El pasado viernes, 18 familias
han ocupado un grupo de viviendas en la calle Lumbreras de Sevilla, promoción
de la que el promotor no había llegado a vender ninguna y que, al parecer está
en manos de uno de los bancos que ha sido rescatado por el gobierno con el
dinero o aval de los contribuyentes. Lo que supone que el constructor ha
perdido lo invertido, arrastrado por el huracán de esta crisis que va a acabar
con tantas personas.
No puedo dar los detalles de
estas familias a las que no conozco, pero al parecer han sido víctimas en su
mayoría de desahucios y atraviesan una situación de penuria desesperante y
desesperanzada. Conozco a través de Cáritas demasiados dramas para no imaginar
qué pasa en las vidas de estas 18 familias y me entristece enormemente que
hayan tenido que recurrir a una solución temporal de fuerza, a un edificio que
ni siquiera tiene luz ni agua. He leído en los medios que algunos de los
ocupantes han cambiado la tienda de campaña por un techo, aunque éste no tenga
todas las comodidades de habitabilidad. En principio no estoy de acuerdo en
tomar las cosas violentando la propiedad ajena, pero en este caso habría que preguntarse
¿de quién es la verdadera propiedad de este edificio?
Explicaba Jesucristo el perdón y
la misericordia de los unos con los otros y contó la parábola de aquel deudor
que habiendo sido perdonado de su cuantiosa deuda, porque no le era posible
pagar, se encontró con alguien que le debía a él una pequeña suma, y
agarrándole por el cuello lo estrangulaba para que le pagase. “Ten paciencia
conmigo, que ya te pagaré”, le decía suplicante; pero el perdonado no tuvo
compasión de su deudor y le mandó a la cárcel (Mt 18, 23-35)
Es posible que el gobierno haya
hecho lo que tenía que hacer —al menos así dicen algunos—, pero no cabe dudas
de que el gobierno ha pensado sólo en las instituciones, en las grandes
empresas y no en las personas. Recientemente ha dictado unas medidas contra los
desahucios que van a resolver bien pocos, dadas las condiciones leoninas que
deben concurrir en las familias para que puedan acogerse a ellas. Y la gota que
colma el vaso es que en muchas ocasiones, como es el caso de esta ocupación, la
entidad bancaria ha sido “perdonada” —rescatada con el dinero de todos—, y
ellos no se avienen a perdonar a quienes deben en mucha menor cuantía y lo
necesitan para la supervivencia.
El Parlamento se ha olvidado —en
este caso el gobierno, porque tiene mayoría absoluta— que tiene que legislar
para todos y de alguna manera está incentivando algaradas que pueden ser el cebador de una reacción en cadena que se les
puede ir de las manos: quien nada tiene que perder, ya no corre riesgos. Urge
un poco de más conciencia social, urgen medidas serias y contundentes que
vengan a solucionar el tema de la vivienda de tantas personas desahuciadas y no
sólo de cara al futuro, sino también de aquellas que ya fueron lanzados a la
calle. Hasta ahora, en la mayoría de los caos, es la propia familia la que está
amortiguando las dramáticas consecuencias, pero ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo
será posible que no se desborden las aguas de este río impetuoso?
Dudo mucho que lo que un gobierno tenga que hacer sea dejar a la gente en esa situación, dejar que pasen hambre, que no tengan hogar, ni trabajo, ni futuro, y casi ya ni atención médica. No sé, monsieur, pero no parece que el asunto tenga mucho sentido, excepto para los cuatro que se benefician.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Está fea la cosa, Madame, muy fea. Y lo peor es que está tomando unos tintes calamitosos. ¡Dios nos libre!
EliminarBisous
La situación empeora, y lo peor de todo es que detrás de las cifras hay personas con nombre, apellidos, familia y sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
En muchos casos, la situación de esas personas, con nombre y apellidos, también han arrastrado a sus mayores por el aval prestado. Me pongo en la piel y me da escalofrío.
EliminarBesos
Lo peor de la crisis es que solo afecta a un sector..el mas desprotegido...los de arriba jamás tendrán crisis..mas bien se benefician de las penas de otros para engordar sus capitales..bsitos
ResponderEliminarEfectivamente. La pirámides social se está adelgazando y está desapareciendo la clase media; los que están en la cumbre no tienen problemas de viviendas, ni de salud ni de educación...
EliminarBesos
Hola Francisco, que triste situacion. Muchas veces los que mas padecen son los que tienen menos.......Cuidate amigo.
ResponderEliminarMuchas veces no, Poetiza, siempre, siempre las calamidades caen sobre los hombros de los más débiles.
EliminarBesos
Toda una historia lo de estas familias y lo de las corralas, lo que es increible es que pasen estas cosas en el siglo XXI, pero en fin, tal y como va la cosa nos tenemos que ver peor.
