Anoche, como muchos españoles, me
retiré a descansar henchido de patriotismo deportivo y los medios siguen a la
mañana siguiente en esa pleamar de los momentos especiales, todo teñido de
rojo. El fútbol se ha encaramado en la cresta de la ola como sustitutivo de las
ilusiones perdidas en otros ámbitos más firmes y necesarios.
Cuando desperté, bostezaba la
mañana con sus primeras luces aun titubeantes y turbias. Al hacer por
incorporarme, como sintiéndome en medio de esa ola tal vez roja, era yo el
titubeante; sentí que entre la cama y el baño me trasladaba en barco y hasta
estuve a punto de salirme por la borda entre efluvios de semiinconsciencia. Como
pude, sin poder explicar cómo, regresé a la cama para tratar de incorporarme de
nuevo y comprobar que no se trataba de algo pasajero como en otras ocasiones. La
bajamar de la tensión estaba bajo mínimos y sentía como la solería me escarbaba
los pies; por el pasillo, de babor a estribor, terminé por llegar al salón y
busqué refugio en la butaca. Lo que sigue es una historia clínica que comienza
por el 061, sigue por un traslado en ambulancia y acaba con un largo número de
horas en la urgencia hospitalaria.
De nuevo en casa, algo aturdido,
sí; pero muy feliz de haber constatado que no me ha llegado ni el día ni la
hora, que, como viene sucediendo de manera constante, las mareas, también la Ola
Roja, tiene su pleamar y bajamar. Mientras escribo esta nota, otro momento
álgido de la selección española: el polifacético Pepe Reina hace su ya conocido
e improvisado show entre cánticos y
aclamaciones. No quiero preocupar a mis lectores, sino sólo informarles que
sigo, que resistiré a esta bajamar roja que parecía arrastrarme hacia lo
profundo. Estuve decaído, muy decaído, pero sabía que mi Pastor me sacaría de
los valles oscuros y me llevaría hacia fuentes tranquilas.
Me alegro muchísimo que se haya restablecido y que todo quedara en un susto.
ResponderEliminarUn saludo Francisco.
Gracias, Bertha, tu comentario me llega como con aroma a rosas.
EliminarTODOS SOMOS ESPAÑOLES... OLÉ!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias por tu españolidad, Angélica, y gracias de nuevo por haberme abierto un espacio en tu prestigioso blog.
EliminarCuidado con las emociones fuertes, amiguito!!!
ResponderEliminarYo que no soy española, vi el partido de ayer y me emocionó, ya me imagino lo que fue para ustedes aquel nuevo triunfo.
Menos mal todo fue un susto, y no olvides que te queremos aquí con nosotros para rato eh.
Besitos en el alma y un abrazo alado también.
La verdad, Diana, que no ha sido como consecuencia de la emoción futbolística, pero lo bueno es que me siento mejor y ojalá que se cumplan tus deseos de por largo tiempo.
EliminarCaricias a tus alas.
Cuídate mucho mi querido Francisco, tomate todo con calmita, quiero felicitarte y felicitar a todos los Españoles que te frecuentan, tremendo partido y me alegra muchisimo su triunfo, ahí estuve vibrando con ustedes, besos...
ResponderEliminarQuerida Ema: gracias por tu interés; haré por cuidarme lo mejor posible.
EliminarFrancisco, parece ser que fue una mala pasada de la tensión arterial, que con la correspondiente medicación se corregirá; pero ojo francisco, reza para que no tengas necesidad de muchas recetas de la seguridad social que te dejarían tu economía un poco maltrecha.
ResponderEliminarTe deseo mejores tu salud, pocas recetas y un abrazo.
Así fue, José, una jugarreta de la tensión arterial. Confío en no tener que gastar mucho en farmacia.
EliminarHola Francisco, interesante y bello lo que compartes. Cuidate mucho.
ResponderEliminarEres un cielo de persona, siempre recomendándome que me cuide.
