El agua, principio de vida,
es capaz de trascender
por todos los estados
líquido que fluye y apaga la sed,
sólido en el hielo
y gaseoso en las nubes.
Así también el dinero
se basta a sí mismo
para trascender
a todos los Estados:
de ahí que en su naturaleza
sea un desalmado apátrida
y sólo encuentre placer
en multiplicarse sin límites.
Francisco, no me compares el agua con el dinero, ¿qué preferirías en un desierto?
ResponderEliminarAy el agua, donde hay agua hay vida, donde hay dinero, problemas.
Un abrazo Fco.
No son mis preferencias las que cuentan, Elena. Lo que cuento, es cómo ambos elementos cuentan y trascienden: el agua a los estados y el dinero a los Estados.
EliminarBesos
Francisco, no falta mucho para que pronto, muy pronto la lucha sea por el agua en lugar de por los metales preciosos o por el coltan, llamado también mineral de la muerte por la cantidad de muertos que está provocando en África, el mundo occidental necesita mucho de el para sus teléfonos móviles.
ResponderEliminarSaludos
Seguramente será así, Emilio, pero fíjate que lo que circula por debajo de todo ello, lo genérico y motor de todo es el dinero.
EliminarUn abrazo
Prefiero el agua al dinero, siempre me ha parecido más atractivo su sonido.
ResponderEliminarUn beso
El dinero, como el veneno, no perturba en dosis pequeñas; pero cuando se sobrepasan los límites de lo imprescindible es tan nocivo como la carencia más absoluta.
EliminarBesos
Y tanto que sin límites primo, porque o no llueve o lo hace en demasía. Y comparando las cosas... podría llover dinero, no te parece???? Besos mil.
ResponderEliminarMe parece que no, prima, que no nos conviene. Hubo un tiempo en el que se pagaba con sal; siempre se paga con lo que es escaso.
EliminarBesos
Y eso que el dinero no es líquido, verdad? Pero tan efímero y etéreo como el líquido y el gas. Muy interesante. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Paco. Cuando tú asientes me confortas creo haber acertado.
EliminarUn abrazo.
En multiplicarse para algunos y en desaparecer para otros.
ResponderEliminarEl mundo natural no entiende de capitalismo financiero y especulativo.
Un saludo.
Creo haber dicho en otra ocasión que el dinero, como la energía, ni se crea, ni se destruye, cambia de manos.
EliminarUn abrazo.
Lo saben bien esto unos pocos de ambición desmedida cuyo único amigo es el éste...
ResponderEliminarBesos.
A esos precisamente me refiero, Marinel.
EliminarBesos
una visión más que particular y casi utópica, pero de cualquier forma me deja pensando. Mejor no, mi vieja solia decir que todo lo que se soluciona con dinero no es importante, a lo sumo podrá resultar caro. Y es así lo he comprobado mil veces, asiq mejor no...
ResponderEliminarbesos!!
Hoy, Laura, no hemos conseguido un punto de encuentro. No digo que el dinero solucione las cosas, pero sí que él busca su multiplicación traspasando cualquier frontera. El estado actual del dinero es el del apátrida, mientras que los estados del agua (imaginando que no está contaminada), fluctúan entre el sólido, líquido y gaseoso.
ResponderEliminarEl blog me está demostrando día a día cómo el escrito no pertenece a su autor desde el momento de ser publicado, sino a la interpretación de cada uno de sus lectores, y eso me parece maravilloso. A veces siento la pretensión de haber dicho lo que cada uno quería escuchar, ya sea para adherirse o para refutarlo.
Besos
en la comprensión de esto último que decís está la clave del disfrute. Podrás explicar detenidamente a cada uno lo que escribiste que no vas a logar que cambie de idea, a lo sumo se quedará con dos versiones, la tuya y la que le dieron tus letras y eso es fantástico; desde mi experiencia personal te digo que no termino de sorprenderme con la imaginación de quienes se acercan a leerme.