ResponderEliminarUn saludo.
Un Mundo por Descubrir
En España habíamos conseguido un bienestar social admirable, pero en muy poco tiempo, con la escusa de la crisis, se están destruyendo todos los logros sociales, Rafa.
EliminarUn abrazo
Todos se olvidan de los más necesitados, todos; y si hacen algo, es de cara a la galería. Leí la noticia en la prensa: la situación es más que preocupante. Gracias por esta vena solidaria, Francisco. Buen día.
ResponderEliminarNo sólo se olvidan, sino que se convierten en invisibles para la sociedad.
EliminarUn abrazo
No es legal tomar una vivienda de esa forma, pero puede ser legítimo cuando la necesidad apremia.
ResponderEliminarLo que no es de recibo es que se paseen tranquilamente por la calle defraudadores, estafadores, evasores de divisas y demás ladrones de guante blanco con toda chulería e impunidad.
Un saludo.
Y todavía menos legítimo, Cayetano, cuando el rescatado no rescata al pequeño deudor. Nos están estafando.
EliminarUn abrazo
Este es el pan de cada día. Me imagino que le darán solución. Porque encima no es un palacio.
ResponderEliminarBss
Un pan ácimo, amargo, Katy. Hay en la ciudad otra situación similar desde hace 8 meses y siguen sin luz y agua, se les niega. Ellos pretenden pagar un alquiler social, pero no hay modo.
EliminarBesos
Buenos días primo!!!! Sobre este tipo de desastres familiares, humanos, económicos... tienen que cambiar las leyes YA. Muchas culpa de esta situación la han tenido los bancos que han envalentonado a la gente a meterse donde no debían... en esta vida no se sabe lo que nos puede pasar... hoy nos va bien y si mañana nos va mal, qué hacemos????? y lo peor de todo es que te quedas sin casa y encima sigues con la deuda... es que no lo entiendo por mucho que me lo expliquen. Y encima todo esto es una cadena de desastres... es como el efecto dominó. Uffffffffffff que me estoy agitando!!!!!! Besos cariñosos.
ResponderEliminarEse efecto dominó del que hablas y ese empeño en la austeridad nos acercan muy peligrosamente a los seis millones de parados y sus seis millones de problemas encadenados. Vamos a peor y nadie sabe como remediarlo.
EliminarBesos, prima.
Esperemos y confiemos en que detrás de esta tempestad nos llegue pronto la calma. Ángel
ResponderEliminarEsa calma que ansías, Ángel, que ansiamos todos, va a tardar en llegar. Desde hace muchas generaciones, nuestros hijos van a vivir peor que lo hicieron sus antecesores. Ni siquiera el que tiene trabajo puede estar seguro de nada: sólo nos queda la esperanza.
EliminarUn abrazo
Es difícil Paco, tú como buen analista y como persona implicada en colaborar con los desamparados, debes de saber mejor que muchos, que la vuelta a la "normalidad", ficticia o no, a ése "vivir por encima de sus posibilidades" que dicen los políticos es prácticamente imposible.
ResponderEliminarAl menos mientras mantengamos este tipo de políticas, mientras sigamos a las ordenes de un País europeo al que nada le importa lo que sucede en una de sus "provincias", salvo que los sucesos, les agraven a ellos los bolsillos.
Puede que salir del euro no sea la solución -al menos así lo piensan los economístas que supuestamente entienden-, pero lo que no "DEBE" ser admisible, es que nos dejemos arrebatar todos los derechos fundamentales que nuestra Carta Magna nos otorgaba. Y ésto, es lo que estamos haciendo, asumir como borreguitos un "¡qué le vamos hacer!", dejando que nos arrojen primero del trabajo y segundo de nuestras propias casas....
¿Quién ha vivido por encima de sus posibilidades? yo no conozco a nadie, salvo a muchos políticos que se subieron al carro de la bonanza sin fijarse que lo que gastaban eran los fondos del Estado. Mientras iban dejando que el País, se convirtiera en el "tiro al blanco" de los banqueros que como viejos usureros no iban a ser ellos los que perdieran ni un ápice de sus beneficios. Ojo! hablo de pérdida de beneficios, es decir, no ganar "tanto" como quieren, sino un poquito menos, pero sin llegar a dejar de "ingresar" dineros por sus "malas obras".
¿Qué podemos esperar de un País que se deja "mover" (del trabajo y de sus casas a la calle), por los banqueros y se deja "dirigir" por un País extraño y frío cuyas ansias de poder ya demostró hace ahora un siglo?
Nada, excepto pobreza y hambruna...mientras no sea el pueblo quien asuma la responsabilidad de su futuro.
Siento lo extenso, siento la formas (quizás las haya perdido un poco. Ojalá no!), siento estar tan indignada que no pueda controlar mi rabia.
