Tu estancia es el agua que derrama
mi alberca por el rebosadero
de la plenitud, zurciendo el roto
de mi desconsuelo con la sutura
afestonada de tu sonrisa cómplice.
Dos días, apenas unas horas
con las que amortizar la deuda
de un plazo agotadoramente extenso
que se sublimó de súbito
como brisa flamígera.
Pasó de prisa, como en cobarde
retirada, y me ha granjeado
esta derrota que me aflige
y me esclaviza a tu retorno
hundido en la impotencia inevitable.
Mi querido amigo, ya he repetido la poesía no es mi fuerte y por tanto me corto en su crítica. Lo que si admiro es que se puedan entrelazar palabras de tal manera que digan sentimientos. Un beso
ResponderEliminarQue bonita... pero es como algo triste, como si no se puediera dar un paso, falta algo, por alguna de las partes..
ResponderEliminarintensos sentimientos, es sugerente.. y bonita.
Un beso Francisco..
Increíble lección de economia a traves del amor:).
ResponderEliminarYo tampoco entiendo de poesía, no es mi fuerte pero si que has conseguido refelejar la inquietud de la que hace gala el título.
Un beso
Siempre me resultó difícil comentar un poema, porque es difícil encontrar las palabras justas que expliquen lo que el autor siente. Lo que sí te digo es que he sentido al leerlo.
ResponderEliminarUn beso Francisco.
"Tu estancia es el agua que derrama
ResponderEliminarmi alberca por el rebosadero
de la plenitud, zurciendo el roto
de mi desconsuelo con la sutura
afestonada de tu sonrisa cómplice."
Prefiero quedarme con estas palabras . Me encanta
Un abrazo
Pero...¿se lo has dicho?
ResponderEliminarBesos.
Dos días tal vez sea poco tiempo, pero ya sabes aquello que dice: lo bueno, si breve, dos veces bueno. O dicho de otro modo: el que no se consuela es porque no quiere.
ResponderEliminarun saludo.
Excelente Francisco, muy lindo esto que escribes, un abrazo
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