Eliminary aprovecho que me das el pie para decirte que doblaste el placer de pasar por tu blog al responder cada comentario, al menos a mi me hace estar más cerca. Gracias
otro abrazo
¡Qué lástima que un bien tan preciado y universal pueda tener tan poco valor por unos, los que lo derrochan, y tan valioso para el resto, los que lo ansían y necesitan! El dinero, por otro lado, no cae del cielo, no. ¡Ojalá!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Carmen, tus comentarios me honran siempre.
EliminarBesos
El dinero ha pasado de ser un medio de pago a una poderosa herramienta de dominio. En muchos casos se toma como medida de las personas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese aspecto es el más desagradable de todos, cuando se toma como medida del hombre.
EliminarUn abrazo.
Poderoso caballero es Don Dinero, siempre ha sido motivo de codicia, avaricia. El afán de enriquecimiento antaño de unos pocos se ha convertido en multitud. La Ley del Oeste a lo bestia.
ResponderEliminarEl agua que cae del cielo aún empapa a muchos pero me parece que el dinero ni nos salpica siquiera mientras otros se ahogan en el.
Peor para ellos.
Bss
Ya sé, Katy, que no es algo novedoso, sino que viene desde siempre; pero ahora ha tomado unos tintes más drásticos de lo que veníamos teniendo.
EliminarBesos
Bueno, yo establecería alguna diferencia: la primera como materia natural que es, ni se crea ni se destruye, sólo se transforma; el segundo como obra del hombre no se transforma, sólo cambia de bolsillo y tiende a llenar muy pocos de éstos. Un saludo.
ResponderEliminarEn mi respuesta a Cayetano le decía algo parecido a lo que comentas, así que estoy plenamente de acuerdo contigo. Gracias por la visita.
EliminarUn abrazo
Muy bien traido el tema. Ojalá se les escapara el dinero a los acaparadores del mismo, como se cae el agua si la pones en la mano, pero al 1º lo ponen a buen recaudo en paraisos fiscales.
ResponderEliminarBesos
El día que vayan al Paraíso, o donde les pertenezca, el dinero estará en otro tipo de paraíso y no tendrán acceso al dinero. Gracias, Candi por tu comentario.
EliminarBesos.
Todo es dinero, por eso amo ésto de los blogs, ninguno de nosotros sacamos nada en cuanto a moneda, afecto y más afecto.
ResponderEliminarAbrazos
El dinero todo lo ensucia, todo lo malea y subvierte. Gracias, Alicia por tu asistencia.
EliminarUn abrazo
Hola Paco, buen tema. Todos y cada uno de los humanos deberian de tener agua. El agua no se siembra, no se trabaja ya que son las nubes quienes no la regalan.
ResponderEliminarComo es la naturaleza quien nos la proporciona, todos deberiamos de disfrutar del agua gratis. No derrocharla, sí consumir la justa y necesaria para que no se agote.
A veces el dinero es necesario para afrontar problemas, porque todo tiene que ver con el dinero, desgraciadamente. El poder y las grandes cantidades de dinero, si son las que malean y subvierten.
No debería de existir dinero, y en su lugar el trueque. Así todo sería más sano y puro.
Saludos y besos
No sé si a estas alturas seríamos capaces de habituarnos al trueque, ten en cuenta que hay muchas personas que no tienen productos con los que practicarlos, sino trabajo. Lo nocivo no es el dinero en sí, sino la ambición desmedida. Estamos en un momento histórico en el que el dinero no tiene fronteras y circula libremente por cualquier parte del mundo, siempre oprimiendo a las personas para crecer más y más. Como sabes y deben saber todos los que me leen, he hecho un juego entre los estados cambiantes del agua y ese traspaso que hace el dinero por todos los Estados del mundo. Jesucristo dijo que no se puede servir a Dios y al dinero, y también es aplicable a lo social. En fin un tema para reflexionar y que nos va a dar muchos quebraderos de cabeza a los humanos si no logramos sacudirnos de él.
EliminarBesos
Sí, multiplicarse sin límites... tienes razón, como los virus, las bacterias malignas, como los vampiros... a costa de la sangre de todos nosotros. Y qué bien viven algunos...
ResponderEliminarGracias, Aurora, por tu claridad expositiva.
EliminarBesos