Saludos
Gracias, Mascab por la forma en la que me valoras, pero tengo muy pocos méritos, salvo el de haber vivido. Creo que nuestra esperanza es que esos mismos que nos mandan y aprietan necesitan que tengamos capacidad de gastar para que les compremos. El problema es que ni siquiera son ellos los que mandan, sino un ente anónimo y apátrida que se llama Capital. No podemos salir del euro porque necesitamos que nos sigan prestando dinero para salir adelante; salir del euro significaría tener una moneda más devaluada y poder exportar, pero los préstamos contraídos en euros habría que pagarlos y hacerlo muchísimo más caro desde una moneda débil. El aislamiento que ya vivimos (mejor dicho vivieron los nuestros) en la posguerra significaría dejar sin pensión a los ocho millones de pensionistas y otras calamidades por el estilo en otras capas sociales como la enseñanza, la sanidad, etc.
EliminarA mi parecer, lo que está sucediendo es aprovechar que el Guadalquivir pasa por Lora (cada quién lleva el agua a su terreno), para desmontar el estado de bienestar labrado con el esfuerzo de todos a lo largo de los años. Un año de gobierno le ha bastado a Rajoy para desandar el camino y todavía no hemos visto todo lo que queda en materia de privatizaciones. Cuando veo florecer ese número de universidades privadas me pregunto, ¿habrán hecho un estudio previo de mercado? ¿Tendrán información privilegiada?
No sientas la extensión, sino del paro que aumenta, de los emprendedores que se estrellan con negocios y comercios vacíos. No sé dónde está la solución, pero me temo que no tardaremos mucho en ver acciones que no habíamos imaginado. Llegará un momento, y eso está muy próximo, que ni las familias ni las instituciones de caridad puedan resolver la papeleta de los caídos en desgracia, y entonces... ¡El hambre es muy mala!
Gracias por tu extensión, por provocarme y por esto que entiendo conversación con respuesta dilatada.
Besos
Me ha encantado itercambiar opiniones "en respuestas dilatadas" contigo y comprobar, una vez más, que eres un buen hombre con quien se puede mantener una conversación inteligente sin que las diferencias nos asusten, sino que sean éstas mismas quienes nos acerquen al diálogo.
EliminarLo de no salir del euro para no quedarnos con una moneda devaluada...creo que habría mucho de que hablar y éste no es el foro adecuado.
En cuanto a lo que se llegaría a perder con la salida de la centralización alemana...creo que de todas formas, ese poco de bienestar social que aún nos queda (las pensiones), terminaran por perderse también. Como todos y cada uno de los derechos que ya han sido pisoteados y tirados por la taza del WT.
Lo dejamos aquí, pendiente para el día en que podamos estrecharnos en un abrazo y hablar mirándonos a los ojos...
Ahora, te dejo mi abrazo virtual.
Estás en mi programa: cuando yo vaya a Madrid le diré a Chelo que te convoque. Gracias por todo.
Eliminar¿Hasta cuándo durará todo esto? ¿Quién debe poner remedio? En fin, las preguntas de siempre...
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco
No tengo respuesta, Antorelo, pero por no repetirme, lee lo que acabo de responderle a Mascab justo por encima.
EliminarUn abrazo
¿Sabes que esta corrala ha salido en un telediario? No sé qué día fue, ni en qué cadena, pero de verdad que ví a esta gente. Me maravilla el nombre que le han puesto, "Ilusión", porque por si sola esta palabra pone un toque de color y esperanza ante tanto sufrimiento.
ResponderEliminarUn saludo
Ellos se deben hacer la "ilusión" de que nos les lancen a la calle, tal vez a la vista de otra corrala de Sevilla que ya llevan ocho meses, pero a pesar de tener un techo, es una forma inhumana de vivir. Vivo muy cerca y continuamente hay muchas personas mirando y animando en la calle, además de los medios de comunicación.
EliminarBesos, Carmen.
Y parece que la crisis empeora cada día más, más pobreza , más hambruna.Lo lamentable de todo , es que los bancos subsisten de nuestros capitales y en las situaciones adversas te aprietan del cuello.Espero y deseo que encuentre una solución digna y respetable.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Las noticias de hoy son desalentadoras: los más optimistas, el gobierno, dice que el año próximo decreceremos un 0,5%, lo que significa más paro y sobrepasar los seis millones de personas sin trabajo y colocados al límite de la vida. Gracias, Raelynn.
EliminarUn abrazo
¿De veras alguien piensa que importamos un comino a los de arriba, gobernantes, reyes...? Mientras nosotros nos comemos sus marrones, ellos siguen viviendo a toda pastilla, ¿o es que les falta algo? Sus coches, sus casas, su personal, sus sueldos, sus caprichos... los pagamos nosotros aunque no tengamos donde caernos muertos ¿o no?
