A mis primos Juan y José
Tomo la comarcal A-355
y me desvío a la derecha
en el cruce de la A-7103;
de inmediato la curva de Savarito
y el camino de la Fuentesanta,
unas eses que se enroscan en sí mismas
y Cuestablanquilla;
en el viso, la Caseta,
una vez pasada la cañada de los Columpios;
tras el puente, la irregular
recta de Capullo,
otra curva más, Rochiles
y de inmediato el Castañar;
tras la rotonda, el Chorrillo,
el Chaparrillo y el Tiesto.
No es Belén, pero así
sueño Ojén en la distancia.
Así cualquiera viaja. Te sabes la carretera de memoria. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarA mis diez años no había servicio de autobús entre Ojén y Marbella, donde estaba el instituto. Entonces la distancia era de dos horas andando, ahora apenas 5 0 7 minutos en coche; pero lo que se aprende en la infancia no se olvida, Felipe.
EliminarUn abrazo
Luces y recuerdos de la infancia...
ResponderEliminarSiempre con nosotros.
Un saludo.
La infancia nos persigue para siempre y sobre todo nos acompaña en los días nostálgicos.
EliminarUn abrazo
No es Belén pero podría serlo. Todo depende de la forma de mirar.
ResponderEliminarYa sabes lo que me ha gustado tu pueblo, con sus casitas colgadas de la montaña. Y de noche solo le falta la "Estrella"
Bss y que disfrutes del día.
Gracias, Katy. Creo que de alguna forma te he empujado a conocer mi pueblo y te agradezco lo bien que lo has mostrado.
EliminarBesos
Hasta la carretera te inspira primo!!! Es que eres un artista!!!!
ResponderEliminarNo me extraña que recuerdes Ojén... de lejos muy parecido a un belén!!!! besos mil.
No es cierto, lo artístico es tu mirada siempre tan cariñosa.
EliminarBesos
Y seguro que tras cada curva, en cada hito o tal vez ante los transeuntes con los que se cruzaba el autobús, tu mente infantil imaginó historias que te ayudaron a hacer más llevadero el trayecto, me equivoco?.
ResponderEliminarUn abrazo. Soledad
NOTA: Ya te lo dije en alguna ocasión, la imagen que da tu pueblo es preciosa, por cierto, muy acertada la comparación.
Por si no te ha quedado claro, Soledad, no existía entonces autobús, mi memoria de cada tramo, de cada curva, es la de haber hecho a pie el camino dos veces por semana durante cinco años de instituto; el autobús llegó más tarde o yo demasiado pronto. Gracias por tu mirada hacia mí y mi pueblo.
EliminarBesos
Paco, te sales!.
ResponderEliminarEs bestial cómo puedes hacer poesía hasta conduciendo por tu Andalucía...
Claro que Andalucía de por sí, tiene alma de poeta.
La fotografía efectivamente, parece un belén.
Besos
Me ha gustado tu expresión, aunque espero no salirme, sobre todo en una curva. La fotografía, como se puede ver en la marca de agua, es de mi paisano José Antonio Tamayo, quien a pesar de su anclaje a una silla de ruedas es un magnífico fotógrafo y un amante contrastado de su pueblo. Ahora no recuerdo quién hizo esa comparación de Ojén con Belén, pero me ha parecido muy afortunada y por eso la reproduzco.
EliminarGracias una vez más y un beso.
¿Seguro que llego con el plano que has escrito?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Segurísimo, Emilio. Ahora ya no me encuentro en condiciones físicas de recorrerlo a pie, pero podría contarte los nombres de cada tramo entre Ojén y Marbella, los nombres de los dueños (no los actuales) de cada propiedad a los márgenes de la carretera, y las anécdotas y sucedidos que me sucedieron a lo largo de los años. Uno no se desprende de la infancia nunca jamás, salvo que tenga la desdicha de que "el alemán" te borre el disco duro.
EliminarUn abrazo
Un lugar precioso, o por lomenos la fotografía lo da a entender. En cuanto al plano je... es difícil reconocer el lugar; se que es en Andalucía. Pero me gustaría encontrarlo alguna vez.
ResponderEliminarSaludos.
Es fácil. Entra en Google Maps y pregunta como ir de Marbella a Ojén (Málaga). No te dará los nombres de cada curva, pero podrás ver el trazado y los cardinales de las carreteras. El pueblo es precioso, y también es preciosa tu visita y comentario. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Cuando uno va a su pueblo, con los ojos cerrados adivina el árbol, el cerro y la curva.
ResponderEliminarMe encanta esa foto de Ojén, creo que la usaste en otro post.
Un abrazo Francisco.
Es cierto, la usé en otra ocasión y alguien que no recuerdo quién la comparó con un Belén. Como he dicho más arriba, esa foto es de un paisano mío, José Antonio Tamayo.
EliminarEse conocimiento del que hablas, con los ojos cerrados, es del que he hecho uso. ¡Cómo nos entendemos los de pueblo!
Besos
La infancia es la repera, para todo, para lo bueno y para lo malo...
ResponderEliminar(Que ando yo muy sensible con ella en estos últimos tiempos...)
Me ha gustado mucho tu caminito, ese paidsaje tan querido para ti, tanto que con los ojos cerrados lo podrías hacer sin errar ni un ápice en tus pasos...
Un abrazo enorme, Paco!
Ya sabes que por aquí me ando, aunque al trote!
;)
¿Sabes qué, Edurne? Me gustaría que pasearas conmigo ese camino y pasear contigo por la ría; seguramente que yo saldría ganando, pero ambos nos enriqueceríamos.
EliminarBesos
Menudo recorrido virtual te has montado en pocos versos. Tendré que buscar todo esto en Google Maps, a ver si no me pierdo.
ResponderEliminarFrancisco, la reseña que no pudiste leer el lunes, ya está disponible. Fue un fallito de concordancias de tiempos en la publicación ;)
Besos para ti.
Te recomiendo que lo hagas, pero tendré que ser yo quien aporte los nombres de cada tramo, algo que no sabe ni Google ni el MOPU, sólo los pueblerinos como yo.
EliminarTe buscaré de nuevo para no perdérmelo.
Besos
Hola Paco, se ve que le tienes un cariño inmenso a tu pueblo.
ResponderEliminarTienes el recorrido a flor de piel en tu memoria. Creo que se te qúedó dibujado el mapa y nada puede borrarlo.
Preciosa la foto, bello el poema.
Saludos y besos
Allí nací, allí nacieron mis padres, mis abuelos... Mis hijos nacieron en Madrid y se sienten ojenetos, y mi nieto Alberto, este pasado verano estuvo encantado de sentirse libre correteando sus calles con los primos y sin ir de la mano de los padres. Gracias por tu opinión.
EliminarBesos