26 mayo 2010

LA PILA ELECTRICA

La llamada primera ley de la termodinámica dice que la energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma. Las pilas eléctricas son esos pequeños cilindros, botones o petacas que alimentan numerosos aparatos de los que manejamos a diario como el transistor, la linterna, el mando a distancia, el reloj, el teléfono móvil, la cámara de fotos, el iPot, etc., en cuyo interior una reacción química libera una energía que se convierte en eléctrica.

El origen de la pila es remoto y europeo, la primera de ellas se remonta a 1800 y se da a conocer en la carta que Volta envió al presidente de la Royal Society de Londres, seguida de otras versiones con disoluciones y componentes distintos como la pila Daniell, dada a conocer en 1836, seguida por la pila Grove de 1839 y la de Georges Leclanché en 1868.

Y como los tiempos cambian, también las formas de comercialización. Antes había que comprar las pilas en una ferretería, pero hoy día están junto a las cajas de todos los supermercados y grandes superficies, en las farmacias y sobre todo en los cada vez más numerosos bazares chinos, donde son más baratas, aunque de peor calidad.

La energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma, al igual que le pasa al comercio, cada vez más frecuente en manos orientales.

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