En un lugar remoto
se agita estos días la naturaleza,
pero me siento a salvo
a muchas millas de distancia
y nada temo;
aquí los cielos son límpidos
y están bruñidos de azul celestial
y los días llegan sin sobresaltos
con pan tierno y agua potable:
nada va conmigo.
Le pondrán nombre propio
tratando de humanizarlo,
pero trae el vigor de las fuerzas del averno
dirigidos, por lo común,
hacia los más empobrecidos
y no le temblará el pulso
segando vidas y haciendas;
desde mi atalaya, ni siquiera
se oirán los ayes lastimeros:
nada va conmigo.
En un lugar remoto
donde se agita estos días la naturaleza,
vive José Eliecer y familia,
con quienes he tramado pertenencia
por lazos de voluntad;
ahora sí,
ahora el parte meteorológico
es un inquieto chispazo de vida
que puede quebrarse
y no una vacua sección del noticiario:
confiaré y no temeré
(Is 12, 2).
Buenas noches Francisco, Aqui estamos en Puerto rico acabamos de recibir parte de los residuos de la Tormenta Isaac, Gracias a Dios todo esta bien, esperamos todo siga bien para usted, bendiciones
ResponderEliminarGracias, Jackie, por estas noticias esperanzadoras. Con demasiada frecuencia nos preocupamos sólo por lo que nos afecta, pero esa globalización de la que hablan en términos económicos y sin los efectos adecuados para todos, sino sólo para quienes no lo necesitan, debemos extenderla a toda la humanidad y en todos los ámbitos: lo que afecta negativamente a cualquier ser humano a mí me debe inquietar. Ese es el sentido que he querido imprimir a mi poema.
EliminarDios le bendiga.
Tus letras son tan variadas y universales que lo mismo puedes hablar de una sardinada sobre la arena, tus viajes a tierras lejanas o de una tormenta al otro lado de tu mar...siempre es un placer leerte.
ResponderEliminar¡Qué hermoso comentario! Hermoso porque no habla de hoy, sino de mi siempre. Confieso que me he sentido un poco vanidoso al leerlo, aunque reconozco que no es para tanto. Te agradezco, Tormenta, de todo corazón ese seguimiento fiel y la atención prestada a cuanto publico.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco.
ResponderEliminarQué lejos nos queda a veces el sufrimiento.
Un abrazo.
PD.- Suscribo el comentario de "Tormenta".
Cierto, Elena; tan lejos que no nos afecta. Hace días que no leo nada tuyo y espero que sea porque te has tomado un descanso veraniego. Vuelve, te esperamos. Gracias por subscribir las palabras de Tormenta.
EliminarBesos
Hay muchas personas que viven en zonas de huracanas, otras en zonas sísmicas. La naturaleza puede con el hombre y aún no hemos descuebierto cómo protegernos.
ResponderEliminarBss.
mil gracias querido y admirado poeta por hacer que con tus letras nos demos cuenta que aún existen personas adorables y sensibles como tu que siguen creyendo en la amistad y la solidaridad .Muchos besinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz fin de semana.
ResponderEliminarAquí estoy de nuevo para disfrutar de sus letras tras superar mi propio huracán personal. Esperemos que los demás huracanes que amenazan al mundo vayan amainando igualmente.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Estamos rodeados por huracanes, unos son los climatológicos, otros, los propios, los internos, otros los sociales, los económicos... siemnpre vapuleados.
ResponderEliminarEmpatía, empatizar, verbo que muchos no conjugan. tú sí, tú lo haces muy bien y muy a menudo. Gracias!
Un abrazote!
;)