El mar, en su continuo
y oscilante escupir agua y
espuma,
siembra el rebalaje
de piedras preciosas
labradas por la lenta
y artesana mano
de la impasible paciencia.
Doña Erosión tiene un taller
subacuático donde seres
extraños
diseñan y esculpen
—bajo sus órdenes—
con el intenso tesón
de un clandestino taller
chino,
una infinitud de piedras
preciosas,
todas ellas de esquinas
romas
y colores tan variados
como el cromatismo de una
paleta.
Pero son preciosidades
por y para el agua
que cuando salen de ella,
la tristeza les abate
y el brillo peculiar que les
da el agua,
la sal o tal vez el yodo,
se enmudecen
como con la pena de un
abandono.
Si paseas por la orilla
y encuentras una arribada de
estas piedras,
ponlas por un instante en
tus manos,
pero no las saque de su
medio
para no robarles el alma,
pues sería como disecar
a una hermosa sirena
y pretender que nade
o haga bellos cánticos
en el confort de tu sala de
estar.
BELLISIMO !!!! ...una historia mágica llena de colores y de luces. ¡Qué pena que esas piedras sólo quieran vivir en el agua.! Si yo las encontrara no sé si podría dejar de encerrarlas en el cuenco de mis manos.Adoré tu entrada. ES MIA ! se va a mi cuaderno. ¿acaso corren peligro de caer en depresión esas piedras maravillosas , puestas entre las hojas de mi cuaderno ? Espero que no. Apapachos.
ResponderEliminarA pesar de la frecuencia no me he acostumbrado y cada vez que me dices "mío" me hace una nueva ilusión. Gracias por ese cuaderno.
EliminarApapachos.
Me ha encantado este poema, enhorabuena, Un beso.
ResponderEliminarGracias, Amapola, en verdad uno lo que pretende es un encantamiento. Gracias, gracias.
EliminarUn beso.
Es impresionante la belleza que le imprimiste a esas maquiladoras chinas, que son un tópico muy complejo, con todos sus agregados. Labraste tu la mejor pieza y con los pies en la tierra ¿o acaso lo hiciste subacuáticamente? jejeje.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Te confieso, Sara, que lo hice sumergiéndome en el taller de juntar palabras.
EliminarUn beso.
me quedo con una de las últimas frases... "pero no la saques de su medio, para no robarles el alma", cuantas veces somos egoístas y cortamos una flor para hacerla nuestra y no nos damos cuenta todo el proceso que vivió para llegar a ese estado y un breve segundo le damos termino, igual analogía de lo que tu dices...
ResponderEliminarsaludos!!!
Me gusta tu reflexión, Carlos. Yo también prefiero ver las flores en el parterre que en un jarrón. Lo que digo de las piedras es cierto, cuando se secan pierden el brillo y su encanto.
EliminarUn abrazo.
Solo nuestras playas de arena gruesa tienen piedras preciosas, aunque maltraten nuestros pies.
ResponderEliminarLa arena no deja de ser piedrecitas de mas antigüedad en las que la erosión ha hecho más años de trabajo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Esas piedras son como las estrellas del cielo, donde lucen mejor es en el firmamento y a él miramos par elevar el espíritu...De la misma forma al mirar el mar, miramos el brillo y el color de sus piedras, que tienen el reflejo del agua...y nos recuerdan, que el agua es puro espíritu, nutriente y renovador...Mi gratitud y mi abrazo por tu buen hacer, Francisco.
ResponderEliminarM.Jesús
La gratitud es mía, María Jesús, por tus meditados comentarios que tanto me satisfacen.
EliminarBesos.
Justo a mi derecha tengo un jarrón de cristal lleno de piedras marinas, la verdad es que más bien parecen cogidas de una obra, pero te juro que en la orilla del mar eran preciosas.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Eso es precisamente lo que he querido significar, no obstante, te voy a dar un consejo para esas que ya tienes: dales una capa de barniz brillo, primero una cara y cuando esté seca la otra. Cuando hayas acabado este paciente trabajo, no volverán a ser como en el mar, pero ya no serán recogidas de la obra.
EliminarBesos.
Nunca las he visto tan hermosas, Francisco. ¿Dónde demonios te vas a bañar?
ResponderEliminarSaludos
La ventaja de ser viejo, Carmen, son los archivos de la memoria. Si vienes a Marbella, yo te acompaño.
EliminarBesos.
Hola Francisco, veo que el agua de la mar te está curtiendo y aflojando las manos para que escribas bellos poemas.
ResponderEliminarPreciosas las piedras. Yo si voy algún sitio y veo piedrecitas bonitas, cargo con ellas. Lo siento pero se las robo a la mar, no puedo resistirme. Que sigas disfrutando de esa hermosura de mar.
Saludos y besos