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| Fotografía de José Antonio Tamayo |
Hay una nostalgia plomiza, ya sé,
y una nostalgia de plena luz
con los acordes del canto de los grillos;
una nostalgia interna y otra externa,
una sed endémica por revivir el ayer
en la perpendicularidad solar,
en los frutos del verano,
en lo salobre del agua del mar,
en los encajes de la espuma de las olas,
en la desnudez de los cuerpos,
en los amores de temporada
que sólo el otoño acrisola,
si acaso germina y echa raíces.
Hay —ya lo creo— una
nostalgia del esplendor
cuando ésta no está en ti
y sí en las cosas que te rodean:
tiempo de nostalgia
cuando el fogonazo destella y deslumbra,
abrasa y abraza;
tiempo de buganvillas y dama de noche,
de moña de jazmines y biznagas,
de higos, melón, sandía y gazpacho,
de higos chumbos
de tiempos chungos,
de tiempos chungos,
de rememorar en la piel los soles de antaño
y los atardeceres mecidos en el columpio de las horas,
de helados y terrazas con veladores,
de sillas en las puertas que se perdieron,
de ver cómo se dobla el calendario
dilatado de vivencias
en el sequedal del pretérito,
de soñar en una revitalización imposible,
de hacer balance y contabilizar
pérdidas y ganancias…
Nostalgia, nostalgia agosteña.
Cuantas cosas me evocan sus letras, manjares de la huerta del alma. Me gusta columpiarme en las horas, como si las tuviese todas.
ResponderEliminarGracias amigo francisco.
Con ternura
Sor.Cecilia
Yo soy tremendamente nostálgica.
ResponderEliminarMe gusta ser así.
Precioso poema.
Un besito
Creo que la nostalgia es un estado que se acrecienta con los años. Hay una época en la que corres tantísimo que no da tiempo de mirar atrás. Sólo cuando te paras, puedes observar cómo se dobla el calendario y revivir esa sed endémica por lo ya vivido.
ResponderEliminarFelicidades nostálgicas, Francisco.
Besos.
Hola primo!!!! Los días de verano tienen tantas horas que proporcionan mucho tiempo para recordar... y en los recuerdos está la nostalgia de tiempos que fueron y ya no serán, de tiempos buenos... malos... un buen chapuzón en el mar para despejarse!!!
ResponderEliminarLindos versos Paco.
Besos cariñosos desde Jaca.
Me has dejado eso, nostálgica perdida!
ResponderEliminarme parece que he vivido una vida muy larga,. que nis nostalgias quedan muy lejos ya...
Y sin embargo, queda tanto por vivir!
Un abrazo enorme, Paco!
Ando, ya sabes cómo... mañana con aita de nuevo al quirófano, ojalá sigamos teniendo suerte!
Pero siempre ando por aquí, lo sabes!
;)
Mil gracias querido y admirado poeta por concedernos el privilegio de ser participes de la suprema belleza de tus versos. Muchos besinos y feliz inicio de semana te deseo con todo mi cariño.
ResponderEliminarEso de ver cómo se dobla el calendario dilatado de vivencias por la nostalgia agosteña, me encanta sentado, a la sombra, en el velador de una terraza, con una buena jarra de cerveza bien fría, meciéndome en el columpio de las horas al atardecer. De veras que me encanta. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarNo conocía la vena de poeta que has sacado en esta entrada, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarHola Francisco, aún estoy esperando tu contestación a mi correo, será que no tienes muchas ganas de conocerme, por lo que tardas en contestarme no puedo pensar otra cosa.
Tu poesía me ha dejado llena de nostalgia, me gusta como describes los encajes de las olas del mar, el mar es un buen tema para una poesía tan bonita como la tuya, se ve que la sientes y has volcado en ella toda la nostalgia que sientes en este mes de agosto, porque queda poco verano, ya se nos va el verano y pronto vendrá el otoño con sus días cortos y tristes.
Un abrazo, hasta pronto querido amigo
No he podido responderte, aunque lo he intentado, porque no encuentro tu correo. Esta tarde he pasado por la puerta de Goyo camino del paseo marítimo; sabía que no te iba a encontrar, pero me dio el pálpito de pasar cerca de ti como lo único que podía hacer. Iba con mi hijo Carlos y mañana llega el otro con su mujer y sus hijos. Contéstame al correo en lugar de al blog, así memorizo tu e-mail.
EliminarUn abrazo.
No todo es evocación, muchas de las cosas que recuerdas siguen ahí, sólo hace falta que volvamos abrir los ojos. Una preciosidad de poema. Un beso. Soledad
ResponderEliminarDespide esa nostalgia querido Francisco! que no es buena compañía, y quédate con la alegría, con ella si que puedes volar alto.
ResponderEliminarBesitos y aleteos en el alma.