Sus manos son como cóleos
abiertos al sur, hambrientas de luz
y exposición permanente
por la que se pigmentan
y se hacen generosas y abundantes.
Es una masa vegetal
y es carne viva y viviente
que acaricia con el tacto venoso
por el que circula la savia
que sabe y sube sinuosamente
por entre las falanges dúctiles
como el terciopelo no mancillado
que se inaugura en cada
nuevo contacto, en cada dádiva.
Es tallo; es verde tallo
y es palma, palmas enrojecidas
que se desgastan de servir
y que se inauguran como ubre materna
y virginal después de
cada toma.
Sin sus manos mi vida sería erial de espinas
o desértico labrantío de abrojos,
pero sus manos, ¡ay, sus manos!;
los cuidos de sus manos
son el vergel donde pacen mis días
con el máximo mimo en cada uno de sus roces
que son desvelos y son caricias.
Qué belleza. Me gusta mucho
ResponderEliminarMuchas gracias, Marisa, ¿a que son bonitas sus manos?
EliminarBesos
Cuanto amor a esas manos, deben tener sus méritos.
ResponderEliminarMe gusta tu poesía.
Abrazos.
Son las manos que me cuidan, ni más ni menos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Unas manos que nos acaricien siempre pueden darnos la vida.
ResponderEliminarBella poesia Francisco.
un abrazo
Y no sólo caricias, sino cuidados y atención permanente.
EliminarUn fuerte abrazo.
Manos: cuanto amor saben dar y cuanto dolor pueden producir. Las manos de tu poesía son de amor que tu tienes la dicha de recibir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Marinela, sus manos me dan por encima de mis méritos.
EliminarBesos
Esas manos dan calor, mucho calor y compañía, además de amor y que la vida no sea espinosa. Es justo agradecerlo. Un abrazo.
ResponderEliminarEsa ha sido mi intención, Paco, mostrar mi agradecimiento.
EliminarUn abrazo.
Manos que dan, manos que abrazan, manos que inspiran.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
...manos que miman, manos que aman, manos que cuidan...
EliminarBesos.
Preciosísima poesía Francisco. PURA TERNURA.
ResponderEliminar" los cuidos de sus manos
son el vergel donde pacen mis días ..."
Bellísimos versos.
¡BUEN INICIO DE SEMANA !!!
Pájaros de felicidad te lleven mi corazón. :)
Tus comentarios, María del Carmen, vuelven a ser poemas.
EliminarBesos.
Siempre me ha parecido que los vegetales están menos vivos que los animales.... muchas veces me pregunto y al arrancar una planta sufrirá como yo o al cuidarlas se sentirán mimadas como yo.... todo un misterio querido primo. Besos mil por esos versos que hoy nos regalas.
ResponderEliminarLas plantas son seres vivos que no se trasladan. Nada de misterios, hay personas que cuentas experiencias de ponerles música de hablarle a sus plantas y éstas crecen de forma distinta. El caso es que esas mismas manos que cuida a este hermoso cóleo son las que me cuidan a mí.
EliminarBesos.
Ainsssssssssssssssssssss!!!!!!! y seguro que tú también la cuidas. Pondría mi mano en el fuego a que es así. besitos.
EliminarY es que hay manos que acarician y manos que ofenden.
ResponderEliminarSe dice que las plantas conocen muy bien ese tacto de la persona que las cuida. Y responden positivamente cuando el trato es el correcto.
Con el queso pasa lo mismo. Dicen en el pueblo de mi mujer, allá por tierras extremeñas, que hay manos que hacen buen queso y otras que no. Y que ya no depende del proceso, que siempre es el mismo. Curioso.
Un saludo.
Eso mismo acabo de responderle a mi prima Liova, que al parecer las plantas responden a los estímulos. Tampoco en las personas son lo mismo unas manos que otras.
EliminarUn abrazo.
Manos de jardinera, manos que cuidan, que miman con la delicadeza con la que se trata a una frágil planta como la que usted nos muestra. Un poema agradecido el suyo, justo homenaje a esas manos.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
...y esas mismas manos cuidan también de mi fragilidad como de las plantas. ¿No es maravilloso?
EliminarBisous.
Gracias Francisco por estas letras poéticas que nos ha dejado. Las manos son curación cunado dan amor y el jardín crece con sus bellas flores.Recuerdo esta planta, mi madre la tenia y cuidaba con mucho mimo.
ResponderEliminarCon ternura.
Sor.Cecilia
A veces le tengo que decir a esas manos: déjame hasta que lo necesite y te pida ayuda, pero por lo general se adelantan.
