Fragancias del estío
que quedaron en la memoria:
jazmín del amanecer
y dama de noche
cuando la luz se hace
esquiva
adormeciéndose en la penumbra.
Octubre. Otoño. La Feria.
Ojén transforma la fisonomía
de calles, encrucijadas y
plazas;
luces, banderitas,
colgaduras,
música de trasnochadores
que ensartan su suerte
en los eslabones de los
bostezos…
Los Chorros,
─manantial
inagotable─
adecúa su temperatura a la
estación
y ahora parece menos fría
que en verano.
San Dionisio en andas
por las calles engalanadas
─pasacalles─
y tu boca en mis ensueños,
en la fugacidad y frugalidad
de los días y las estaciones,
de los hurtos consentidos
que me dejaron esta
fragancia
hechizada que me conduce
indefectiblemente a ti.
... y tu boca en mis ensueños... Precioso. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Felipe. Hoy tengo el corazón partío: es la feria de mi pueblo, pero mi cuerpo no está para ferias.
EliminarUn abrazo.
Tan bello..tan sentido..tan romántico...todo lleno de amor, que me ha dejado la piel erizada y toda emocionada por la fuerza de cada una de tus palabras.....besos otoñales
ResponderEliminarNada más hermoso podrías haberme dicho, Mirella.
EliminarBesos.
Rememoración proustiana a través del sentido del olfato. Mi infancia son recuerdos -borrosos- de un patio con jazmines y damas de noche, un perfume que a mi me resultaba dulzón y empalagoso, creo recordar.
ResponderEliminarUn saludo desde "Cai".
Si paras en Sevilla podríamos encontrarnos.
EliminarUn abrazo.
Ya estoy de vuelta. El tren para apenas un minuto en Sevilla para que suban los que van a Madrid.
EliminarYa quedaremos con más tiempo en otra ocasión.
Un abrazo.
Por tus comentarios de esta mañana, he supuesto que ya estabas en tu reino. En otra ocasión.
EliminarUn abrazo
Esos pueblos que viven en las laderas de las montañas, me encantan, solo tienen un problema, ir de una punta a la otra, cuesta. Aún recuerdo como me decían habitantes de Trevélez que se podían tirar años sin bajar o subir al pueblo Alto o Bajo.
ResponderEliminarSaludos
Así es. Yo hace años que no subo de la carretera para arriba. Hay cuestas que tienen mucha guasa, pero al tiempo es un balcón que acaba en el horizonte del mar.
EliminarUn abrazo.
Tu feria de Ojén me ha recordado a la mía de Fuenlli, otro año sin estar allí, y van dos.
ResponderEliminarSiento nostalgia.
Te comprendo, dos de mis primos quisieron venir a recogerme, pero para colmo hasta me caí el pasado lunes bajando de las piscina a los vestuarios y me aporreé, afortunadamente solo magulladuras. San Dionisio o el Ángel de la Guarda venían conmigo.
EliminarBesos.
¡Cómo lo siento!, ¿Estás mejor de tus magulladuras?
EliminarBesos de sanación.
Sin duda tu sanación es efectiva. Mil gracias.
EliminarBesos.
Me llevas a pasear por tu Ojén. Y me encantó.
ResponderEliminarEsa feria debe ser LO MAS, como dicen los jóvenes.
Ni te cuento las flores. Por sobre todas el jazmín de mis amores.
PRECIOSO !
Apapachos.
Quedamos emplazados para el año próximo e iremos a la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar.
EliminarApapachos.
Estos pueblos situados en las laderas de la montaña, tienen un atractivo especial, no conozco Ojén, pero he visitado algún que otro pueblo en que sus calles aparecen empinadas ya aunque no estés acostumbrada a las cuestas siempre vuelves con la sensación de que mereció la pena su recorrido.
ResponderEliminarBesos
Tu visita a Ojén te dejaría un montón de bellas fotografías, Antonia María. Está a sólo 8 Km. de Marbella hacia la montaña. Es como un balcón sobre el horizonte lejano del mal y sus casas arañadas al terreno como sus huertos en bancales y terraza.
EliminarBesos.
Francisco, tu espíritu ha recorrido Ojén acompañando a S.Dionisio...Hemos podido ver su feria y la alegría de sus gentes. Todo un milagro de las letras, que nos elevan por encima de la realidad...Mi felicitación y mi abrazo de luz por por ese ánimo divino.
ResponderEliminarM.Jesús
Mi espíritu sobrevuela Ojén permanentemente, como sus aromas se instalaron en mí. Nací y me crié enfrente de una panadería, no de un despacho de pan, sino de un mastrén (palabra no recogida por el diccionario, lugán donde se amasaba y horneaba el pan). Tenía un horno árabe que se alimentaba con ramas y arbustos frecos: romero, aulagas... que impregnaban el aire de un aroma inconfundible. Dicen que el hombre es de donde pace, pero inequívocamente de donde nace.
EliminarBesos.
Preciosa esa feria que siento leyendo tus letras. Bonitos recuerdos con fragancia de olor a jazmín.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Rafaela. La feria significaba además estrenar ropa y zapatos para ir a cumplimentar al santo patrón y rematarlo con la festividad de la Virgen del Pilar. Ahora hay diversión constante, pero entonces había que aguardar todo un año para algunos excesos.
EliminarBesos.
Qué bonito paseo... Hasta aquí me llegan los aromas.
ResponderEliminarGracias! y un abrazo.
Mil gracias, María, por acercarte.
EliminarBesos.
Esa feria, en esa feria he pasado muy bellos momentos, en esa plaza he bailado como una peonza y he disfrutado de maravilla, el pueblo de Ojen se merece la poesía que le dedicas.
ResponderEliminarLas cuestas me gustan poco, pero las tiene, te entran agujetas de subir y bajar, pero no de bailar, esas son las cosas de la vida.
Besos, feliz domingo.
Celebro que tenga para ti tan bellos recuerdos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Francisco. Tenía mi blog, y los de los amigos, abandonados. Pero ya he retornado así que te mando desde Gran Canaria (con temperaturas altas) un fuerte abrazo para tí y para tus seguidores. Ángel
ResponderEliminarMuchas gracias, Ángel, por aquí andamos haciendo cosas similares a las de siempre.
EliminarUn abrazo.
Me encantan las fragancias, todas, porque cada una habla de la magia de la vida, de sus paisajes y sus gentes.
ResponderEliminarNada como un buen perfume que nos lleve a soñar, es lo que digo yo siempre, que soy forofa de ellos.
Precioso poema.
Otro beso.
Fíjate, yo te imaginaba fragante. Tengo de ti un concepto elevado, como de día festivo o de ocasión especialísima.
EliminarMás besos.
Fetén... tu Ojén.
ResponderEliminarMuchas gracias por tan gráfica palabra, Angalu.
EliminarBesos.