Como lo azul
está presente en las aguas del mar,
y es falsedad lumínica
que espumea en blanco
al crestear de las olas
y se desvanece el color
del agua entre las manos,
así, contrariamente,
la sal dispersa
en la masa de agua marina
sin alardes ni enseñorearse,
sino en silencio,
dando sabor intenso en el anonimato.
Lo primero es un espejismo;
lo segundo entrega desinteresada,
pero muy efectiva y eficaz.
Así las personas:
unas presumen de sus vacuidades
infértiles
y otras dan sabor
con su entrega absoluta y anónima.
Magnifica metáfora!!!!!!! Una entrada con la sabiduría que te caracteriza y esa bella forma que tienes de expresarte.
ResponderEliminarCariños…
Muy bueno, Francisco, has jugado con el azul y la sal para mostrarnos lo aparente y ficticio frente a lo real y consistente...Asi es todo en la vida, unas veces belleza exterior pasajera y caduca, y otras belleza interior profunda y perenne...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu inspiración, claridad y lirismo, que han dado lugar a este magnífico y sabio poema, amigo...
ResponderEliminar¡Eres tan grande españolito lírico ! tus versos enamoran , tu imaginación es exquisita y tu creatividad ilimitada. . Ya dijo M. Jesús TODO. yo me sumo a sus palabras y aunque te enojes reitero que eres un poeta MAGISTRAL.
ResponderEliminarEste pòema "se va conmigo" así decía una amiga . ¡APAPACHOS.
;)
ResponderEliminarCosquillas...
Bonita comparación la que traes a golpe de verso entre las personas y el mar con sus mareas.
ResponderEliminarUn beso.
Qué bien lo expresas amigo! Una observación profunda de los sentidos. Saludos.
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