Como en la jungla,
sobrevivir es una tarea
ardua;
en los fondos marinos
cada animal es comensal
o alimento para el otro.
En la diversidad son
innumerables
las peculiaridades de cada
especie,
pero entre todos, el calamar
es el más erudito y próximo
a la inteligencia humana.
El hombre, usando el
cefalópodo
ha llegado a la heroicidad
de cocinarlo en su tinta, a
la romana
o la extravagancia de un
arroz negro,
pero se sabe —Cousteau dejó
anotaciones no publicadas—
que este animal escribe
líquidos y encendidos
romances
pasionales o retazos de
gestas heroicas
de las que el mundo de la
superficie
lo ignora todo y también lo
que pierde.
Entre los restos de un barco
hundido...
Imagino las maravillas que abrigará el mar en su regazo. Pero tal vez porque no tengo mar, jamás pude comer ningún pescado de mar. Bueno, tampoco me gustan los pescados de río. Y no porque en mi casa no se haya comida. Yo ... ¡NI EL OLOR !...
ResponderEliminar"Cada loco con su tema " ¿no ?...Menudos líos con mi gente me trae esa costumbre ...
Apapachos.
¿ Qué pasa con Internet ? Anoche miraba en un noticiero y escuchaba las quejas de la gente. Parece que no sólo es acá. Apapachps.
ResponderEliminarQue no, hombre, que no. Que son las gambas el alimento estrella, ya lo decía Forrest Gump en la película a su querido amigo Buba. Y yo diría que el producto de la tierra que mayores variables admite es la patata.
ResponderEliminarUn abrazo
Es sublime tu recreación de lo de Cousteau... Por eso es la tinta indeleble, necesitaba leer tu poesía para saber las razones. "Te has mandado" (espresión positiva) con tus marinos, ¡cuánto los he disfrutado! porque ador el mar, el más cercano me queda a 15 horas de donde vivo. Mi tierra tendría todo si tuviera mar. ¡Gracias por escribir como lo haces!!
ResponderEliminarOtro beso marino y asoleado.