Todo lo prepara con
meticulosidad. Su vida y su obra encajan como una semifusa o una corchea en el
lugar adecuado y preciso del pentagrama, de modo que nada en él es altisonante
ni improvisado. El programa iba a sonar en la parroquia Omnium Sanctorum, en la
sevillana calle Feria, a las 20,30 horas. Cuando Alberto Álvarez Calero, el
joven director del Coro Maese Rodrigo se dirigía en taxi a la cita se encontró
de repente en medio de la nada con un gentío ensordecedor que le impedía el
paso. La gente que pierde su vivienda no está para músicas y no accedieron al
rogatorio de Alberto para que le franquearan el paso y no llegar tarde. En el
tapón monumental no había otra salida que hacerlo a pie abriéndose camino a
codazos. Cuando media hora después pudo
desembarazarse del tumulto y subirr otro taxi libre, miró el reloj e imaginó
que para entonces los componentes del coro estarían calentando voces en la
sacristía.
El templo estaba abierto y el aforo
completamente a rebosar. De su hombro izquierdo colgaba un portatrajes y sus
zancadas eran más alargadas que de costumbre. Por la nave lateral se filtraban
los ecos de las voces calentando el metal vocálico. “¡Por fin, Maestro!”.
Les tranquilizó con una sonrisa nerviosa, sacó un pequeño diapasón del bolsillo derecho de su chaqueta y entonó la
nota a la que todos se iban sumando. En esos instantes, una campanada rotunda
señalaba la hora de comienzo y a una señal de su mano derecha comenzaron a salir
los componentes del coro entre aplausos de acogida. Alberto hizo una pausa,
de forma que el joven coro recibiera en solitario la expectación animosa del
público.
"¡Horror! ¿Dónde están las
partituras?" "Sólo traía usted el portatrajes", le aseguraron. Hizo un
repaso mental, como eléctrico, y no visualizó el momento en el que se separó del
mismo. Entornó los ojos, se santiguó y salió a los pies del presbiterio
respondiendo de manera discreta a los aplausos con los que fue recibido. Pidió
un programa y le entregaron una octavilla de color verdosa impresa en tinta negra que
colocó en el atril a modo de guión. Se hizo el silencio y se comenzó a escuchar el crepitar
minúsculo de los cirios. Elevó los brazos y a poco, con gesto contundente, dio entrada
con un pianísimo al programa: Obras
religiosas y profanas del siglo XVI al XXI. Tenía la música en sus sentidos
y fue marcando con gestualidad armónica el orden preciso y prefijado. Concluido
el programa, dirigió al respetable palabras de agradecimiento y gesticuló de
nuevo, como acción de gracias, los compases de Agnus Dei como propina.
Te diré una cosa, a pesar de mi agnosticismo hay que reconocer que esta música escuchada en el lugar apropiado que es una iglesia o mejor en una catedral, te hace levitar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como has leído hoy, ayer estuve fuera de casa y no pude dar respuesta a mis lectores, algo a lo que me apresuro para no caer en falta.
EliminarLa vida de fe va por una vía paralela a la del arte que suele acompañarle: quienes no se satisfacen con la primera, encuentran en la segunda el placer de lo bello.
Un fuerte abrazo.
Mis felicitaciones al Coro y a su Director.. y a ti las gracias por presentarnoslos.. ( no había tenido la suerte de oirles ) y son magníficos.. Me ha encantado ... Sublime Agnus Dei ...
ResponderEliminarAbrazos inmensos mi querido amigo ( uno ya sabes para quién )
Me alegro que lo hayas disfrutado, Aris.
EliminarBesos.
Hay contratiempos en la vida que son imponderables, como esas manifestaciones por una vivienda digna. Pero el artista, con contratiempos, sin partituras y más dificultades, es capaz de sacar todo lo mejor que tiene dentro. Buen fin de semana, Francisco. Abrazos.
ResponderEliminarAsí es Paco, el artista lo es por lo que lleva dentro y no por los documentos que porta.
EliminarUn abrazo.
El Agnus DEI es sublime. Lo escuchas y tu alma se eleva.
ResponderEliminarEl artista constituye una raza especial. Está tocado por la varita mágica.Por supuesto tiene sus luces y sus sombras.
Hoy estamos de fiesta acá , en Corrientes. Se celebra el día de LA CRUZ DE LOS MILAGROS.patrona de esta provincia. Yo vivo en el barrio de LA CRUZ , frente a la plaza, y frente a ésta está la Iglesia de la CRUZ DE LOS MILAGROS. AYER llegaron los santitos de todas las localidades del interior portados por personas del lugar.A las 16:00 sale la procesión que es maravillosa.Anoche, mientras escribía empezaron a sonar las campanas , a partir de las 24:00.
