Serán
vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo
se
echará con el cabrito, el novillo y el cachorro
pacerán
juntos, y un niño pequeño los conducirá.
(Is
11, 6)
Se
durmió el relojero de las estaciones
sin
darle cuerda al mecanismo,
quedando
adormecida la primavera
en
los brazos melancólicos del otoño;
el
resultado fue una floración frondosa
como
nunca antes se había conocido:
sin
competencia alguna, el ojeroso ocre
de
las hojas se hermanó con la clorofila
y
las guindas de rubí fueron colgantes
nutrientes,
con peciolos de jade.
El
mundo dejó de girar a ciegas,
como
si en lugar de soñar ensoñara.
Todo
estaba abierto. Se derritió el metal
de
todas las jaulas y el gorjeo de los pájaros
enmudecieron
la voz rabiosa del sol,
que
ahora era de candor rubicundo
y
se cubría con la capa de plata de la luna.
Las
estrellas eran perlas y ágatas,
con
algún zafiro sin rivalidad ni competencia.
Se
abrieron los cerrojos; sonaron las aldabas
y se
escuchó un tropel de carceleros
jugando
al corro con los sentenciados.
Dejaron
de correr los ríos, se asomaron
los
montes y valles engalanados
por
la ventana de la serenidad, donde todo
de
repente se hizo presente sin pasado.
Unos
ángeles cavaban el perpetuo jardín
con
viejas espadas y podaban con lanzas
que
no llegaban herir, que acariciaban;
y
un niño pequeño, con capa de armiño,
gobernaba
todo con el cetro de la paz.
Sin lugar a dudas es una ensoñación.
ResponderEliminarUn beso
Por supuesto que lo es, como la cita que le da pie tampoco es presente o un hecho del pasado, sino un futurible.
EliminarBesos.
¿Lo has soñado o te ha salido del corazón?.
ResponderEliminarMagnifica entrada, la primavera se fue, dió paso al otoño, como dices en tu entrada, las lanzas cotaron sin herir, pero herían las plantas que cortaban que, aunque no lo creamos, también sienten el filo de ellas.
Por lo que veo en tu entrada, al dormirse el relojero todo fue un caos tremendo.
Besos, feliz semana.
En verdad no lo he soñado. He querido ver hecha una realidad lo que anuncia el profeta Isaías en la cita previa, una perfección que en esta vida no creo que vayamos a conocer, pero que es hacia donde caminamos, hacia una convivencia feliz y en paz.
EliminarBesos.
De pronto, el tiempo se detiene y llega la paz definitiva.
ResponderEliminarNo sé si es el apocalipsis o la venida del paraíso o la revolución global o de todo un poco; pero la estampa del lobo en paz con los corderos me ha recordado -con todos mis respetos- esas publicaciones de los que van puerta por puerta anunciando su buena nueva.
Esperemos que esos otros lobos que nos acechan se vuelvan también veganos.
Un saludo.
No estás, como nunca, desencaminado, Cayetano. Ese es ese futuro, tal vez muy lejano, hacia el que nos dirigimos. Mi fe me dice que antes del final de los tiempos llegaremos a vivir todos en armonía, lo que significa que, con la que está cayendo, estamos todavía muy lejos de lograrla.
EliminarAunque la descripción no es muy completa, imagino que te refieres a los mormones, a quienes les guardo un respeto grande. Mantengo diferencias con su credo, pero me parece de una gran valentía salir a la calle, apostarse en una esquina o ir casa por casa llevando un mensaje de esperanza.
Desde el fragor de esta manada de lobos no es fácil ver con optimismo el panorama, pero me he dejado llevar por la cita del profeta Isaías, quien vivió allá por el siglo VII a. C., y por la esperanza de que un día alcanzaremos la paz total.
Un abrazo.
Tu ensoñación no debe extrañarnos...Es hora de que lancemos al aire nuestros deseos, que son muy dignos y humanos...Es hora de que en nuestra mente habiten en paz el lobo y el cordero. Si todos tuviéramos en mente estos "paraisos" se llenaría el aire de optimismo y positividad...Lograríamos la salud del cuerpo y la plenitud del alma...¿por qué no soñar? Necesitamos creer y sentir que todo puede cambiar. Apoyo tu idea y tu visualización, Francisco...Mi felicitación y mi abrazo de luz por poner el corazón en tu poema y dejar de lado la mente, muchas veces crítica y fría.
