29 noviembre 2025

ATRÁS

 




Atrás quedó el ayer,

el pluscuamperfecto y sus antecedentes,

atrás los desasosiegos resueltos

y también los insolubles

a base de enconado desgaste.

Atrás quedó la rotonda

que, como un bucle,

me hacía bailar la peonza

cuando pretendía trazar

una línea recta de acercamiento a ti.

Atrás se quedó como dormida la niñez,

la adolescencia, la pubertad,

el jovial ímpetu arrollador

y hasta la sosegada madurez;

un calendario de días semidesnudos

que siente el vértigo del despoblamiento

en sus hojas postreras.

Atrás las voraces apetencias nunca satisfechas

y el desbordamiento sin límites,

para acabar habitando

el mínimo común múltiplo

que todo lo engrosa.

Atrás quedan las borrosas imágenes

del retrovisor de los días vividos.

2 comentarios:

  1. Atrás quedó todo. En pluscuamperfecto, como señalas, también: había quedado todo.

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    1. Así es, Cayetano: ayer pasó, pero mañana... Mañana Dios dirá.
      Un abrazo hoy.

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