EliminarLos que somos hipo/hipertensos, ya sabemos que esta es una enfermedad "cabrona" cuando da síntomas, que pocas veces lo hace, hay que salir pitando no vaya a ser que nos quedemos en el sitio.
ResponderEliminarUn abrazo y me alegro que te encuentres bien y escribiendo tus entradas diarias.
Es ciertamente "cabrona", sí. Entre otras cosas porque no es fácil de identificar y porque uno siempre se pone en lo peor. Espero que ahora tarde en repetirse.
EliminarPaco!!!!! Me tranquiliza leerte y tus palabras serenas me dicen que sólo ha sido un susto. Ya verás como el Ojén de tus amores es la mejor medicina. Besitos cariñosos primo, desde Cáceres.
ResponderEliminarVerdaderamente estuve muy sereno, prima. Hace días le decía a Pepita: cuando me llegue la hora de la muerte, me gustaría estar consciente, saber que me despido, tener ocasión de pedir perdón y repetir a los míos que los quiero, al tiempo que transmitirles sosiego. Como bien dices, espero pasar en Ojén unos días muy felices y reencontrarme con mi infancia las calles de mis juegos, el calor inextinguible de los míos que se fueron... y también reencontrarme a mí mismo. Besos, prima.
EliminarMe alegro de que todo se haya quedado en un susto.
ResponderEliminarÉstos de la selección nos van a matar de un infarto, los nervios que yo pasé el día que jugaron con Portugal no se lo perdono.
Un abrazo Francisco, y cuídate.
Elena, siento que tu afecto es muy sincero; lo mido con el mío hacia ti y veo que empatan hasta en la prórroga. Como no echamos penaltis, lo dejamos en recíproco.
EliminarBesos
Después de hablar contigo por telefono y comprobar que estás bien y saber que el origen del malestar ha sido una bajada de tensión debido al calor reinante, me he quedado más tranquila. A ver que dice el médico el miercoles, estoy segura que todo irá bien y que podrás ir a tu segunda casa, a Marbella, a disfrutar de tu ambiente, de buenas y sanas comidas, de la carpa y sobre todo de la compañia de amigos y familiares. Entre todos ayudaran a que tu ánimo vuelva a ser el mismo de siempre y ver este problemilla de salud como algo pasajero.
ResponderEliminarCuidate mucho. Un beso y un "te quiero" desde lo más profundo de mi corazón.
Después de tu larga llamada telefónica no sé que más decirte. Bueno sí, que me gusta decirte que te quiero, que lo sabe Luismi, que lo sabe Pepita y que ellos son nuestros cómplices. Cuando el Amor se escribe con mayúscula, su perímetro llega mucho más allá de las lindes de lo carnal: amaos los unos a los otros.
EliminarBesos
Paco, amigooooo!
ResponderEliminarVengo de contestarte en la Orillita y me encuentro con este susto!
Menos mal que estás bien, porque sino, no hubieras escrito nada, y tu estilo ahí está que nio la tensión le afecta!
Venía yo de decirte casi lo mismo que Mirentxu respecto a Marbella y la carpa de Paco, tu primo...
Ánimo, que enseguida estará todo como si nada hibiera pasado!
Cuidadito con este calorín (como dice mi amiga Carmen, la de Alhaurín),que no se anda con chiquitas...!
Un besote más que enorme y te mando un poco de este veranillo agradable que reina por estos lares!
;)
Desde que te he conocido, Edurne, sé que tengo alguien mío en Bilbao. ¡Hace tanto que no he ido a Bilbao...! Entonces era gris, muy industrial y poco luminoso, pero con un empaque indiscutible. Tú eres un ser encantador en cada una de tus manifestaciones; también para ti tengo las palabras que he dedicado a Mirentxu: te quiero.
EliminarBesos
Ya lo decía yo que el cuerpo a ciertas edades no está para emociones altas. Me alegro que hayas podido escribir el post, lo que significa que estás bien o menos mal de lo que podíamos pensar.
