El día de los difuntos
suena como menos muertos,
menos fríos, menos solos;
con frecuencia espolvoreamos
lo desagradable
con palabras descafeinadas
que les restan dramatismo,
aunque, finalmente,
deja todo en su lugar de reposo.
Desempolvando los recuerdos
se hace presente la dulzura
de mi abuela Ana,
el coraje aguerrido y cabal
de mi abuela Isabel
y el señorío silente y generoso
de mi abuelo Paco;
al abuelo José no llegué a conocerle
porque la Parca fue con él madrugadora.
Se fueron mis padres
a la asamblea familiar
del más allá, donde dicen
que la no vida es dulce
porque mana leche y miel;
allí los tíos, los primos, los parientes…
Día de cementerios,
de crisantemos y claveles,
de castañas y huesos de santos,
de recordar de dónde venimos
y vislumbrar adónde vamos:
polvo, materia corruptible…
polvo.
Visitar cementerios no es mi fuerte y menos este día tan copado por el mercantilismo floral. Bien está que la Iglesia celebre este día de difuntos, pero creo que no necesitamos que se nos atosigue comercialmente puesto que la mayoría los tenemos muy presentes en el día a día. Siempre encuentras las palabras justa y adecuadas para manifestar tus sentimientos. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarYo no suelo visitar los cementerios tampoco, pero sí frecuento a los míos en la memoria de vez en cuando y hoy especialmente. Es verdad que soy bastante afortunado en encontrar palabras, pero creas que no me cuesta; he entrado en esa etapa donde a veces no doy con la palabra adecuado y me quedo en blanco hasta que ésta llega.
EliminarUn abrazo
Hola Francisco...me gustó el poema, además de ser un homenaje a tus seres queridos y de recordarlos con tanto amor, es una realidad que nos recuerda a todos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Es un placer leerte. Recibe un fuerte abrtazo.
ResponderEliminarGracias, Cinarizina, creo que estamos movidos por el mismo amor. Gracias por leerme y por tu opinión.
EliminarBesos
Un polvo que ha generado otras vidas y estas a sus veces otras y ....., esos muertos han cumplido con el ciclo vital, nosotros estamos a la espera.
ResponderEliminarSaludos
Somos eslabones de una cadena única, Emilio.
EliminarUn abrazo
"Polvo eres y en polvo te convertirás".
ResponderEliminarCuántas veces habremos oído esa máxima, cuántas veces habremos pensado, sí, sí, pero a mí que no me llegue todavía...
Lo que ocurre es que todos nacimos con la papeleta para la tómbola en la mano, solo estamos esperando, como dice Emilio Manuel, a que nos toque el "premio".
Muy bonito el homenaje a tus difuntos, con cariño, orgullo y respeto.
Un besote enorme desde esta Orilla, hoy, de nuevo soleada!
;)
Gracias, Edurne. Así es. Cuando nacemos traemos el acta de defunción bajo el brazo, aunque sin fecha, pero con toda la certeza. Recordar a los nuestros es agradecerles la transmisión genética, sus desvelos y su entrega.
EliminarUn beso desde el Guadalquivir.
Muy bien descrito el día de los difuntos. Todos tenemos a alguien al otro lado y no sólo los recordamos este día si no todo el año.
ResponderEliminarConfío en que ellos hacen desde allí lo que pueden por nosotros; recordarles es recompensarles por sus desvelos.
EliminarHola Paco, me gusta como lo has descrito. Nosotros no pudimos ir porque no hemos estado en el publo, iremos mañana sábado, y seguro estárá todo lleno de colorido.
ResponderEliminarSaludos y besos
Gracias, Isa. Yo he visitado a los míos en la distancia, en el corazón, allí donde lo hago siempre, pues no suelo ir al cementerio.
EliminarBesos
Nunca me gustó este día aunque sigo la tradición que me inculcó mi madre. Ahora aún me gusta menos, sé que ahí no están mis seres queridos, sólo el esqueleto que los sostuvo. Mis familiares muertos aún viven en mis recuerdos, y ésos me los llevaré a la tumba.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
"Ahí no están mis seres queridos", también afirmo. En el cementerio sólo quedan los despojos irreductibles. Yo los guardo en mi corazón y en la oración.
EliminarBesos
Un buen homenaje a tus seres queridos y que, como bien dices, no están en un cementerio y si en tu memoria.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, Chelo; en la memoria y en el corazón para siempre.
EliminarBesos
Estos días traen el recuerdo de aquellos que perdimos. Desde allá donde estén seguro que nos acompañan y eso hace que en estos días y en acontecimientos más alegres nos acordemos de ellos.
ResponderEliminarUn sentido homenaje, como tú sabes hacerlo.
Besos
Gracias, Candi, por esa opinión tan favorable sobre mi.
EliminarBesos
Dicen que aquí estamos de paso; Un breve paseo en nuestra eterna vida espiritual. Es bueno recordar a aquellos que no tenemos físicamente a nuestro lado, pero no solo en este día ... es mejor en los innumerables momentos de este paseo que también culminaremos nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
No me gustan los acontecimientos que se limitan a un solo día, por eso prefiero vivir esos sentimientos de forma cotidiana en mi interior, con lo que me evito tener que ir al cementerio.
EliminarBesos
Me acuerdo de todos el día de todos los Santos pero no celebro el día de los difuntos, ni he ido nunca a un cementerio salvo el día del entierro. Reconozco que es un tradición y la respeto, Un repaso bonito el que haces a la memoria de tus seres queridos que ya no están.
ResponderEliminarBss
Gra
Eliminarcias, Katy, parece que tenemos muchos puntos en común en este tema.
Besos
Me ha gustado tu poema. Yo también como tú no soy mucho de ir a cementerios, es preferible visitar a aquellos que nos necesitan cuando todavía están vivos.
ResponderEliminarDesde hace quince días paso muchas en un hospital acompañando a mi madre en su lucha por vencer a esa muerte que acecha. El ánimo que trato de infundirle a ella y a los demás enfermos que por allí pasan es quizás el mejor ramo de crisantemos que puedo regalarles hoy.
un abrazo.
Empleo muchas horas en visitar a un amigo enfermo desde hace 15 años que se enfrenta a sus últimos momentos, creo que es ahora cuando necesita compañía, no luego.
EliminarUn fuerte abrazo