Los agobios económicos le
apuraban y no acababa de centrarse en lo que veía en el televisor.
Insatisfecho, se puso a hacer zapping como un poseso hasta que se detuvo
extasiado ante una de esas magas que predicen el futuro: “la conjunción de los
astros en el campo de Acuario, señalan la brillantez de la fortuna de los
nacidos bajo este signo; está de suerte, nacido bajo el signo de Acuario, un hecho extraordinario le va a
cambiar la vida…” No necesitó oír mucho más. Debía seis meses de comunidad y el
aviso de corte del fluido eléctrico estaba marcado para la semana próxima. Apagó
el televisor y salió a la calle en busca de la anunciada fortuna, decidido a jugar sus cinco
euros restantes al Euromillón.
Cuando regresaba, oyó a lo lejos los aullidos gritones de varias emergencias y se apartó para dejar paso a los
bomberos, dos ambulancias y tres coches fúnebres. Un vecino suyo había dejado escapar el gas y todo
había saltado por los aires. Sus pocas pertenencias se habían incinerado y ni
siquiera la policía le permitió acceder a los escombros tratando de rescatar
algo útil. En la trifulca del momento, perdió el boleto y no llegó a saber
nunca si el presagio de fortuna que le adjudicaba la maga de turno llegaría a
cumplirse.
Buenas noches Paco!!!! Muchas veces nos dejamos llevar por las corazonadas y en ocasiones acertamos y en otras no. Al protagonista le tocó la lotería al escapar de la explosión y salvó su bien más preciado que es la vida. Besos cariñosos.
ResponderEliminarNo creo en las echadoras de cartas, en los horóscopos... En esta ocasión ha acertado la maga plenamente, pero no en el sentido que él había imaginado.
EliminarBesos, prima.
Hola Francisco, si que le cambio la vida a este personaje. Me gusto mucho este relato y me deja pensando mucho. Cuidate.
ResponderEliminarTu despedida acostumbrada me suena a mimo. Igualmente te deseo todos los cuidos para ti.
EliminarPocas veces los adivinadores de turno y oficio habrán acertado con tanta precisión la suerte de un individuo. Es un placer reencontrarme con tus relatos.
ResponderEliminarUn saludo desde mi mejana
Es un placer rencontrarnos, Felipe, de verdad que sí.
EliminarUn abrazo
En momentos de crisis es cuando el juego aumenta de forma alarmante.
ResponderEliminarEn el caso de tu relato, el prota, por jugar, gano la vida.
Un abrazo
No me gustan los juegos. Parece increíble que no recordemos que sólo se reparte en premios una pequeña cantidad de lo metido. A la larga siempre gana la banca y siempre pierde el jugador. Me da pena esa gente que se juega incluso lo que no tiene echando una y otra vez monedas en el tragaperras del bar.
EliminarLa suerte viene en diferentes empaques...igual que la felicidad..verdad?..Gracias por tus palabras..se que me entiendes..es tan difícil superar ese vacío...lo intento, pero aún es pronto..lo se...bss...gracias por estar ahi..
ResponderEliminarY lo peor es que muchas veces no la reconocemos. Seda y humo; sutil, muy sutil.
EliminarBesos
Cuánta desesperanza hay en su relato. Pero incluso hubo otro que tuvo peor suerte que él. Debía de ser también Acuario. A su protagonista, al menos, le quedaba la vida, y con ella la posibilidad de un nuevo comienzo.
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Creo que no hay desesperanza, Madame, sino más bien lo contrario: el protagonista salió a buscar la fortuna y la encontró, aunque de forma diferente.
EliminarJo Francisco, le podías haber dado un hilo de aliento al pobre hombre ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Te parece poco aliento la vida? Las penurias de hoy no son nada comparadas con la pérdida de la vida. Gracias, Elena, por se una lectora tan asidua y atenta.
EliminarBesos
Demasiado desaliento y pesimismo, pero fiel retrato de los momentos que vivimos.
ResponderEliminarUn abrazo
A uno no se les ocurren las ideas por azar, sino contaminado por lo que pasa a nuestro alrededor. Como le respondía a otros comentarios, no creo que haya desaliento, sino otra forma de ver la fortuna.
EliminarUn abrazo.
Hay presagios que salvan vidas y no existe mayor premio que poder contarlo.Eso demuestra que la riqueza puede ser volátil , viene y va , pero la vida es única y solo se vive una vez.
ResponderEliminarUn saludo cordial Francisco.
¡Qué bien lo explicas, Raelynn!
EliminarUn abrazo.
De este individuo se puede decir aquello de "tenía más mala suerte que "El Pupa" que se cayó p'atrás y se partió la cuca. Un abrazo, Ángel
ResponderEliminarPero le vino la suerte de cara, Ángel.
EliminarUn abrazo.
Ya le había tocado la lotería. Escapó por poco.
ResponderEliminarUn saludo.
Es lo que tiene creerse los horóscopos. Un buen día se equivocan y en vez de avisarte que se te quema la casa, te dicen que pruebes suerte,que estás en brecha. Y ya lo creo que tuvo suerte al estar fuera el ratito necesario.
ResponderEliminar¡Buen presagio Francisco!.
Un abrazo.
Nadie muere la vispera, eso lo sé seguro, quizá sea lo único que sepa.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
¿Porqué cuando nos hablan de suerte pensamos en el dinero?, está claro que cada uno tiene sus propias prioridades, sin embargo, creo que la suerte es poder respirar cada día. A pesar de pensar así, yo también juego algunas veces a la lotería...quién sabe, igual un día tengo "suerte" :-)
ResponderEliminarUn relato con moraleja y un placer leerlo esta tarde.
Abrazos
De todas maneras la maga, aunque no creo en esas cosas, sin quererlo le salvó la vida. Esa sí en una verdadera lotería.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hombre, yo pienso que si que tuvo mucha suerte, si no llega a salir no estaría vivo, es que la fortuna tiene muchas maneras de manifestarse. Veo que unos cuantos hemos coincidido.
ResponderEliminarBsss
Muy bueno el cuento. Ufffffffff, mira Paco, al menos salvó la vida. Realmente tuvo mucha suerte al salir de su casa.
ResponderEliminarQué pena que perdiera el boleto, por lo menos podría haber restaurado su casa. :-)
Saludos y un abrazo