Siempre recibo visitas para esta fecha. Vienen a mirar desde acá.Yo nunca me perdía estas celebraciones, ya no lo puedo hacer, no puedo caminar mucho y la procesión es larguísima. Si puedo voy a sacar fotos y después las pongo en mi blog para que las veas.
¡Buen día querido Francisco. Besos de luz :)
Qué bonito lo que me cuentas, María del Carmen, me alegro que tuvieras un día muy especial y que disfrutaras también con la música de este coro.
EliminarBesos.
Francisco tú has interpretado la mejor de las sinfonías...La sinfonía de la "admiración y gratitud",que hace posible, que cada día escuchemos un canto de luz divina en la ventana y demos paso a la vida...
ResponderEliminarEse director habita en nuestra alma cuando ponemos la mente y el corazón en dar lo mejor de nosotros mismos...
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por dejarnos el concierto de Alberto Alvarez Calero en tu mirada...alli estaba Providencia,amigo...
M.Jesús
Tú sabes leer entre líneas, María Jesús, y sólo te ha faltado detectar la amistad que me une con los padres del artista, a quien conozco desde su época de alumno del conservatorio.
EliminarBesos.
No son horas, pero escuchar esta música me ha sabido a gloria.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
Es verdad, Elena, suena ciertamente a gloria o a alzo excelso.
EliminarBesos.
En una ciudad pequeña como la mía y con un centro muy estrecho, las manifestaciones colapsan toda la ciudad y algunas veces pienso cuantos actos como este se quedarán sin celebrar y,lo que es peor, cuantas ambulancias no llegarán al hospital a tiempo.
ResponderEliminarPues es verdad, pero es de suponer que aquellos que protestan están cargados de razones para hacerlo.
EliminarUn abrazo.
Con toda sinceridad, no levitaré como Emilio, yo entiendo otros estilos entre ellos el flamenco que se me pone la piel de gallina.
ResponderEliminarHas hecho una buenísima presentación que me ha gustado como digo mas que la actuación
Al contrario que ese director, (yo canto en un coro de aficionados canciones variadas, pop, rancheras, españolas en general), nuestro director no tiene npi, eso si, es buena persona y pone mucho empeño
Saludos
Yo también soy aficionado y disfruto mucho con el flamenco, pero si te gusta la música, al margen de preferencias, toda ella es ocasión de disfrutar.
EliminarUn abrazo.
Acabo de llegar de escuchar un concierto de la Coral de Cámara de Pamplona muy variado donde ha habido de todo desde canto gregoriano hasta canciones de Fernando Remacha y el P. Donosti pasando por Tomás Luis de Victoria, Mendelson y Vivaldi. Y ahora termino con este Agnus Dei. Muy completo el día. Un abrazo desde mi mejana .
ResponderEliminarO sea, Felipe, que andábamos en lo mismo, disfrutando de la música.
EliminarUn abrazo.
Un placer escuchar esta música. Me encantan los coros. Generalmente los maestros se saben las partituras de memoria, porque llevan la música en el alma.
ResponderEliminarUn abrazo
Preciosa expresión: llevan la música en el alma. Muy acrtada, Katy.
EliminarBesos.
Yo también lo he escuchado. LLega al Alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro que te haya calado la música.
EliminarAbrazos.
Que coincidencia Francisco, el domingo pasado yo estuve participando en uno de los coros (aficionados) de mi ciudad, coro "Chanteclair" con 183 coristas,en la iglesia NotreDame, es la época de los conciertos…y paso algo parecido a lo que tu cuentas. Nuestra directora se accidentó unos minutos antes de iniciar el concierto… una pierna semiparalizada y un brazo muy magullado. Pero así nos dirigió con mucho éxito. Entre las canciones del repertorio estaba Agnus Dei, Ave Verum. Ave María, Alleluya y el resto canciones folclóricas.
ResponderEliminarSolo para decirte, que cuando existe pasión en lo que uno hace, se salva cualquier obstáculo, mismo el dolor. He escuchado el video, precioso por cierto. Me encantan los cantos gregorianos. Gracias por compartirlo.
Un abrazo y hasta pronto...
La vida está llena de coincidencias. Me alegra saber que cantas en un coro, así que es normal que te haya gustado esta entrada mía.
EliminarBesos.
Maravilloso... Verdad lo de las coincidencias que me hizo buscar hacia abajo y encontrarme en el cielo. Estuve el la coral Follas Novas en La Coruña y ahora participo en la coral de la Municipalidad de Ramos Mejía. La música transporta, vivifica y también purifica el espíritu. Muy bueno, más sabiendo que esos pequeños inconvenientes, se superan por fuera aunque la "procesión" vaya por dentro. Un abrazo y gracias por compartirlo.
ResponderEliminarAlberto podría ser mi hijo, pero lo es de unos buenos amigos. Me alegro que te haya ayudado a recordar algo que te gusta y emociona. Gracias a ti por llegar y comentar.
EliminarUn abrazo.