EliminarCon igual ternura.
Estos versos no son buenos...son lo siguiente. A mí, me recuerdan a las manos de mi abuela, puesto que son las que con más cariño me miman. O quizá, las que con más cariño siento sus caricias...
ResponderEliminarPero lo cierto es que las manos dibujan sobre nuestra cartografía física, palabras que no los labios no necesitan pronunciar para que nos lleguen directas al corazón.
Besos para tí, y para ésas benditas manos.
Se ama y se mima con las palabras, pero también con los gestos y con el tacto. Gracias, Mascab.
EliminarBesos de los dos.
Y no por cómo dibujas, verso a verso, esas manos.
ResponderEliminarEs por cuánto cautivan, paso previo a tomarlas para sí.
¡Ay, esas manos, no cualesquiera son, bien se adivina!
Una hermosura, Francisco.
Fuerte abrazo
Pues sí, PMPilar, veo que no necesitas explicaciones.
EliminarBesos.
Son las manos, imanes para mí.Siempre me cautiva mirarlas,porque en ellas leo fragmentos de vida de l@s depositari@s.
ResponderEliminarTodos tenemos manos que nos marcaron,marcan y marcarán en la vida.
Aquí,leyendo este poema,se nota ese amor inmenso que te hacen sentir sus manos,esas a las que rindes un hermoso homenaje.
Que siempre te sustenten,te alivien y alimenten de sentires.
:)
Besos.
Empezaron siendo una manos jóvenes (éramos jóvenes tú y yo, cantaba el Dúo Dinámico), pero vamos caminando en paralelo.
EliminarBesos.
Hola Francisco, precioso poema a esas manos que tanto amor te dan. A esas manos que dan más de lo que reciben. Hasta las hojas de la planta están maravilladas igual que tú con las manos que las cuidan porque se ven mucha alegría en ellas.
ResponderEliminarLas manos son las primeras auxiliadoras y esperanzadoras para quienes necesitan una caricia, una ayuda, o aplacar su ira.
Saludos y besos
Gracias, Isa, por cuanto dices. Te prometo que hago cuanto puedo por merecérmelas.
EliminarBesos.
Y que bonito que esas manos te inspiren, pero más aun, que esas manos te acaricien y te mimen. Un besazo.
ResponderEliminarEsas son las manos de mi vida, las manos que me regalan a diario la vida.
EliminarBesos
Francisco, viste mi regalito en facebook??? Un besazo.
ResponderEliminarNo he podido localizarlo por mucho que lo he buscado. Ten en cuenta mi torpeza informática y, por favor, pásame el enlace.
EliminarBesos.
Homenaje a lo sensorial y a la persona que son esas manos descrito con profundo afecto. Así lo veo yo.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
El amor llega sin duda a través de los sentidos.
EliminarUn abrazo.
¡ Ay Francisco que bonito te expresas ! ¡ que dulzura y que ternura y que sensibilidad tan exquisita la tuya! ¡ Se echan tanto de menos las manos de la persona amada cuando ya no está , tanto ...! Las manos... ¡ ese maravilloso regalo que nos dio la vida y qué colocó en las personas para demostrar y regalar amor a todos lo seres .
ResponderEliminarPrecioso, Francisco.
Un abrazo
¡Gracias, Charo, qué amable eres conmigo! Por fortuna para mí esas manos siguen a mi lado y me palpan, nos palpamos a diario.
EliminarBesos.
Esas manos te llegan a lo más interno del alma y despliegan sensibilidades y belleza.
ResponderEliminarMil besos, cielo.
En verdad, Merche, con las manos he tomado la parte por el todo.
EliminarBesos.
Un poema en el que la palabra se convierte en "manos"que abrazan,acaricián,curan,acunan,impulsan y son obras de amores...y no buenas razones...Preciosa esta palabra reflejo de esas manos..Francisco.
ResponderEliminarMi felicitación por la fluidez y expresividad del poema y la profundidad.
Mi abrazo inmenso,compañero y amigo.
M.Jesús
"Fluidez, expresividad, profundidad..." ¿Eres consciente de lo mucho que me has dicho, María Jesús? Te quedo muy agradecido.
EliminarBesos.
Paco, tú siempre magnífico, en tu línea. Es un verdadero placer leer tus poemas. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarGracias, Felipe. Fue una suerte encontrarte.
EliminarUn abrazo.
Te mereces esos cuidos y esas caricias de esas manos tanto como la dueña de esas manos se merecen tus poemas.
ResponderEliminarUn abrazo
Recuérdame, Anunziatta, que no deje nunca de quererte.
EliminarBesos.