ResponderEliminarTienes toda la razón, Aurora. El gobierno ha dicho y repetido que su prioridad era el empleo, pero cada día son más los parados. Como he dicho en otra ocasión, el dinero no desaparece, luego en ese cambio de manos y con más empobrecidos cada día, lo que ocurre es que cada vez está más concentrado en menos personas, ¿cómo no van a estar felices?
EliminarUn abrazo
Hola Paco. Realmente es espantoso lo que está sucediendo. "Quien nada tiene que perder, ya no corre riesgos".
ResponderEliminarTienes toda la razón, esa frase encierra es tan cierta como que todos nos tenemos que morir algún día.
Si el país estaba mal antes, ahora está en el esqueto. Cuando este se rescrebaje, habrá más penurias. Ojalá me equivoque y donde ahora hay lodos vuelvan las aguas claras.
Saludos y besos
No tengo dudas, Isa, de que todo este daño a la sociedad terminará algún día y será para bien. Entre otras cosas, tenemos que acabar con un sistema corrupto donde personas de todo signo político ha metido la mano en el cajón del dinero. No es cierto que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, sino que nos han puesto un pastel en las narices y nos han preguntado, ¿gustas? Muchas personas se han metido a comprar una vivienda y cuando han cambiado los vientos ya no pueden pagarla, pero no son las personas quien a la vuelta de muy pocos años han elevado el precio de la vivienda de unos 12 a 40 millones de pesetas. El pueblo llano no ha especulado con el valor del suelo.
EliminarGracias, Isa, por fijarte en esa frase que lo resume todo, pero que al mismo tiempo es una inquietud muy grande por tanto sufrimiento.
Muchos besos
Vaya un interesante debate que habeis montado entre todos.
ResponderEliminarLo de las viviendas clama al cielo y lo peor es que se ha convertido en algo cotidiano.
La clase media empieza a verse afectada y me da escalofrío pensar hasta cuando durará esto.
Un abrazo.
Los efectos más negativos de la crisis están asomando ahora; sigue creciendo el número de parados y cada día son más numerosos los que se van quedando sin apoyo social. Si las personas no tienen para hacer frente a la hipoteca y terminan perdiendo la vivienda, ¿de dónde y cómo podrán pagar un alquiler? ¿Quién consigue alquilar un apartamento sin un pago anticipado y una nómina que le avale? Demasiadas las preguntas...
EliminarEsta sociedad tiene que cambiar como un calcetín y me refiero mayormente a la clase política sea de la ideología que sea. tiene que bajar de esa cúspide y situarse a la altura del ciudadano de a pie. Que no olviden nunca, que si están ahí en ese puesto, gozando de grandes privilegios, se lo deben a los ciudadanos. Es hora de encontrar soluciones y dejarse ya de egoísmos y enfrentamientos por alcanzar el poder.
ResponderEliminarUn beso.
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Sin lugar a dudas, esta hecatombe ha venido a dejar al descubierto que no íbamos por el camino. No es posible el crecimiento infinito. Los que ya tenemos una edad hemos visto cómo no se compraban las cosas hasta que se tenía ahorrado lo suficiente y, si nos metíamos en algún crédito era en cosas de menor cuantía; de igual modo hemos visto crecer en número y calidad a la clase política, necesaria pero improductiva, y con unos privilegios que resultan insostenibles. De todo ello, tenemos que terminar aceptando que tenemos que darle la vuelta al calcetín. Lo lamentable es que en esa vuelta están desapareciendo todos los derechos sociales adquiridos.
EliminarUn beso
Creo que las razones para la indignación están más que justificadas. Sorprende, sin embargo, ver cómo se ha instalado esta especie de apatía mortal, fría, que tiene a la sociedad con los miembros ateridos, esperando que no les toque el siguiente golpe. Pero los golpes van a seguir. Porque la situación no se ha estabilizado ni muchísimo menos. Porque quien ha sido perdonado, los bancos y las cajas, sigue agarrando del cuello a quien le debe una minucia. En todo esto, hay que señalar la labor tergiversadora de los medios de comunicación, caricaturizando a los indignados como "perroflautas", y desinflando de manera sibilina la que ha sido (y sigue siendo) la mayor amenaza para el mantenimiento de este orden injusto: la conciencia corresponsable de la gente.
ResponderEliminarSólo espero que pronto vuelva a despertar.
Saludos
Es un honor que me leas y superior que me comentes, Plax. Creo ver en el ambiente ciertos síntomas de inicios de cambio, cambios que sacarán a la sociedad de la apatía reinante. Ya no estoy en edad y mis apetencias son de gozosa tranquilidad, pero se impone una agitación a la que no hemos llegado todavía.
EliminarUn abrazo