La playa es bullicio
y es música
con acordes nacarados
en las crestas de las olas,
es paz, soledad solemne
y compañía turbulenta
que se ignora en la cercanía.
En la distancia,
tonalidades de azul
y verdes amalgamados,
listados al capricho
de los hados o nereidas,
las únicas que saben
de los fondos marinos.
En la lejanía,
buques de distintos calados
que dejan estelas
de adioses anónimos
y sueños embarcados.
En la arena parda,
huellas de cuerpos que nos antecedieron
y musitan historias no narradas;
me recojo en las páginas de un libro,
hasta que un poema vocea vida
en mi oído interno
con ansias de nacer
y fijarse en el papel donde eternizarse.
Al retirarme, una caracola que me acompaña
—recogida en un amanecer de bajamar—
me reproduce el murmullo marino
y habito la mar
cada vez que mi voluntad se encapricha:
he sacrificado la cantidad de bienes
por la calidad de vida, y soy feliz.
por la calidad de vida, y soy feliz.
Ardo en deseos de estar junto a él.
ResponderEliminarAbrazos.
El mar, la mar... inmensidad de azul para llenar de sueños.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
La mar, siempre símbolo de vida, belleza e inspiración, como esta preciosa y evocadora poesía, por la que te felicito.
EliminarAmistosamente.
Mari Carmen.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrecioso poema españolito ! una pequeña joya.
ResponderEliminarSi hay algo que he lamentado no tener en mi vida , es el mar. Tengo río, no es igual.
Celeste , cuando chiquita me trajo de unas vacaciones al mar, una caracola preciosa, luego las dos escuchábamos el ruido del mar..
No todo se nos da siempre . Disfruta tú de tu mar y tu playa , encuentra una caracola y mándamela, seguro llega hasta mi Paraná. ¡APAPACHOS.
Hola Francisco, que belleza de poema sobre la mar.
ResponderEliminarQuien pudiera convertirse en caracola y escuchar y sentir la mar desde dentro.
Muy bueno sacrificar bienes por calidad de vida.
Preciosa igualmente la imagen.
Saludos y besos
he sacrificado calidad de vida
ResponderEliminarpor cantidad de bienes, y soy feliz.
Sacrificar calidad de vida por cantidad de bienes y ser feliz... ¿Es un contrasentido, posible?
Saludos desde la Gran Canaria, Ángel
Del borrador al original había cometido un error del que me has sacado, Ángel. Muchas gracias. También gracias a todos los que han leído y comentado.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué belleza! Y volvemos a utilizar todos los sentidos para "ver, sentir, oir y gustar" de tu hermoso poema. Leo lo anterior y pienso que también teniendo cantidad + calidad se puede ser feliz... Equilibrar es difícil pero no imposible. Besos y felicitaciones.
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