ResponderEliminarM.Jesús
Esta situación me hace recordar el nacimiento del ajedrez. Cuentan la leyendaa: el Rey de Persia aburrido en los ratos muertos, de repente quedó fascinado por el juego del ajedrez, el cual le presentó un inventor ingenioso e inteligente. Se cuenta que quedó tan agradecido que el rey ofreció al matemático oriental lo que deseara. El inventor contestó: Me conformo con 1 grano de trigo por la primera casilla del tablero, 2 por la segunda, 4 por la tercera, 8 por la cuarta y así hasta la casilla 64 del tablero. (Es decir la suma de los 64 primeros términos de una progresión.geométrica, de razón 2 y cuyo primer término es 1).
EliminarEl rey se mofó pensando la minucia que le estaba pidiendo y solicitando a su visir que preparara el premio solicitado, hizo los cálculos y se dio cuenta que era imposible cumplir la orden, pues la suma de los granos de las 64 casillas era nada menos que la cantidad de 18.446.744.073.709.551.616 granos (en cada Kilogramo de trigo caben aproximadamente unos 28220 granos, por lo que el resultado sería de unas 653.676.260.585 toneladas
Si yo lograra convencer a otro el deseo de vivir esta paz, de que esto es posible, y ese otro a otro, y así toda una logística piramidal, acabaríamos en la totalidad o próxima a ella. Mi pretensión no llega a tanto, sino la de hacer yo mi tarea viviendo y ayudando a que los otros vivan en paz.
Gracias por tu comentario, María Jesús. Besos.
Si de soñar se trata, no hay límites.
ResponderEliminarDicen que si uno sueña poniendo toda la fuerza del corazón , el sueño se hará realidad.
Como soy una soñadora empedernida y muchos sueños se me han cumplido, yo
también lo creo.
Y si hay sueños, hay otoño.y jaulas abiertas de par en par,las flores tienen pétalos de jade,las estrellas cuelgan de los altos cielos,angeles de luz y un niño con capa de armiño ...
Si me dejas , voy a visitar ese mundo que creaste y no me vuelvo más.
Apapachos.
A ti, María del Carmen, es fácil inducirte a soñar, porque tú eres puro ensueño. Tú vives ese mundo y es precisamente ese mundo el que no te permite que te hundas en las circunstancias de la vida.
EliminarApapachos.
Si hay algo que nadie podrá robarnos, son nuestras ganas de soñar.
ResponderEliminarSigamos haciéndolo mientras el corazón siga latiendo, demos libertad a los sentimientos y dejemos que el viento otoñal los lleve a ese mágico lugar donde, un día no lejano, puedan convertirse en realidad.
Agradezco tu correcto comentario y, como es mi costumbre, vengo para devolverte la visita, desearte una feliz semana y dejarte mis saludos.
Kasioles
Es cierto, nadie puede ser privado de libertad si sigue contando con la facultad y voluntad de soñar. Nelson Mandela pasó muchos años en la cárcel, pero nadie le robó su libertad de llevar a cabo sus sueños.
EliminarUn fuerte abrazo.
Y llegará ese día, aunque hoy lo vemos tan lejano y poco posible. Pero al fin reinarà el amor, a eso venimos....
ResponderEliminarAbrazo de anís.
Ciertamente, hemos venido para amar, para ser felices, por tanto, no debemos privarnos de soñar con un mundo ideal, que por otra parte nos ha sido anunciado.
EliminarBesos anisados.
Como música celestial en el más ansiado paraíso...
ResponderEliminarAsí de bonito, conmovedor y profundo me ha parecido tu poema.
Mi aplauso.
Besos.
Muchas gracias, Marinel por tu entusiasmo al comentar el poema.
EliminarBesos
Es un bellisimo texto con imagenes preciosas con perlas y agatas como estrellas,ángeles podando el jardín y un niño gobernando con el cetro de paz.
ResponderEliminarOjalá que suceda y que un día nuestros gobernantes tengan la suficiente bondad y paz para dirigir.
Un placer visitarlo.
Saludos.
Muchísimas gracias, Azulgenia. Creo que es la primera vez que me visitas y ha sido mucha tu generosidad.
EliminarUn saludo afectuoso.