Por el Cerro Nicolás canta el viento
—entre riscos y canchos—
con el flujo fuerte de su fuelle:
fluuú, fluuú,
fluuú…
Se esconde la jineta
y el pastor se tapa la cabeza
con el airado vuelo de su capote,
aunque sigue oteando sus desvelos;
las cabras ramonean los brotes tiernos
de jaras y aulagas
y el sol juega a rayuela
entre nubes espesas y tímidos claros:
fluuú, fluuú,
fluuú…
Al caer la noche,
con lluvia, con sol, con frío, con viento…
las cabras en el redil
—la moracha parirá esta noche—
la leche tibia colmando las medidas
será dispensada entre las veceras
y el pastor soñando el nuevo amanecer:
fluuú, fluuú,
fluuú…
Aunque para mi castellano mestizo algunas palabras se me escapan disfrute de esta subida al cerro.
ResponderEliminarHola amigo vengo una vez por semana. Pero vengo
Si tienes un cachitín de tiempo coméntame
"Amor de lejos"
http://nidaeldore.blogspot.com
Abrazos
Tu poema me inspira esa paz de antaño en los pueblos de mi niñez, me retrotrae con su frescura, me hace sentir nostalgia de otros momentos que ahora tanto nos hace falta
ResponderEliminarUn abrazo amigo Francisco, feliz fin de semana
Hola Francisco, me encanta la fotografia, me gustan los cerros, mi ciudad esta rodeada por cerros, bellas tus letras amigo, cuidate.
ResponderEliminarMe han entrado ganas de hacer el sendero que suba al cerro y escuchar ese ulular del viento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Paco!!!! No hay momentos más hermosos que aquellos en los que disfrutamos de la naturaleza. Has escrito unos bellos versos que me han hecho caminar de mañanas!!! jejejejej!!! Besos cariñosos primo!!
ResponderEliminarPor el Cerro Nicolás canta el viento y se escucha el fluuú de las cabras, entre los riscos, cuando van hacia el redil. El pastor las va guiando con paso firme, y se siente el llanto de la moracha, en
ResponderEliminarvisperas de la llegada de una nueva vida. Me traen recuerdos de mi ayer, que tan bellamente has trazado en tus versos. Felicidades y un abrazo.
Los cerros tienen su personalidad y cosas que solo alli se pueden encontrar y vivir. El pastor sabe mucho de esas vivencias y soledades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dan ganas de perderse por ese cerro Nicolás.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Muy bucólico y pastoril te levantas este sábado con ese monte y esas cabras y ese viento que sopla sin parar.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué hermoso poder abandonar esta tarde la ciudad y encaramarse a su cerro aunque sea de modo virtual, ascendiendo sobre los suaves y ligeros escalones de sus versos.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
bisus
Lo has descrito tan bien que ganas dan de perderse por ese cerro.
ResponderEliminarUn abrazo
Poesía bucólica y pastoril... Eso, dan ganas de perderse en el cerro!
ResponderEliminarUn abrazote, amigo!
Y disculpa mis ausencias, ya sabes, estamos en mala temporada, fin de curso...!
;)
QUE CERRO PRECIOSO, LINDO PAISAJE, TIENE AIRES DE PAZ PARA EL ALMA, DARÍAN GANAS DE PERDERSE EN ÉL EN BUSCA DE SU MISTERIO.
ResponderEliminarBESOS QUERIDO FRANCISCO.
Precioso paisaje.
ResponderEliminarHe visto al cerro sonreír lleno de orgullo con tu poesía.
Abrazos.
me recordaste el tiempo que hace que no me tomo una excursión de ese tipo. Estoy tan fuera de ritmo que creo que tendrian que ponerme oxigeno a mitad de camino
ResponderEliminarun beso
Qué bonito Paco, me ha gustado mucho el poema porque he recordado cuando en vacaciones nos estabamos todo el mes en el monte con las cabras, y la era que hacían mis abuelos.
ResponderEliminarTu poema es muy desenfadado y alegre.
Se ve un paise muy bonito.
Saludos y un abrazo