoria del Mar". ¡Ojalá te gusten algunos poemas!
EliminarUn abrazo.
Estos pequeñios ángeles, sienten debilidad por los abuelos...saben que simpre lo escuchan...el cariño que se profesan es recíproco.
ResponderEliminarBesos
Hoy vuelven a comer y pasar la tarde con nosotros, así que les dedicaré atención exclusiva.
EliminarBesos.
¡Qué lindo y qué ternura de crío!
ResponderEliminarYo me haría la cansada nada más que por oír esas palabras.
Me has dado una buena idea, Tracy.
EliminarBesos.
Francisco, qué gozada elevarse por unos momentos sobre la realidad y ser despertado por un ángel real, que hace de tu realidad un sueño y a la vez...un cielo...Muy bello e inspirador, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo de luz.
M.Jesús
Son momentos mágicos, grandes recompensas para los pequeños esfuerzos que uno hace por ellos. Gracias María Jesús.
EliminarBesos.
Tan tierno y amoroso como tu sueño, siempre estamos conectados con el Universo. Necesito caricias de un ángel, soñaré con él. Besos.
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