ResponderEliminarAsí que no me puedo despedir y dejarte de la mano porque te me pones malito:-)
Menos mal que no ha sido un corte de digestión por la comidas de María y mías.
Cuídate que el Pastor no está al tanto de todo con la que está cayendo.
Bss
P.D.
Me pasaré en cunato pueda a ver que tal sigues
Gracias, Katy. Tus palabras me alimentan más que tus recetas y las de María. Es verdad que el Pastor tiene mucho que hacer, pero mayor es su capacidad. Gracias por tus desvelos.
EliminarBesos
Amigo Francisco, cuanto siento que hayas tenido ese susto, lo bueno es que lo estás contando y a la vez me figuro que recuperandote, dejate cuidar y mimar por tu dulce compañera y hazle caso, obedecela que ya sabemos que los hombres son muy desobedientes en éstos casos, espero que te recuperes muy prontito y todo se haya quedado en una tontería o un exceso de alegrías por la fiesta del día anterior
ResponderEliminarUn abrazo grande con mis mejores deseos
Ahora que hablas de mimos, y a la vista de los resultados, creo que inconscientemente lo que he buscado son los mimos de todos mis lectores, a quienes quedo muy agradecidos. Gracias, Rita, gracias de corazón por tu consejo.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Vaya, hombre! Siento que el amanecer de este día post celebración haya sido tan malo. Decían que íbamos a notar la vuelta a la realidad pastosa, ésta en la que vivimos, pero tu entrada en ella ha sido verdaderamente dura. Aun con todo, y después de visitar el maravilloso mundo de las urgencias, ya estás recuperado y vuelves a ser tú.
ResponderEliminarUn saludo
Desde luego que lo sucedido no tiene nada que ver con la resaca de la Ola Roja, pero es cierto que en la urgencia hospitalaria era todo un tsunami. ¡Cuánta gente!
EliminarGracias, Carmen, un fuerte abrazo.
Amigo Paco, eso pasa en las mejores familias. Cuídate mucho. Ángel
ResponderEliminarGracias, Angel. En mi caso es una repetición de hace tres años; entonces llegué a perder el conocimiento.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Y que te digo yo! Sí, que el susto que me diste anoche cuando lo lei fue muy grande, y tú lo sabes, tanto que no puede ni comentar.
ResponderEliminarHoy después de hablar contigo y saber que sólo ha sido la tensión y de comprobar lo bien que te cuida ese "médico particular" que tienes en casa estoy más tranquila.
Claro, si es que todos, incluido Pepito Grillo, te han forzado mucho ultimamente.
¡Cuidate! Un fuerte abrazo para ti y otro para Pepita para no se enfade conmigo por no cortar a tiempo el teléfono.
Besos
¿Sabes que te quiero, Pepito Grillo? No importa, te lo repito.
EliminarBesos
Posiblemente haya sido la emoción.
ResponderEliminarMenos mal que todo quedo en un susto y nos lo puedes contar.¡Que alivio!
Ya sé que te cuidan bien, pero tu sé bueno y dejate mimar sin hacer excesos, esta es una buena época para relajarse.
Me alegra que todo haya pasado. Te deseo buenos días y que saborees la vida.
Un fuerte abrazo.
Todavía esta mañana de miércoles he ido a revisión y va la cosa bien. Sigo con algo de mareo pero me permite estar tranquilo y cerca de todos mis amigos. Ahora me imagino en una de esas espléndidas balconadas de A Coruña, mirando la inmensidad del mar, y se me hace más suave y placentero todo.
EliminarUn fuerte abrazo.
cuidate Francisco, que nadie lo hace como vos mismo
ResponderEliminarquerete mucho
besos
Resiste guapetón, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero....
ResponderEliminarMe alegro de que esté ya recuperado y te encuentres fenomenal.