20 mayo 2010
AGUA PERPETUA
Días de nacencia, agua perpetua
que destila el curso de los tiempos
con la constancia de lo inmortal,
con la firmeza de una ubre materna
que se entrega sin recompensa,
que se da fuera de sus lindes.
Abrevadero y fuente; origen
y meta de mis recuerdos y vivencias,
esos que me anillan y emparentan
con el latido extinto de mis ancestros.
Tú eres la sed y tú eres la saciedad,
tú los juegos primeros y el jugo
nutriente de la pídola y sus sofocos.
Te conocí dándote, ofreciéndote,
igual de generosa y tenaz
en los días como en las noches:
cuatro brazos abiertos a la hospitalidad
y un quinto en retaguardia;
toda tú límpida, pura, inmaculada
como virginal e imperecedera
es la imagen que de ti atesoro.
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Amigo Francisco.
ResponderEliminarVengo a agrcederte, la visita en mi blog y tu comentario.
Vuelve siempre que quieras, estaré encantada en verte por allí.
Te he dejado respuesta. Siempre lo hago.
Gracias, una vez más.
La fuente de la infancia y de la vida. El valor de los recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Ahí están mis juegos, mi nacencia, mi vínculo...
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Bello poema nostálgico
ResponderEliminarMuchas gracias, poeta Antonio Portillo.
EliminarUn abrazo.
Bellos recuerdos de esa fuente generosa que yo también tengo en mi pueblo.Saludos
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