Hosni Mubarak ha decidido renunciar a su cargo de presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país, según declaraciones de el vicepresidente Omar Suleimán.
La euforia se ha instalado en las calles de Egipto, abriendo con ello un lugar para la esperanza.
Esperemos que sea la definitiva porque en las últimas horas se decía una cosa, luego se desmentía...Qué tejemanejes habrá habido entre bambalinas, quién o quiénes habrán dicho al Rais lo que debe o no debe hacer, por qué el ejército estaba sin decidirse por esta o por otra opción, qué oscuros intereses hay detrás de su permanencia o de su cese... Incógnitas que quizá nunca sabremos.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Francisco:
ResponderEliminarOjalá la esperanza de paso a la paz y la prosperidad.
Abrazos.
Tiempos apasionantes. A ver en qué queda esto.
ResponderEliminarSaludos.
Yo no estaría tan contanta. Puede ser más de lo mismo. Es el 10º ejercito más poderoso de la tierra. Digo lo que Elena, ya veremos...
ResponderEliminarEsperemos que todo esto sea para bien del pueblo egipcio que es quien sufría todos los males. Por lo que yo aprecié durante mi viaje, los militares y la policía son los privilegiados de ese país.
ResponderEliminarUn abrazo
Que todo sea para bien, sus decisiones y su avance. Que creo que así sera a partir de ahora.
ResponderEliminarSaludos Cordiales Francisco, me decidí a conocer tu trabajo, muy bueno.
está todo demasiado fresco como para arriesgar pronóstico y sin ser agorera, prefiero esperar a ver como van sucediendo las cosas
ResponderEliminarhoy escuchaba en la radio...500 muertos se lleva Mubarak en sus espaldas después de estos días de negativa a renunciar, me pregunto si sentirá algo de culpa
¿Qué le espera al pueblo? ¿Cuánto tendrán que sufrir todavía para poder salir adelannte? .Un abrazo
ResponderEliminarpronósticos aparte, intervenciones secretas aparte, hay un hecho incontestable:
ResponderEliminarel pueblo es el que lo ha iniciado y lo ha conseguido... y sobre todo, sin esperar (como otros) a que el dictador se muriese en la cama y además sin utilizar las armas...
chapó !