En la playa se incendian los cuerpos
y en los montes arden los pinos
y las carrascas;
la brisa aplaca los efectos
de los primeros
y abana con entusiasmo a los segundos.
Los campos tienen sed
y en Filipinas las avenidas hacen las mudanzas
de personas y enseres.
La economía está por los suelos
y la prima de riesgo se ha instalado
en el ático,
desde donde otea, tantea y nos somete.
Todos hablan, hablan y hablan,
mas nadie dicta soluciones
a medio plazo;
ni siquiera inmediatas.
Es verano, suben las temperaturas
y el otoño se prevé caliente,
lo que quiere decir
que serán más los que pasarán frío.
La invulnerabilidad de los pensionistas
se está agostando
y ya ponen sus barbas en remojo
para que no les sorprenda el deshielo
que sotto voce se
anuncia.
Muchas voces denuncian la superpoblación
de políticos en coche oficial
y hombres de confianza;
ellos confían en convencernos del error
mirando al horizonte:
cada maestro, más pupitres;
cada médico, más camas;
al parecer son tiempos de sumar,
pero nos empeñamos en lo inamovible.
Desde el mirador, todo cambia,
para que nada cambie.
Hola, Francisco:
ResponderEliminarQué suerte poder mirar la vida desde tu mirador, desde allí se ve claramente la cruda realidad.
Un abrazo.
Perdona RAfel, tengo que contestar a alguna persona para poder comentar aqui en la pagina de Paco.
EliminarHola Paco, muy buen tu escrito.
Miremos desde donde miremos los problemas, por muy alto que estemos para mirarlosn, desgraciadamente nos afecta, si no directamente, indirectamente.
Veo que pasas buen veraneo.
Saludos y un abrazo grandeeee
Una limpieza como hilvanas la dura realidad con poesía, que embellece esa misma realidad pero que no la ablanda sino que la marca y la muestra hecha fuego junto a los pinos y la carrasca.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Creo que todos nos asomamos a este mirador entre asombrados y aterrorizados.
ResponderEliminarNo sólo aquellos que han cumplido la tediosa labor de trabajar duramente toda su vida y ven con espanto como su vulnerabilidad se hace patente por culpa de unos irrespetuosos chabacanos,falaces,crueles despilfarradores ególatras.
Todos,todos estamos mirando desde él acongojados, viendo como pasan los días estivales para acercarnos a un infernal otoño de inviernos precipitados.
Besos.
Yo no quiero ni pensar en lo que ha de venir, pero en verdad te digo, que deberiamos salir todos a la calle y darles un toque de atención presencial, sin pancartas, sin gritos ni arengas, en un completo silencio ensordecedor. Yo creo que ya hemos llegado al límite, no podemos ni debemos seguir consintiendo semejante atropello.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo querido Paco
lamentablemente uno mira de afuera en estos momentos, rumia bronca y pide ayuda al de arriba. Los hacedores del desastre, ellos duermen tranquilos
ResponderEliminarun abrazo y un beso
Incluso en verano la prima de riesgo sigue trabajando al igual que los especuladores en bolsa y compañeros mártires. ¿Por qué no se irán a la playa y nos dejarán un poco tranquilo? Y si se van a Siberia y no vuelven mucho mejor.
ResponderEliminarUn saludo
Me pregunto si ellos tienen mirador.
ResponderEliminarYo creo que lo han tapiado, al igual que sus ojos y oídos.
Un abrazo a cielo raso.