Prometió el mismo cielo —sin avales—
en ascensión directa
con sólo elegir su nombre,
pero nos sirve un plato de escombros
al tiempo que se encoge de hombros
como hombre que ha enhebrado
el torzal último del último carrete:
pólvora mojada al grito lastimero de
Santiago y cierra
España…
y los corazones asediados de penuria.
Nos llevaron en volandas a la cima
desde donde se divisan
trenes de alta velocidad sin pasajeros,
aeropuertos sin aviones
y bancos sin dinero:
la sima para el catafalco
de la riqueza soñada
que se quedó sosa a falta de sustancia;
ese pozo ciego donde quien cae
ya jamás se levanta
y hasta se le niega la mano
con la que asirse al brocal…
y los corazones asediados de penuria.
Prometió el mismo cielo —sin avales—
en ascensión directa
con sólo elegir su nombre,
pero se le han acabado los argumentos
como al pueblo acabará
agotándosele la paciencia, aunque
puede ser que sea demasiado tarde…
y los corazones asediados de penuria.
Promesas escritas con tus sílabas donde la poesía es el renglón de tus letras.
ResponderEliminarUn beso.
si, se le acabaron los argumentos, ahora se los inventa y ni él mismo se lo cree. Pobre pueblo, otra vez a pasar penurias
ResponderEliminarBsss
Hola Francisco...triste realidad, pero en estos tiempos ¿De verdad hay alguien que crea en los políticos? Acá en mi pueblo ya estamos curados, somos incrédulos... hemos aprendido la lección...Bueno amigo, así es la vida...recibe un fuerte abrazo de ánimo.
ResponderEliminarCreo que te equivocas con el título, las promesas son una cosa, la mentira otra muy diferente. No puede ser promesa algo que sabes que no vas a cumplir desde el momento que lo dices.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy ejerciendo mi derecho al voto desde que tenia 18 años pues como ya sabes, vivía en un pais democrático,y nunca, nunca, he creido en las promesas de los políticos, son promesas que una vez hechas no hay que cumplirlas, pues su objetivo ya está alcanzado, que es, ni más ni menos, que inculcar falsas esperanzas para hacerse con los votos necesarios y ejercer el poder. Ahora, con 65 años, he tomado una decisión, no pienso volver a ejercer el derecho al voto, todo eso de que si no votas es antidemocratico se me parece a aquella tan manida, de que el dinero no da la felicidad, ambas una mentira muy bien urdida para que parezca real, ya sabes, no solo tiene que serlo, tiene que parecerlo. Y luego se quejan de las abstenciones que hay en las elecciones, es que es..... para ponerse a mear y no echar ni gota.
ResponderEliminarQuiero dejar, al igual que Nerim, mi postura ante el escarnio público al que nos vemos sometidos. También yo, en mi juventud, ejercí mi derecho al voto, confiando en las promesas que pronto comprobé fueron mentiras. De unos y de otros, eran la misma cosa. Hace doce años que sigo ejerciendo mi derecho ¡porque no deseo que me lo quiten!, pero lo ejerzo en el color de la luna en las noches de verano : blanco, muy blanco. Fue y es, un mísero aporte de mi descontento, del que muchos se empeñaron en decir que favorecía a la mayoría ...y es mentira. No favorece a nadie de ellos : si TODOS los votantes ejercieran en BLANCO. ¿Qué ocurriría? ¿acaso no provocaría una situación de cambio, un jacke mate a la estructura improductiva que tenemos, tal y como Saramago describió en su Ensayo sobre la lucidez?.
ResponderEliminarRecomiendo este libro.
Tu poesía de Promesas, Francisco, es perfecta para retratar las MENTIRAS.
Recibe un abrazo de Laura.
Tienes razón Paco, qué fácil es gastar cuando el dinero no es de uno. Aeropuertos fantasmas y vías del AVE muertas.
ResponderEliminarNo sé en que acabará todo esto, pero me da miedo pensar que haya algo muy fuerte.
El poema muy bien hilvanado
Saludos y un abrazo grandeeeee
Creo que he entendido la ironía!!!
ResponderEliminarBesos cariñosos primo y ya la cuenta atrás para irme al Alto Pirineooooooooo!!!
¡Vente pa Marbella, prima!
EliminarA que no cumplan lo dicho estamos acostumbrados; Pero a que hagan de lo dicho todo lo contrario ...
ResponderEliminarUn abrazo en el día del Santo
Triste realidad que espero desaparezca pronto. Un placer saludarte Francisco. Te dejo un abrazo inmenso.
ResponderEliminarOjalá todo se mejore querido Francisco, es mi deseo profundo, yo lo he vivido y cuesta salir adelante.
ResponderEliminarLo mejor para España, se lo merecen.
Besos desde Argentina, acá no vamos bien pero es como que estamos más acostumbrados a sufrir.
Besos grandes.