Retrato de Arsen Kurbanov |
Cuando no nos habíamos
visto;
cuando no teníamos
conocimiento
de la existencia del otro;
cuando eras un boceto en mi
mente
y a grandes trazos
tu figura quedaba esculpida
en mi pensamiento;
cuando salía al paseo
y en el bullicio no te
encontraba,
no perdía la esperanza
porque mi imaginación era
verosímil
y tú me habitabas desde
antes de pensarte;
cuando tras largos avatares
se produjo el encuentro
soñado,
entonces...
entonces nuestras vidas
tomaron vida.
¡Guauuuu...! Qué maravilla de poema, me encanta.
ResponderEliminarY me quedo con estos versos:
"se produjo el encuentro soñado,
entonces...
entonces nuestras vidas tomaron vida."
El final perfecto.
Un abrazo Fco.
Preciosa esa gestación, que el pensamiento alumbró hasta llegar a ese encuentro, ese dar a luz a la vida y al sentimiento, Francisco...Mi felicitación y mi abrazo siempre por tu buen hacer y cercanía.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
M.Jesús
APLAUSOS !!! un poema bellísimo, con un final cerrado que se me ocurre una fresa madura derramándose en su jugo.
ResponderEliminarMe lo llevo. Es mío.
APAPACHOS 1
Qué bonito escrito, pero la última fase se queda en mi… entonces nuestras vidas tomaron vida¡¡¡ espectacular sensación después de leerte!!! Me ha gustado mucho, hasta pronto. Un abrazo.
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